La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profundo pesar por el fallecimiento del ex Primer Ministro y Presidente de Israel Shimon Peres.

Señor presidente:

Acaba de fallecer Shimon Peres, uno de los padres fundadores del Estado de Israel. Su vida es también la vida de ese país, que hoy alberga a personas de todas las etnias y credos en una de las regiones más inestables del mundo. Mientras el mundo lloraba de felicidad por el acuerdo de paz celebrado entre Colombia y las FARC hace apenas tres días, hoy llora de tristeza ya que uno de los embajadores de la paz más importantes del siglo pasado nos ha dejado.

Su importante figura se ve reflejada en su historial político. Ocupó los más diversos cargos en el Parlamento israelí, el Knesset, más que cualquier otro compatriota: Ministro de Transporte, Ministro de Finanzas, Ministro de Defensa, Ministro de Relaciones Exteriores, Presidente y Primer Ministro. Desempeñó sus funciones en gobiernos de distinto color político: desde los más abiertos al diálogo con los adversarios de Israel, como el de Yitzhak Rabin, hasta los más opuestos a llegar a un acuerdo de paz, como el de Yitzhak Shamir. Peres trabajaba para el Estado que él supo construir.

Peres, como tantos otros judíos de principios del siglo pasado, se mudó junto a su familia al Mandato británico en Palestina, con el fin de cumplir con el sueño del pueblo judío: reestablecerse en la tierra de la que fueron exiliados por los romanos hace cientos de años.

Los comienzos no serían fáciles para Peres y otros jóvenes judíos. Después de que las Naciones Unidas declarara la creación de un Estado judío y un Estado árabe en el

mandato de Palestina, Peres, luchó valiente e incasablemente junto sus compatriotas bajo el mando de David Ben Gurión, el primero de los Primer Ministros de Israel, en pos de la consagración de Israel como el único Estado judío del mundo.

Sin embargo, por muy relevantes que hayan sido sus conquistas militares, no se comparan con sus conquistas por la paz. Peres fue uno de los artífices de los acuerdos de Oslo, un conjunto de pactos entre Israel y las autoridades palestinas que hasta el día de hoy son la piedra angular para imaginar un futuro de paz entre el pueblo judío y el pueblo palestino. Este logro, el unir a dos pueblos históricamente enfrentados, con el objetivo de sentarse para dialogar por un futuro juntos, le valió el Premio Nobel de la Paz en 1994.

Si bien Peres nunca llegó a ver cristalizada esa paz por la que tanto luchó, nunca bajó los brazos y siempre insistió con que la única posibilidad para alcanzar la paz era con la creación de un Estado palestino, vecino de Israel.

Peres, en una de sus tantas frases que quedarán grabadas para la humanidad el resto de la historia, le dijo a Saeb Erakat, el líder diplomático en las negociaciones por los acuerdos de Oslo por las autoridades palestinas, “Negociar con frustración y pena durante cinco años es más barato que intercambiar balas por cinco minutos”. Su insistencia con el diálogo y no con la guerra debe ser un ejemplo para todo el mundo. Y hoy, más que nunca, debe guiar su enseñanza a todos los pueblos y a todos los gobernantes de buena voluntad.

Por lo expuesto, Sr Presidente, es que solicito la aprobación del presente Proyecto de Declaración.