RELIEVE 584

La composición de Relieve 584 se sostiene sobre un sistema de tensiones cuidadosamente calculadas: las diagonales no funcionan como meros límites entre planos, sino como vectores que impulsan la mirada y generan un ritmo interno. La obra establece un diálogo entre masas cromáticas y vacíos operativos, donde cada forma parece medir su peso visual frente a la siguiente. El equilibrio no es estático, sino resultante de una serie de compensaciones: inclinaciones que contrarrestan verticales, campos saturados que regulan la expansión de superficies neutras.

El pequeño cuadrado central opera como articulador del conjunto. Su ubicación ligeramente desplazada del eje y su color vibrante actúan como un punto de tensión que cohesiona los elementos mayores, que podrían dispersarse sin su presencia. Los planos de distinto tamaño se relacionan mediante proporciones que evocan un orden constructivo, pero sin cerrarlo en simetrías rígidas. Así, la composición mantiene una vitalidad contenida: se percibe estructural, pero su fuerza proviene del modo en que las direcciones, pesos y silencios visuales se equilibran al límite, sosteniendo un movimiento interno continuo.

Fue donada por la Fundación Mundo Nuevo en el año 2007.