La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través del organismo que corresponda, realice actividades en conmemo-ración del 69° aniversario del “Día Nacional de los Derechos Po-líticos de la Mujer”.

Señor presidente:

La ley 24.785 estableció en todo el territorio de la Nación Ar-gentina que el día 23 de septiembre de cada año se establezca el “Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer”, en memo-ria de la publicación de la ley 13.010 que consagró la igualdad de derechos políticos entre el hombre y la mujer.

Podemos citar como antecedente legislativo la Ley 13.010 que inicia su debate en la Cámara de Senadores el 21 de agosto de 1946 y, luego de pasar en revisión a la Cámara de Diputados, es sancionada el 9 de septiembre de 1947. Se promulga el 23 de se-tiembre a través del decreto 29.465, publicándose en el n° 15.877 del Boletín Oficial con fecha 27 de setiembre del mismo año.

Se dislumbra el protagonismo social de la mujer en el mundo, siendo el derecho de voto como el resultado de las modificacio-nes que habían sufrido las estructuras sociales en los países de civilización occidental, permitiéndole asumir todas las responsa-bilidades de la vida común. La mujer era protagonista en las fá-bricas, en los talleres, ejercía distintas profesiones en el ámbito de la medicina como en el educativo.

Se establecía la necesidad de un cambio, donde pudiera conjugar los derechos políticos de la mujer amparados por la Constitución Nacional, entendidos como su derecho a elegir mediante el sufra-gio y su derecho a ser elegida; esto es, el ejercicio de su vocación de servicio al bien común de la sociedad toda.

En la Argentina, la lucha por los derechos políticos igualitarios de las mujeres se inició a finales del siglo XIX, adquiriendo una presencia contundente –a través de numerosas acciones– a partir de la declaración del voto universal que no las incluyó.

No podemos dejar de mencionar las palabras de Eva Duarte de Perón a las mujeres argentinas: “…La mujer puede y debe votar.

El voto femenino, la facultad de elegir y de vigilar desde la trin-chera hogareña el desarrollo de esa voluntad se ha convertido así más que en una aspiración, en una exigencia impostergable. La mujer puede y debe condicionar su propia conciencia a la con-ciencia de la comunidad de la que forma parte activa y vital. En el camino del hogar a las urnas, está implícita la transformación de la vida cívica argentina por el aporte de una nueva valoración po-lítica, ajena a toda sugestión electoral que no sea la reclamada por la probidad, la conducta y el sentido del orden que rigen la sensi-bilidad y el espíritu femenino”.

“…La mujer puede y debe votar en mi país, la mujer votará si los camaradas legisladores –ahondando en sus responsabilidades na-cionales- ofrecen a todo un vasto y ansioso sector humano el pre-cioso instrumento de su reivindicación civil: el derecho a elegir y ser elegidas como en las comunidades democráticas más avanza-das del mundo”.

Pero también se han considerado derechos políticos otra serie de demandas que no se circunscriben exclusivamente al voto: el de-recho a la educación, al trabajo y a la libre decisión sobre los cuerpos, entre otros. Las mujeres se han organizado –históricamente– para demandar la inclusión de sus derechos en todos los aspectos que refieren a su condición de ciudadanas, si-tuación que aún continúa.

Hubo muchísimas mujeres que lucharon pero que también fueron silenciadas por la historia oficial. Entre ellas merecen destacarse la socialista Alicia Moreau de Justo; la radical Elvira Rawson y la independiente Julieta Lanteri, que recurrieron a diversas es-trategias para instalar la problemática en la agenda pública.

Señor Presidente, solicitar actividades en conmemoración del 69° aniversario del “Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer”, se plantea ante la necesidad de reformular la participa-ción de las mujeres en el espacio legislativo y su implementación, permite el acceso de mujeres a cargos legislativos y, con el correr del tiempo, mejorar la calidad institucional. Hace varios años que muchos países, Francia y Chile, por ejemplo, están discutiendo e implementando una reglamentación sobre la paridad en todos los poderes de gobierno, tanto Ejecutivo, Legislativo como Ju-dicial. Esto, en la Argentina, es actualmente materia de discusión.

Señor Presidente desde la promulgación de la ley la mujer queda igualada al hombre con todos sus derechos y deberes, a saber los políticos, económicos, sociales y humanos que acuerda al varón la Constitución y las leyes argentinas, creemos que hay mucho por hacer, es por ello, que solicito la aprobación del proyecto que someto a consideración.