La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje al General Julio A Roca a 102 años de su fallecimiento que se produjera el 19 de octubre de 1914.

Señor presidente:

El propósito de este proyecto es rendir homenaje al General Julio A Roca quien fue dos veces Presidente de la Nación, desde 1880 hasta 1886 y de 1898 hasta 1904 y fue también dos veces Senador de la Nación por la Provincia de Tucumán. Durante su gestión casi se duplicó el territorio de la Nación al incorporarse más de 15000 leguas de la Patagonia y se aseguró el dominio eminente de toda esa región para la Nación Argentina, territorios que también reclamaba Chile. Firmó un tratado de Paz con el vecino país trasandino.

Propició la Ley 1420 del año 1884 impulsada en coordinación con el Ex Presidente Domingo Faustino Sarmiento, su aliado en las lides políticas. Tanta fue la prioridad que Roca asignó a la educación, que designó al ex presidente Sarmiento como presidente del Consejo Nacional de Educación y al ex presidente, Nicolás Avellaneda como Rector de la Universidad de Buenos Aires. La Ley 1420 dispuso que hubiera una escuela cada 1500 habitantes, y en el campo una cada 500 habitantes. Decidió convertir cuarteles, guarniciones, buques de guerra, cárceles, fábricas y otros establecimientos en escuelas para adultos. Impuso la no discriminación, prohibiendo la diferenciación del alumnado según su condición social, color nacionalidad o religión. Decidió que la mujer debía tener la misma educación que el hombre y propuso clases mixtas de mujeres y varones. Fijó sanciones a los padres que no aseguraran la asistencia de sus hijos a la escuela. Estableció que la enseñanza religiosa, solo pudiera impartirse fuera de las horas de clase consistentemente con una fuerte y exitosa política de inmigración donde venían a nuestro país contingentes de católicos, hebreos, protestantes y de otras religiones.

Estas disposiciones lo llevaron a un conflicto con la Iglesia Católica, pero a Roca no le tembló el pulso y ordenó la expulsión del Nuncio Apostólico Monseñor Matera y el rompimiento de las relaciones con la Santa Sede. Aunque luego en su segunda Presidencia reestableció dichas relaciones.

En el año 1898 hizo dictar por el Congreso la Ley 3571 por la cual estableció un tipo de cambio competitivo para la Nación Argentina de 2.27 pesos papel por cada peso oro sellado. Esta disposición aseguró un constante impulso a nuestras exportaciones que permitieron que nuestro país, en 1914, antes de comenzar la Primera Guerra Mundial, tuviere es su Caja de Conversión más oro que el Banco de Inglaterra, país que en ese momento era la primer potencia económica y militar del mundo.

En el año 1902 el Presidente Roca envió al Congreso por medio de su ministro del Interior, el eminente constitucionalista y escritor riojano Joaquín V González, una ley electoral que establecía la elección de los diputados nacionales por el sistema de circunscripciones uninominales, es decir un sistema que permitía el conocimiento y mantenimiento de una relación estrecha entre el Diputado y el pueblo y lugar al que pertenecía, al estilo inglés y estadounidense, países donde la Democracia siempre funciono mejor. De esta manera se fortalecía la verdadera Democracia representativa. Este proyecto de Roca establecía también el voto secreto, sin embargo, lamentablemente ésta disposición fue eliminada por el Senado, a instancias de un grave error del Senador Carlos Pellegrini. No obstante, en las elecciones de 1904, se aplicó este sistema electoral, que permitió que, por el distrito de La Boca, fuera elegido como Diputado el Doctor Alfredo Lorenzo Palacios, el primer Diputado Socialista de América. Lamentablemente la eliminación del voto secreto desprestigió a la ley de 1902 y el presidente Manuel Quintana que sucedió a Roca, la hizo derogar. Hubo que esperar al año 1912 para que se sancionara la Ley Sáenz Peña con el voto secreto, pero esta vez lamentablemente con el sistema de la lista incompleta por provincia que favorece la intermediación de los partidos desde que las listas son confeccionadas en ellos y se pierde la frescura de la conexión directa del pueblo con su representante.

Sería largo Señor Presidente enumerar los enormes logros de las dos Presidencias de Julio Argentino Roca, quien engrandeció al país como ninguno y consolidó sus instituciones. Visto en perspectiva merece estar a la altura de San Martín y Belgrano, entre los padres de la patria.