Pompeyo Audivert

Exploró la alegoría como un procedimiento artístico, creando obras como Ley, Sueño realizado, Sueño, Transplante o Su mundo.

Nacido en España, llegó a Buenos Aires con sus padres en 1911, acompañado por el, también, artista José Planas Casas, quien se convertiría en su amigo cercano y "hermano". El poeta Jacobo Fijman fue quien descubrió a Audivert al encargarle la ilustración, junto a Planas Casas, de su primer libro de poemas: Molino Rojo. Allí, puede observarse como los grabados de Audivert dialogan con las imágenes surrealistas de los poemas de Fijman, mostrando una conexión profunda entre arte visual y poesía.

Audivert se destacó por su dominio del grabado. Como vanguardista, experimentó con una amplia gama de técnicas, entre las que se encuentran la xilografía, el buril, la estampa en colores, el aguafuerte, la mediatinta y la monocopia, utilizando gran variedad de materiales, como madera, cinc, cobre y celuloide.

Su serie el Vía Crucis de 1929 representa un hito en la modernización del grabado argentino. Fue expuesta nacional e internacionalmente, y llegó a ser adquirida por el Seminaire des Arts de Bruselas. Posteriormente, en 2009, fue exhibida en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires con la participación del entonces Cardenal Bergoglio.

Foto: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Pompeuau.jpg