La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Su SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES Y LA COMISIÓN INTERNA DE ARTES GRÁFICAS RIOPLATENSE, DEL GRUPO CLARÍN, QUE SE ENCUENTRAN REALIZANDO UNA PERMANENCIA EN LA PLANTA EN RESGUARDO DE LA FUENTE DE TRABAJO DE SUS 380 OPERARIOS.

Su repudio al vaciamiento patronal y la maniobra de despidos para liquidar conquistas obreras, el convenio colectivo y avanzar en la precarización laboral (del trabajo).

Su rechazo a la amenaza de desalojo y a la presencia de la policía y la Gendarmería en los alrededores de la planta, en la redacción del diario Clarín y en la planta de Zepita.

Señor presidente:

El lunes 16 de enero cuando los trabajadores de la empresa Artes Gráficas Rioplatense del grupo Clarín, ubicada en el barrio de Pompeya, se disponían a entrar a trabajar, se encontraron con un cartel de la patronal donde se anunciaba la decisión de cerrar la planta y que los trabajadores tenían las indemnizaciones a su disposición. La empresa argumentó que están en situación de crisis, pero los trabajadores (que se ocupan de la impresión de la Revista Viva, Rumbos, Genios, Jardín, Cablevisión, Guías telefónicas, libros escolares, folletería, entre otros) sostienen que están “tapados de trabajo” y que la crisis no es tal. En un comunicado de la Comisión Interna denuncian que “se trata evidentemente de una maniobra que busca quebrar la organización de la planta para imponer el ajuste que al amparo de la política oficial ya ha avanzado en otros sectores del gremio”.

Tres días antes del anuncio de los despidos, la patronal de Héctor Magnetto había retirado las computadoras de la planta e instalado personal de seguridad privada desconocido por los trabajadores. Ante ello, el fin de semana pasado se inició una vigilia, en respuesta al vaciamiento de trabajos que han desviado a otras plantas gráficas y el desplazamiento de insumos, lo cual incluye 16.000 bobinas de papel que han trasladado a depósitos externos.

Los trabajadores de AGR-CLARÍN se encuentran en este momento en su lugar de trabajo desarrollando un paro por tiempo indeterminado en defensa de sus puestos y condiciones laborales. La empresa está rodeada por policía federal, gendarmería y personal de seguridad privada. Este dispositivo represivo muestra el respaldo del gobierno de Mauricio Macri a la empresa del grupo Clarín, poniendo a su servicio las fuerzas de seguridad, tal como hicieron los Kirchner en la represión de 2004 dentro de la planta, y expresa toda una orientación política de ofensiva general contra todos los trabajadores del grupo Clarín y la clase obrera en su conjunto.

En Clarín-AGEA la empresa ha vaciado literalmente la redacción de trabajadores–unos 250 en los últimos meses- bajo el mecanismo de los retiros voluntarios, que no son otra cosa que despidos encubiertos: tal como se viene denunciando, mientras pagan para que se vayan, el sueldo de los trabajadores no alcanza. En Zepita (la otra planta impresora de Clarín) continúan los aprietes, la persecución y la precarización. El mismo lunes 16 de enero, el edificio de la calle Tacuarí, donde se hace el diario, amaneció vallado y con presencia policial.

La Comisión Interna de Delegados de Prensa de Canal 13 y TN ha denunciado en los últimos días que informes periodísticos, viajes de coberturas de actualidad, producción y edición de notas son desviadas por parte de la empresa a trabajadores tercerizados y también a productoras externas. La Comisión Interna explicó que “La razón de estos desvíos no es otra que la baja del costo laboral, que se traduce en incumplimiento del Convenio Colectivo y la falta de puestos de trabajo, con la multitarea como bandera”.

Ante la ocupación de AGR por parte de sus trabajadores, la Federación Gráfica Bonaerense anunció un paro general del gremio gráfico contra el cierre para el día jueves 19 y afirmó que en las gráficas del gremio no se realizará ninguno de los materiales que se imprimen en AGR-Clarín, una conquista de la tenaz lucha de los trabajadores de AGR. El conflicto ha motivado también la solidaridad de otros gremios, comisiones internas y referentes sindicales.

Los trabajadores de AGR siguen los pasos de los investigadores del Conicet, que ocuparon el Ministerio y lograron la reincorporación de 500 de ellos que habían sido despedidos. Es la expresión de que la lucha de los trabajadores es la mejor respuesta a los planes del gobierno y las patronales, que quieren empleo joven y barato, como lo reconoció el propio ministro de Trabajo, Jorge Triaca. La lucha de los gráficos de Clarín contrasta radicalmente con la entrega de la CGT frente a las leyes antidespidos y de Ganancias y los 200 mil puestos de trabajo perdidos.

El apoyo de distintos sectores a la lucha de AGR expresa la comprensión de que esta avanzada -que busca quebrar la organización combativa de los obreros y liquidar sus conquistas históricas- constituye un ataque contra el conjunto de la clase obrera, en el marco de la ofensiva general del gobierno y los empresarios contra los trabajadores.

Es necesario rodear de solidaridad el conflicto para defender los 380 puestos de trabajo y quebrar la ofensiva contra los trabajadores.

Por estos motivos, solicitamos a los diputados el acompañamiento de este proyecto.