Rebolledo Correa, Benito
Recibió el Premio Nacional de Arte en mención pintura en 1959.
Benito Rebolledo Correa nació en 1880 en Curicó, Chile, en el seno de una familia dedicada al trabajo rural. A una edad temprana, se trasladó a Santiago, donde ingresó como alumno libre a la Academia de Bellas Artes. Allí recibió la influencia de destacados pintores tanto como de Pedro Lira y Juan Francisco González, como así también de Fernando Álvarez de Sotomayor, quien impartía clases de composición y armonía.
Durante su juventud, Rebolledo fue parte de la Colonia Tolstoyana, un grupo de intelectuales seguidores de los ideales sociales de León Tolstói, lo cual influenció sus obras que se caracterizaron por la temática social. Posteriormente, se inclinó por el impresionismo español, inspirado en artistas como Joaquín Sorolla, donde comenzó a plasmar en sus obras escenas al aire libre, con un enfoque en la luz y los colores claros.
En 1910, su talento fue reconocido con la Medalla de Oro en la Exposición Internacional, realizada durante la inauguración del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile.
Gracias a su labor como artista y los premios obtenidos en diversas exposiciones y eventos oficiales, tuvo la oportunidad de viajar a Argentina a principios de la década de 1920 para exhibir su obra.
A lo largo de su carrera, Rebolledo se destacó por su versatilidad en diferentes géneros y temáticas, desde naturalezas muertas hasta retratos y escenas de la vida cotidiana.
Rebolledo también recibió encargos importantes, como la pintura del cielo de la nave central de la Iglesia San Agustín de Santiago y la restauración de las pinturas del Teatro Municipal de la misma ciudad. Su contribución al arte chileno fue significativa, y su legado perdura hasta nuestros días.