La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

“Incorporación de la práctica de Artes Marciales en la enseñanza educativa argentina”

Solicitar al Poder Ejecutivo para que a través del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación proponga al Consejo Federal de Educación (C.F.E), incorpore al programa anual planificado para cada nivel educativo, la práctica de Artes Marciales: Karate, Kung Fu, Taekwondo o Judo (la actividad que considere más apropiada), en consonancia con lo establecido en la Ley Nacional de Educación N° 26.206 en el artículo 20 inciso f, artículo 27 inciso j, artículo 30 inciso j, artículo 56 inciso e.

Señor presidente:

El presente proyecto de Resolución tiene por objeto la incorporación de las Artes Marciales a la Educación de los niños y jóvenes en las escuelas del país con el objeto principal de favorecer la formación corporal y motriz que se hace referencia en la Ley Nacional de Educación, de manera tal que contribuya la promoción de valores personales y sociales.

¿Por qué las Artes Marciales?, a través de ellas, nuestros niños podrán incorporar sentido de la honradez, de la justicia, compasión, responsabilidad, sinceridad, disciplina, autocontrol, respeto

Las Artes Marciales constituyen una práctica deportiva milenaria que nace en Oriente y que por su fuerte componente filosófico y disciplinario, contribuye a fortalecer el espíritu, cultiva valores deseables para el desarrollo personal y potencia la inserción de los individuos en los entornos sociales.

En los países donde las artes marciales forman parte de la educación se observa en los alumnos mucho más afiatado el fortalecimiento emocional y psicológico. Los educandos incorporan el autocontrol: refrenan el ímpetu y controlan los impulsos violentos. Buscan superarse cultivando el coraje y la tenacidad . A través de la lealtad y la sinceridad tratan de encontrar el camino de la verdad, con el respeto y la tolerancia mejoran las relaciones humanas.

Desde el punto de vista físico, las artes marciales fortalecen la musculatura y la flexibilidad, produciendo mayor bienestar y siendo parte a su vez, de la salud preventiva.

Estas actividades deportivas permiten mejorar la coordinación motriz, la descarga de energía, la promoción de la seguridad y la autoestima de sus participantes. Es de suma importancia que estos elementos sean parte de la formación de los jóvenes, otorgando mayor seguridad y contención, fomentando el alejamiento de peligros, como las drogas y otras adicciones que suelen aparecer como tentaciones en la etapa juvenil.

Es por ello que, dentro de la función social del deporte, las artes marciales constituyen un elemento cuya incorporación a la formación de los niños y adolescentes, no sólo promueve la salud física y mental sino que potencia su desarrollo social al disminuir la violencia y mejorar las condiciones de convivencia. Todo esto nos ayudaría también a preparar mejores ciudadanos.

Por lo expuesto precedentemente, solicito a mis colegas me acompañen con su firma esta iniciativa.