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PROYECTO DE TP


Expediente 4714-D-2016
Sumario: RELIQUIAS PERTENECIENTES AL TENIENTE GOBERNADOR, DOCTOR JOSE IGNACIO DE LA ROZA, UBICADAS EN EL "MUSEO HISTORICO NACIONAL". SE DISPONE SU RESTITUCION AL GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN.
Fecha: 04/08/2016
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 99
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


RESTITUCION DE RELIQUIAS PERTENECIENTES AL TENIENTE GOBERNADOR, DR. JOSE IGNACIO DE LA ROZA AL GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN.
Art. 1°.- Restitúyanse al Gobierno de la provincia de San Juan las reliquias pertenecientes a José Ignacio de la Roza que se encuentran en el Museo Histórico Nacional.
Art. 2°.- Dichos objetos se encuentran registrados bajo el número de Inventario del Museo Histórico Nacional: MHN1193, MHN1313, MHN1250.
Art. 3.- De forma.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


En el Museo Histórico Nacional se encuentran reliquias pertenecientes a José Ignacio de la Roza; Estos objetos fueron los obsequios recibidos por parte del Gobernador Intendente de la Provincia de Cuyo, General José de San Martín. Estas reliquias son, un bastón de mando que se lo había enviado el General cuando se encontraba todavía en la capital cuyana, y dos retratos de tres cuartas partes de cuerpo pintado por el capitán Gil de Castro en 1818, remitido por el General San Martin desde Santiago de Chile. Lo que nos da a entender que fueron los dos reconocimientos que recibió José Ignacio de la Roza en la gloriosa empresa libertadora, previo a la partida de San Martín al Perú.
Desde la tierra que acunó estas reliquias, pasaron a ocupar otro espacio, llamado “El Templo de las Glorias de la Patria”, en una institución que había sido fundada por decreto el 24 de mayo de 1899. Esta institución es el Museo Histórico de la Capital, como fue llamado inicialmente, actualmente se lo conoce como Museo Histórico Nacional, cuyo objetivo era dar cabida en él a los trofeos y reliquias de la patria y a todas aquellas manifestaciones objetivas vinculadas a la historia civil y militar de nuestra Nación. La inauguración oficial recién se llevó a cabo el 15 de febrero de 1891.
El promotor de la creación y formación de esta prestigiosa institución fue el prestigioso Dr. Adolfo P. Carranza, quien tuvo la misión de visitar las provincias para rescatar los objetos históricos para que sean conservados y exhibidos en el Museo, privilegiando desde entonces al público metropolitano que podía visitar sus muestras, mientras que el público de las provincias emisoras de estos objetos no.
En el Archivo de la Nación Argentina; Paso de los Andes y Campaña Libertadora de Chile página 445, corrobora que “los brazos auxiliares de San Martín, en el gobierno fueron: Toribio de Luzuriaga en Mendoza, Vicente Dupuy en San Luis, y José Ignacio La Roza en San Juan: tres beneméritos de la Patria, dignos por sus servicios del más alto respeto de la posteridad”. Para que ese respeto sea perdurable en el tiempo lo más justo sería que sus relictos vuelvan finalmente a su tierra de Cuyo, espacio donde le toco actuar en momentos muy difíciles de su vida, pero que en cada acto de su vida dejo una fuente de inspiración de hombre de bien y servidor de su patria.
Don José Ignacio de la Roza nació en la ciudad de San Juan el 1 de agosto de 1788. Fueron sus padres don Fernando de la Rosa y doña Andrea Torres, así lo declaraba en su partida de bautismo el padre don Francisco Cano. Fue el mayor de once hermanos. Hizo sus estudios primarios en San Juan y estudió derecho en la Universidad Mayor de San Carlos de Córdoba, recibiéndose de licenciado y doctor en jurisprudencia en la prestigiosa Universidad de San Felipe en Santiago de Chile, el 29 de diciembre de 1806.
Sin dudas, el Teniente Gobernador Dr. José Ignacio de la Roza, fue el gobernante cuyano que mejor interpretó las ideas y principios del General San Martín, en la gesta libertadora. “Este ilustre patricio fue íntimo confidente de San Martín, quien lo reconoció como uno de los más infatigables colaboradores en la obra magna, que con victorias espléndidas era coronado en Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, y en Maipú el 5 de abril de 1818. El gobierno de Chile, agradecido sus servicios, le nombró miembro de la “Legión de mérito”. La Legión al "Mérito de Chile" había sido creada el 1º de junio de 1817 por el Director Supremo, Libertador General don Bernardo O'Higgins, con el objeto de premiar servicios civiles prestados a la Nación.
El Dr. José Ignacio de la Roza, murió en Perú, en completo olvido aproximadamente el 9 de octubre de 1839. Al igual que otros hijos ilustres de San Juan y colaboradores de la gesta sanmartiniana como Fray Luis Beltrán y Francisco Narciso Laprida, sus restos no fueron hallados jamás hasta el momento.
No solo el país trasandino reconoció los servicios prestados por nuestro José Ignacio de la Roza a la epopeya libertadora sino que también lo hizo el mismo General San Martín, otorgándole en el año 1816 el grado de Capitán del Ejército de los Andes. Y dos obsequios, como manifestación de su patriotismo y estimación, obsequios que hasta el día de la fecha permanecen en el olvido de muchos de los sanjuaninos, ellos son:
- Bastón de Mando (Inventario N° MHN1250)
“Siempre ha sido un elemento de distinción entre los hombres del pasado, también de bien lucir y de buena amistad. El General San Martín tuvo varios bastones y para él era un honor regalarlo a dignatarios o amigos íntimos, ya que se trataba de una costumbre de la época”. Uno de estos bastones fue obsequiado a José Ignacio de la Roza; el historiador Ismael Bucich Escobar (en “Las Reliquias de San Martín en el Museo Histórico Nacional”, Buenos Aires, 1936) dice: “Mencionaremos, siquiera sea de paso, algunas otras reliquias valiosas entre las que poseyó o usó en vida el Libertador. Se hallan distribuidas en tres vitrinas empotradas en los espesos muros que forman la galería donde se despliega su vida pública. Dos bastones que fueron de su propiedad destacándose sobre el conjunto. De marfil el uno, delgado, de una sola pieza trunca en su empuñadura: es el que usó algún tiempo en Mendoza y regaló después a su fiel amigo y colaborador D. José Ignacio de la Roza, teniente gobernador de San Juan. El otro corresponde a la época de su ostracismo en Europa; es de caña de la India con estoque y empuñadura de oro, y el nombre del dueño grabado en uno de los anillos que lo ciñen. Faltaría el tercero, aquél que puso en manos de la Virgen del Carmen en la inolvidable ceremonia de la jura de la bandera en vísperas de abrir la campaña sobre Chile”.
El historiador, no declaró cuándo hizo su ingreso este valioso bastón al Museo, ni cómo llegó el mismo a estas vitrinas o si se labró algún acta de entrega al respecto. De todas maneras es muy importante el aporte que nos dejara Bucich Escobar sobre las características del bastón obsequiado a su fiel amigo José Ignacio de la Roza, ya que es un antecedente muy importante para corroborar que el bastón le perteneció a nuestro Teniente Gobernador.
Más adelante en el tiempo, año (1981), nuestro activo historiador César H. Guerrero publicaba en su trabajo, “José Ignacio de la Roza, Un apóstol de la Libertad”, donde dedicó unas páginas a estos obsequios y nos detallaba aún más, el recorrido de la mencionada pieza. “Por eso el General, grato y justiciero conductor de una expedición homérica como la suya, le obsequiaba a su teniente gobernador, un bastón de mando, el cual, aunque mutilado, se conserva en el Museo Histórico Nacional. La donación a este Museo la hizo su nieto, llamado también como el abuelo, “José Ignacio”, el 13 de julio de 1897, cuando el Dr. Adolfo P. Carranza andaba por las provincias recogiendo atributos históricos para su museo de Buenos Aires.
La nota de referencia que se guarda en el archivo de dicho museo, (En el Libro de donaciones IV, folio 177, año 1897, Inventario MNH 1250) dice así: “Señor Adolfo P. Carranza. En el año 1817, el General San Martín, jefe del ejército de los Andes, llamó al Gobernador de San Juan, Dr. José Ignacio de la Roza, para acordar y ordenar la marcha de la división de esta Provincia, a las órdenes del coronel Dupuy, (el donante se equivocaba pues el conductor no era Dupuy, de la División sanjuanina, lo fue el Teniente Coronel tucumano Juan Manuel Cabot) la que victoriosamente se apoderó de la provincia de Coquimbo. Al regresar el Gobernador de la Roza le obsequió el bastón que le acompañó. Este existió hasta el año 20 con una rica empuñadura de oro, entonces tuvo lugar la funesta revolución de esa época y robado el bastón que algún tiempo después, apareció faltándole la empuñadura y regatón. Esta reliquia señor Carranza, debe tener un lugar preferente en el Museo nacional del que Ud. es digno Jefe. Firma José Ignacio de la Roza, nieto del Teniente Gobernador, fallecido en San Juan en 1910.
Además, Cesar H. Guerrero añade a su minuciosa investigación. “De esta manera ha llegado al Museo Histórico Nacional, donde se exhibe con el No.1250, el Bastón de mando gubernativo del Dr. De la Roza, obsequiado, como mérito a los importantes servicios prestados a la Patria, tan desinteresadamente por el abnegado gobernante…Concluía. Muy sensible resultó aquél robo de la empuñadura del bastón que mencionamos, porque de seguro que ella hubiera reflejado otro antecedente en la inscripción que debió llevar, signando alguna referencia o dedicación del donante”.
Concluimos afirmando que el bastón perteneció a nuestro Teniente Gobernador, tanto Bucich Escobar como Guerrero, así lo aseguraban. Y lo más importante es el relato que nos narrara José Ignacio de la Roza, el nieto del doctor en su carta, de cómo fue realizada la donación del bastón, y el año en que se produjo, previo al cruce de la cordillera.
El primero de ellos ya declaraba en sus escritos que era realizado en marfil y trunca en su empuñadura. El segundo sostenía lo mismo que resultó muy sensible el robo de la empuñadura, hecho lamentable que sucedió en nuestra provincia entre los años 1817 a 1897, además del regatón. Y se deja en claro, que por medio de una nota fechada el día 13 de julio de 1897, realizada por el nieto menor que el bastón fue donado personalmente al Dr. Adolfo P. Carranza en lo que fue, al parecer, su segunda visita a San Juan ya que la primera fue realizada el día 12 de marzo del año 1892 cuando el entonces gobernador Dr. Alejandro Albarracín junto con el obispo José Wenceslao Achával, le hacían entrega de la Bandera de Talavera.
 Dos Retratos del General San Martín pintado en Santiago de Chile en 1818, por el pintor peruano José Gil de Castro. (Inventario MHN 1313 – tamaño 1.10 x 0.84mt.; y MHN 1193 – Tamaño 1.23 x 0.84mt).
El primer cuadro fue pintado al óleo cuando San Martín tenía aproximadamente 40 años de edad. Es uno de los seis o quizás más cuadros del prócer, pintados por este artista. En toda esta serie San Martín aparece de 3/4 de perfil derecho, con grado de coronel mayor y uniforme de granadero.
Como se observa en dicha pintura, en el pecho el General San Martín lleva prendido el escudo en forma de estrella, premio obtenido en la gloriosa batalla de Chacabuco, y la banda celeste de Comandante en Jefe del Ejército en Compañía.
“Es considerada la mejor realizada; peinado y chuletas de la época” Está reconocida como su expresión fisonómica de la década heroica que abarcaba de 1812 a 1822. Es asimismo, uno de los cuatros retratos considerados oficial e históricamente como legítimos.
Ernesto Quesada en su obra, apuntaba “otro retrato debido del mismo pintor y hecho en aquella época, el cual fue regalado por San Martín al señor J. I. de la Roza, gobernador de San Juan, en poder de cuya familia ha estado hasta hace poco que fué entregado al general Roca, hoy presidente de la república, quién lo donó al museo. Este retrato es el mejor de la serie por el cariño con que esta cuidada la fisonomía; y bien a constituir el más notable documento iconográfico sobre el gran capitán argentino, pues lo representa en Chile en 1818, fresco aún los laureles de Chacabuco y Maipú. El museo se ha esforzado, con razón, en popularizar esa joya por medio de la reproducción, distribuida profusamente al público“. “Ernesto Quesada, en su obra, aseguraba ser este, el retrato obsequiado por el General San Martín a José Ignacio de la Roza, pintado en el año 1818”
Es común, encontrar este retrato del que se hace alusión en las tapas de las publicaciones del Instituto Nacional Sanmartiniano. En una de ellas, publicada en el año 1946 y reimpresa en 1949, titulada Instituto Sanmartiniano (5 de Abril de 1939) al Instituto Nacional Sanmartiniano (27 de Junio de 1945), apuntaban en la contratapa. “El original del retrato que aquí se reproduce está en el Museo Histórico Nacional, que lo recibió por donación del General Roca el 29 de diciembre de 1890. No se sabe, en qué época llegó a manos del ex Presidente de la República. Antes fue poseedor el gobernador de la provincia de San Juan, don José Ignacio de la Rosa, a quien se lo había regalado el Libertador, alrededor del año 1819”. Puede que haya sido este año o un año antes, lo que si queda claro que fue después de la batalla de Maipú o de Maipo, ganada por los patriotas el 5 de abril de 1818.
Desde las aseveraciones realizadas primero por el notable curador Roberto Amigo, como la del ilustre historiador Ernesto Quesada, hasta esta última afirmación incluida en la revista del Instituto Nacional Sanmartiniano, todos coinciden también en señalar, que el retrato perteneció al Dr. José Ignacio de la Roza.
Algunas de estas respuestas, a estos interrogantes fueron dadas en los años 1930, por el distinguido y antes mencionado historiador, y que había ocupado el cargo de Superintendente de Museos y Lugares Históricos de la Nación, Ismael Bucich Escobar en su trabajo, titulado: “Reliquias Mendocinas en el Museo Histórico Nacional” dice “El clásico retrato del Gran Capitan, pintado por el artista peruano José Gil en 1818. Aunque ejecutada en Santiago de Chile, esta imagen representa la configuración física del general de los Andes en la plenitud de su dinamismo guerrero, tal como le vieron los mendocinos en 1817, con su mirada dominadora y su porte bizarro, dueño de sí mismo y poseedor de los grandes conductores. Este famoso retrato, el primero de San Martín que se conoce, ha debido recorrer una sufrida peregrinación antes de llegar al Museo. Lo envió de regalo el héroe, a poco de ser pintado, a su entrañable amigo y colaborador, el doctor José Ignacio de la Roza, teniente gobernador de San Juan. En medio de las vicisitudes por que atravesó este benemérito patriota cuyano en sus últimos años, consiguió afortunadamente, conservar el preciado obsequio y transmitirlo como herencia a su hijo, La necesidad obligó a éste, que vivía en Mendoza en la época luctuosa de las guerras civiles, a subastarlo, adquiriéndolo don Domingo Villanueva, quien tuvo la feliz inspiración de colocarlo en el Salón Capitular del Cabildo de esta ciudad. De ahí lo retiró don Joaquín Villanueva para ofrecerlo al General Roca, el cual lo donó al Museo en 1890”.
César H. Guerrero, en su obra, también hacía su aporte al respecto. “El Dr. de la Roza lo guardó como el más preciado tesoro, hasta su destierro. Muchos años más tarde, en 1885 para ser más precisos, su familia obsequió a su vez dicho retrato al Presidente de la República, General Julio A. Roca, en oportunidad de su viaje inaugural del ferrocarril Gran Oeste Argentino a San Juan. El General Roca, con muy buen criterio se desprendió de tal reliquia, donándola a su vez al Museo Histórico Nacional, donde se conserva como una prenda de inestimable valor”. El autor, también agregaba en su trabajo, el retrato pintado por Gil de Castro. “La copia que reproducimos fue cedida muy gentilmente por la dirección del mencionado Museo, la cual se ha difundido ampliamente este año, con motivo del bicentenario del nacimiento del eminente prócer”. Con ello se puede decir que Guerrero, también fue el primero en preocuparse por difundir el retrato del General San Martín en nuestra provincia a través de su trabajo antes citado , ya que previo a él, sólo lo habían hecho historiadores bonaerenses. Aunque la copia no es para nada buena pero es útil para comparar sus claros oscuros con los demás retratos.
Finalmente Bucich Escobar confirmaba que el retrato hacía su ingreso al Museo Histórico Nacional, en el año 1890. Además nos dejaba su explicación del probable itinerario que realizó el retrato. En una primera instancia fue subastado por don Rosauro de la Roza, hijo de José Ignacio cuando se encontraba viviendo en Mendoza y adquirido en un primer momento por don Domingo Villanueva, para posteriormente pasar a manos de Joaquín Villanueva. Este último es quien hacía entrega del retrato a Roca. Esta entrega aconteció, cuando el presidente Julio A. Roca visitaba la provincia cuyana para dejar oficialmente inaugurado el servicio ferroviario entre Mendoza y Buenos Aires. “Inauguración que se produjo el día 10 de abril del año 1885, su comitiva de casi 300 personalidades permanecieron en Mendoza siete días”. Es verosímil, que fue en este lapso de tiempo que don Joaquín, le hizo entrega del mencionado retrato a Roca, que cinco años después lo donara al Museo Histórico Nacional. Mientras que la otra versión era dada por Guerrero. Él sostenía que el retrato fue cedido en San Juan al Presidente Roca y no en Mendoza, no detallaba por quien fue entregado el mismo o si se levantó un acta al respecto como si se hizo con el bastón de mando. Probablemente el retrato fue entregado también por sus nietos José Ignacio o Rosauro.
Este retrato es más conocido en la hermana República de Chile o en Perú, que en nuestro país o en San Juan, es casi desconocido. No aparece exhibido alguna copia de él, en la Celda donde se alojara el General San Martín cuando hizo su visita el día 9 de julio del año 1815, a nuestra provincia, y que permaneció hasta el día 14 del corriente mes. Celda, que por pedido del General San Martín en el año 1816 al Teniente Gobernador José Ignacio de la Roza, se transformó en cuartel. Denominado Cuartel I de Cazadores de los Andes. Esta histórica construcción resultar ser actualmente, el único cuartel militar de todo el Ejército de los Andes que se conserva en pie en todo el país. Por ello es muy visitado por numerosos turistas y estudiosos de distintos puntos del país y del extranjero. El contexto y la historia reclaman que el retrato sea exhibo en este histórico edificio.
El pintor Gil de Castro y sobre todo el General, tenían en claro que debían dar a conocer la imagen física de San Martín. Era dar a conocer la imagen del vencedor de los Andes. El mismo pintor hizo copias del mismo retrato seis veces.
A lo largo de nuestra historia, pocos patriotas como el Dr. José Ignacio de la Roza, tuvieron el reconocimiento del General San Martín y del General Manuel Belgrano de los miles y miles de hombres que estuvieron a sus órdenes. El primero de ellos con sus obsequios antes detallados, mientras que nuestro creador de la bandera, lo hacía con sus palabras de agradecimiento y de gratitud por su incansable colaboración en la gesta libertadora.
El reintegro de los obsequios cedidos por el General San Martín al Dr. José Ignacio de la Roza, a nuestra provincia, es una materia pendiente, un anhelo y contar con ellos sería para nuestro pueblo un motivo de orgullo. La ex Diputada Nacional y ex Presidenta de la Junta de Estudios Históricos de San Juan, y Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia, Prof. Margarita Ferrá de Bartol, a través de la Ley 26.676, restituyó a la Provincia de San Juan la Bandera Ciudadana que capitaneó la IV División del Ejército de los Andes al mando de Juan Manuel Cabot, hoy llamada en nuestra provincia “la Bandera Cabot” que se puede visitar en nuestro Centro Cívico, y es un motivo de orgullo para todos los Sanjuaninos. Además, está acompañada por la Bandera de Talavera, que es un trofeo de guerra arrebatado al Ejército Realista. El retorno de la Bandera Cabot se hizo efectiva en el 25 de julio de 2012, donde miles de personas participaron en una emotiva ceremonia.
Queremos agradecer la colaboración en la confección de estos fundamentos la destacable y activa labor del Lic. Iván Higaldo, Presidente del Centro de Heráldica y Genealogía de San Juan quien nos brindó las fuentes historiográficas.
Señor Presidente, San Martín añoraba que los trofeos conseguidos en sus batallas sean destinados a los pueblos que activamente habían colaborado con la gesta libertadora. De igual manera con sus hombres de confianza, de quien él se rodeó. Siempre busco recompensarlos por su sacrificio y patriotismo puesta en esta empresa, José Ignacio de la Roza no fue la excepción, fue considerado el brazo derecho de su gesta libertadora en Cuyo, por ello, le solicito a los Señores Legisladores que acompañen el presente proyecto de Ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
CASTRO, SANDRA DANIELA SAN JUAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
GIOJA, JOSE LUIS SAN JUAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
CULTURA (Primera Competencia)
LEGISLACION GENERAL
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
18/10/2016 ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA Aprobado por unanimidad en la parte de su competencia con modificaciones
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 0250-D-18