La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar reconocimiento al padre Pedro Pablo Opeka por su labor como misionero en Madagascar.

Señor presidente:

Pedro Pablo Opeka, también conocido como “Padre Pedro”, nació en Buenos Aires en el partido de General San Martín en el año 1948. De joven emprendió viaje hacia una remota y abandonada isla al este de África: Madagascar. Este cura argentino, hijo de obreros eslovenos, desde hace casi 50 años, hace todo lo posible para devolverles a los habitantes de ese lugar la dignidad que la pobreza extrema les había quitado.

Su causa lo llevó a ser propuesto, durante varios años, como candidato al Premio Nobel de la Paz.

En Madagascar la pobreza es extrema y cientos y cientos de niños mueren bajo la sombra del olvido, del hambre, de la absoluta falta de oportunidades. Sin embargo, el Padre Pedro combate la pobreza, para convertir este país en un lugar mejor.

En este país africano, el sacerdote es muy amado por los habitantes del lugar, quienes lo escuchan con auténtica devoción. Allí, hombres y mujeres trabajan codo a codo para combatir la pobreza, para proyectar un futuro digno.

Cada vez que alguien se acerca en busca de ayuda, el Padre Pedro les aclara que él no regala nada y tiene un lema de vida: “Primero, trabajo, escuela y disciplina; después le pregunto qué oficio tiene. Si es albañil, por ejemplo, se pone a construir”. Aclara en una de las entrevistas realizadas por el periodista Eddie Fitte: “Acá a nadie se le regala una casa. Luego de varios años tienen su casa, nadie la tiene antes de los 5 años. Todo se consigue con esfuerzo y sufrimiento. No se les regala, porque regalando los mimás, les sacás el coraje, la dignidad y yo los quiero demasiado como para asistirlos”.

Respecto al por qué no regresa a la Argentina donde hay tantas carencias, Pedro aclara que eligió Madagascar porque es uno de los países más pobres del mundo, y que cuando lo eligió como destino el nuestro tenía un bajo nivel de pobreza. Pero la situación actual se la atribuye a la corrupción política: “No se luchó. Se le robó a la gente y la gente se dejó engañar”.

En 2007, Opeka fue nombrado caballero de la Legión de Honor francés. El premio, decretado el 12 de octubre de aquel año por el Presidente de Francia, reconoce sus años de servicio público a los pobres en Antananarivo, capital de Madagascar. Este premio reconoce la permanente lucha contra la pobreza llevados por Opeka y por sus 412 compañeros de trabajo: médicos, comadronas, maestros, ingenieros, técnicos y trabajadores sociales, todos ellos procedentes de Madagascar.

También fue merecedor de las siguientes distinciones:

• Caballero de la Orden Nacional de Madagascar.

• Premio Paloma de Oro de Eslovenia.

• Premio Mundo Negro a la Fraternidad (2008).

• En 2008 ganó el premio "Cardenal Van Thuan al Desarrollo y Solidaridad" otorgado por la fundación italiana San Mateo, que recibió en la Ciudad del Vaticano de manos del Papa Benedicto XVI.

• El 4 de diciembre de 2009 recibió del presidente esloveno Danilo Tuerk la Orden Dorada por Servicios.

En Francia se han escrito libros sobre su vida y además Danielle Mitterrand, ex primera dama francesa, le dedicó un capítulo titulado “Pedro Opeka, el sacerdote futbolista de Madagascar” en su libro “Memorias de una primera dama”.

Su obra quedó registrada en numerosos documentales, entre ellos uno de Jacques Cousteau.

Francia, Eslovenia y Mónaco lo han propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz.

Por todo lo expresado solicito el acompañamiento de mis pares a este proyecto de Declaración.