La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

De interés legislativo la Canonización del “Cura Brochero” que se realizará por el sumo pontífice el domingo 16 de octubre de 2016 en la Plaza de San Pedro, en la ciudad del Vaticano.

Señor presidente:

José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), más conocido como el "cura Brochero" o el "cura gaucho", el 16 de octubre próximo será canonizado en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, según anuncios oficiales de la Santa Sede.

Sin dudas, será una ceremonia sin precedente puesto que, si bien Juan Pablo II canonizó a Héctor Valdivielso Sáez (1910-1934), que fue entonces considerado el "primer santo argentino", es la primera vez que un Papa argentino elevará al honor de los altares a un santo, también, argentino.

Ello tiene al mismo tiempo un valor agregado para el suscripto y para sus coterráneos, desde que el Curita Brochero fue cordobés.

Nacido en Santa Rosa de Río Primero, Córdoba, el 16 de marzo de 1840, el Cura Brochero siempre fue conocido como el "Cura Gaucho" por evangelizar a lomo de su famosa mula "Malacara" y por ser gaucho en su forma, tras asumir como propias las necesidades de otros y por su costumbre de predicar el Evangelio con el lenguaje de sus feligreses para hacerlo comprensible (se sostiene incluso que, además de ser un fumador empedernido, era malhablado).

. Fue ordenado cura en 1866, hace 150 años y enseguida se destacó por socorrer a los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó al año siguiente a la ciudad de Córdoba.

Tres años después quedó a cargo del Curato de San Alberto en la localidad de Villa del Tránsito (hoy denominada “Cura Brochero” en el conocido “valle de Traslasierra”) que por entonces, era una zona de gran extensión y con pocos habitantes que vivían en lugares distantes de difícil acceso y comunicación, sin caminos, sin escuelas…

Fue desde aquel momento que “el cura gaucho” no sólo se dedico a predicar la palabra de Dios, sino educó a los feligreses construyó iglesias y capillas, levantó escuelas y abrió caminos entre las montañas. Muy probablemente por ello el Santo Padre haya sostenido en la canonización del Cura Brochero que fue "pionero de la evangelización". Llegó a proyectar un ramal ferroviario que atravesaría el Valle de Traslasierra para sacar a sus queridos serranos de la pobreza en la que se encontraban, y para que realizaran ejercicios y actividades espirituales que si se concretaron.

Su muerte estuvo también signada por aquel rasgo gaucho a partir de que falleció ciego y con la lepra contagiada por tomar mate con los enfermos.

Fue tan grande su obra que trascendió su vida y sus acciones no cesaron con su muerte. Tanto es así que desde su desaparición física infinidad de feligreses le rezaban y tenían fe en él. Por lo que en el año 2004, el por entonces Papa Juan Pablo II lo declaró "venerable".

En 2012, en tiempos del papado de Benedicto XVI, se reconoció el primer milagro por su intercesión: la curación inexplicable de Nicolás Flores Violino, un niño que se salvó de un gravísimo accidente de tránsito en el que sus chances de vivir eran totalmente nulas.

Ello, sin intermediar mucho tiempo, derivó en su beatificación, el 14 de septiembre de 2013, en una ceremonia multitudinaria en la localidad cordobesa que lleva su nombre, Villa Cura Brochero.

Luego, el pasado 22 de enero se produjo -sin explicación médica ni científica- la milagrosa curación de Camila Brusotti a la que los médicos le pronosticaron la muerte o la vida vegetativa.

Literalmente, esta niña sanjuanina estaba al borde de la muerte tras ser salvajemente golpeada. Sin embargo, gracias a las plegarias de su abuelo materno, el cura Brochero hizo que volviera a caminar progresivamente siendo el milagro que lo llevaría a la canonización, tras la pujante fe de Raúl Ríos puesta en él para salvar a su nieta mientras dos médicos conocidos y de prestigio le decían :

"No pidas nada, Raúl, es preferible que tu nieta muera a que quede como un vegetal". Camila fue dada de alta al poco tiempo y salió hablando… Fue un milagro.

Por tratarse de un acontecimiento único y, probablemente, irrepetible en nuestras vidas, solicito a mis pares la aprobación del presente Proyecto.