Folia y Prades, Juan Bautista
Destacado escultor cuyo legado artístico se caracteriza por su estilo influenciado por el impresionismo y su notable habilidad en la escultura de figuras simbólicas y religiosas.
Desde joven mostró un talento especial para el dibujo, que desarrolló inicialmente en Castellón y luego en Barcelona. Allí trabajó como aprendiz en talleres de artesanos donde entró en contacto con renombrados escultores como Josep Campany y Mariano Benlliure, quienes marcaron su desarrollo artístico.
A inicios del siglo XX, impulsado por el auge de nuevas corrientes artísticas en Europa, viajó a París gracias a una beca de la Diputación Provincial de Castellón. En la capital francesa, tuvo el privilegio de conocer y trabajar junto a Auguste Rodin, quien se convirtió en su mentor. Este encuentro consolidó su estilo, que oscilaba entre el simbolismo y el realismo, y le valió gran reconocimiento por obras como Tumba, con la cual recibió su primer premio en el Salón de Artistas Franceses.
Folia también dejó una huella significativa en América Latina, donde trabajó en Chile y Argentina desde 1914. Allí realizó esculturas y monumentos de gran relevancia, entre los que se destacan representaciones de héroes de la independencia chilena. De regreso a España, su carrera continuó entre Barcelona y Castellón, donde participó en la Exposición Universal de 1929. Durante la Guerra Civil Española, su obra reflejó su postura republicana con esculturas de fuerte carga simbólica como Francesc Macià y La República.
En sus últimos años, se dedicó principalmente a la escultura religiosa en Castellón y Onda.
Folia dejó un legado artístico que continúa siendo valorado por su maestría en el modelado y su compromiso con la expresión emocional en la escultura.