La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar repudio al aval que el Presidente Mauricio Macri expresara a su par uruguayo Tabaré Vázquez para la instalación de una nueva planta productora de celulosa en la República Oriental del Uruguay, constituyendo un grave apartamiento de lo resuelto por el Tribunal Internacional de la Haya.

Señor presidente:

Queremos expresar por el presente, enérgico rechazo y repudio al aval manifestado por Presidente Macri a su par uruguayo Tabaré Vázquez para la instalación de una nueva planta de celulosa en la República Oriental de Uruguay. Cabe referir, que la nueva planta tendrá mayor capacidad de producción a la ya instalada sobre Fray Bentos, con impacto en el Río Uruguay.

Cabe destacar que la Corte Internacional de Justicia de la Haya, principal órgano judicial de las Naciones Unidas en la causa relativa a las plantas de celulosa, estableció que la República Oriental del Uruguay incumplió con el Estatuto de 1975 del Río Uruguay.

La Corte de la Haya ha establecido la obligatoriedad de ambos países de informar, notificar y negociar a través de la CARU, organismo mixto creado por el Estatuto de 1975, a los efectos de que evalúe sobre la factibilidad medio-ambiental.

Pero además de ello, consideramos oportuno citar la Encíclica Papal “Laudato Sí, que establece expresamente que “Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva. La pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios”.

Claramente la voluntad del Presidente Macri, avasalla principios jurídicos internacionales y de derechos humanos, producto de una mirada que no va más allá de lo inmediato, razón por lo cual esta voluntad sólo se explica en función de que se busque un rédito económico rápido y fácil, sin tener en cuenta el costo de los daños que se ocasionan a la preservación con el costo de la degradación ambiental.

Que no obstante las manifestaciones públicas realizadas por el gobierno argentino de “…proceder a controles ambientales, conjuntos, transparentes y concluir el monitoreo a UPM”, según lo manifestado por el jefe de Gabinete en el informe 95, se contradice con la decisión de las cancillerías de Argentina y Uruguay de suspender por el momento la instalación de un laboratorio para realizar en forma conjunta el monitoreo de los efectos ambientales de la planta.

En virtud de ello, y en defensa del derecho a un ambiente sano, libre de contaminación, el pueblo de Gualeguaychú, al igual como ocurriera con la planta celulosa Botnia, se ha expresado en rechazo de una nueva pastera conforme se ha manifestado públicamente el Intendente Dr. Esteban Martín Piaggio.

Por lo referido, consideramos oportuno esta Honorable Cámara se expresen defensa de un ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible es esencial para el pleno disfrute de una amplia gama de derechos humanos, entre ellos los derechos a la vida, la salud, la alimentación, el agua y el saneamiento, a cuyo efecto solicito el acompañamiento a esta iniciativa.