La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profunda preocupación por la grave situación económica y productiva que atraviesan los productores de fruta fina en la provincia de Chubut ante el fuerte ingreso de importaciones provenientes de la República de Chile.

Señor presidente:

El grupo frutas finas agrupa a un conjunto de especies frutales (frambuesa, frutilla, mora, arándano, etc.) que se caracterizan principalmente por su reducido tamaño, en comparación a las pomáceas o frutas de pepita (manzana, pera, membrillo) o las cítricas. Estas frutas finas constituyen producciones intensivas tanto en mano de obra como en capital que, por las características de perecibilidad de estos cultivos, plantean requerimientos muy específicos en relación a la poscosecha y al transporte de los frutos.

En la Argentina la producción de frutas finas se ha convertido en una actividad agroindustrial de suma importancia, debido a los variados productos de alta demanda que ofrece, a la generación de empleos y, asimismo, al fuerte impacto económico que esta clase de cultivos produce en las economías regionales donde tienen lugar. La productividad del cultivo depende de la producción por planta, factor directamente relacionado con la elección de la variedad y sus condiciones fisiológicas, manejo sanitario, ambiente, nutrición y riego. Por tratarse de frutos muy perecederos, esta actividad productiva impone requisitos muy específicos con relación a la postcosecha y al transporte.

La positiva evolución de la producción de frutas finas así como el creciente interés por parte de los actores de esta cadena agroalimentaria en contar con un foro productivo sectorial provocó que, a principios del año 2006, la ex Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación (SAGPyA), convocara a la primera reunión para fundar el Foro Federal de Frutas Finas, el cual quedó formalmente constituido por medio de la Resolución 281/08. El accionar permanente del Foro, desde su creación, ha contribuido a definir el perfil y los objetivos del sector productor de frutas finas en la Argentina

A través de este órgano – integrado por las entidades públicas y privadas representativas del sector – se ha logrado generar un ámbito de trabajo y discusión que permitió oportunamente consensuar criterios, prioridades y acciones, tendientes a aumentar la competitividad de la cadena.

Las funciones más importantes del Foro son: a) asesorar al Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos sobre los temas referidos al sector; b) facilitar el acceso a la información técnica, económica y comercial a todos los agentes de la cadena; c) unificar criterios, prioridades y acciones, optimizando el uso de los respectivos recursos humanos y técnicos; d) proponer políticas, proyectos, leyes, resoluciones o modificaciones de la normativa vigente; e) mejorar la calidad de los productos estableciendo normas de diferenciación en la producción, transformación, fraccionamiento, transporte y comercialización; f) participar en la elaboración de Protocolos de Calidad en el marco de la Resolución SAGPyA Nº 392/05 (Sello de Calidad Alimentos Argentinos); g) Mejorar el posicionamiento de los productos en el mercado externo y h) Participar en la elaboración de un Plan Estratégico, con el fin de aumentar la competitividad de la cadena de frutas finas.

Aunque de acuerdo al Reglamento la sede permanente es la SAGPyA, el Foro ha decidido rotar los lugares de sesiones entre las regiones más representativas de estas producciones. Así, desde su inicio el Foro se ha reunido en seis oportunidades. Durante el año 2006 en la Ciudad de Bs. As.; en 2007, en El Hoyo (Chubut) y en Concordia (Entre Ríos); y durante 2008, en El Hoyo (Chubut), Neuquén y Mar del Plata (Bs. As.).

Señor presidente, tomando como base los fundamentos expuestos en los párrafos precedentes, y dada la importancia que reviste la actividad relacionada con la producción de fruta fina, la grave situación por la que atraviesan los productores de Lago Puelo, El Hoyo y Epuyén en la provincia de Chubut y El Bolsón, en la provincia de Río Negro, es por demás preocupante.

Las cuatro localidades mencionadas producen más de 1.320 toneladas anuales de fruta fina en más de 220 hectáreas. Sin embargo, a cinco meses de una nueva cosecha, 150.000 kilos de esta producción se encuentra están en cámara de frío. Esta difícil realidad está dada por la disminución de las ventas a nivel nacional como consecuencia de medidas económicas que impactaron negativamente en el sector, entre ellas suba de tarifas en los servicios públicos, principalmente de la electricidad, lo que repercute en un alza del costo de la cadena de frío del producto que debe mantenerse a una temperatura bajo cero, y por la entrada de importaciones desde Chile a un menor precio que el se comercializa en nuestro país, demostrando una clara acción de dumping.

El trabajo en la producción de fruta fina da comienzo durante la primavera y se extiende hasta casi entrando el otoño siguiente. Es en ese momento cuando la primera parte de la cosecha seguramente se encuentra en condiciones de ser comercializada, mientras que el resto permanece en cámaras de frío hasta poder ser vendida en los comercios de la de la región. El objetivo es venderla a las grandes y pequeñas fábricas de dulces caseros que procesarán el producto en forma artesanal, para que luego llegue a las distintas cadenas de comercialización, dándole un verdadero impulso productivo a toda la zona. Es un ciclo suele repetirse cada año, pero el presente duele a los productores de Lago Puelo, El Hoyo y Epuyén, del lado chubutense de la comarca, y de El Bolsón, en Río Negro. Es que a solo cinco meses de una nueva cosecha, todavía 150.000 kilos de fruta fina están guardados en cámaras de frío esperando ser insertadas en el mercado.

Lo mencionado está en directa relación con las medidas implementadas por el gobierno nacional generando una competencia desigual con las importaciones de fruta fina provenientes de los productores de la República de Chile, quienes que con menores costos en su mano de obra, ofrecen un valor de mercado por debajo del que se comercializa en nuestro país.

La producción de fruta fina es realmente una fuente de empleo significativa para la región y las condiciones planteadas frente a la apertura de la importación provoca verdaderos cuadros de crisis económica y productiva que conllevan a una sensible baja en la venta de los productos nacionales elaborados a partir de la cosecha de las especies frutales y a la reducción de mano de obra en el sector de la pequeña y mediana empresa.

Nuestro país ya experimentó la apertura indiscriminada de productos importados con desastrosas consecuencias para nuestra industria y comercio que fueron reparadas por las políticas de fabricación nacional y empleo genuino implementadas por el gobierno anterior a la actual gestión.

Por lo expuesto, solicito de mis pares la aprobación del presente proyecto de declaración.