


El primer lugar, habló Roberto Martínez, director General del Hospital Italiano de La Plata, lugar donde se detectaron los primeros casos de fentanilo adulterado, quien afirmó que “fue una tragedia sanitaria que nos tocó vivir, que nunca soñé que nos iba a pasar algo así”. Al pedir que “nunca más se repita”, se solidarizó con cada una de las pérdidas humanas, con las víctimas que han sufrido y con cada uno de los familiares, a quienes les aseguró que van a “redoblar el compromiso para acompañarlos”.
“Es un hospital que invierte para no cometer errores”, remarcó luego de explicar todo el procedimiento que realizaron desde el Hospital al enterarse de la presencia del fentanilo adulterado. Al respecto, ratificó que “nuestro equipo tuvo lucidez”. Por último, Martínez reiteró que “estamos atravesados por el dolor, nosotros somos víctimas”.
“Me duele escuchar que el doctor diga que el hospital es una víctima, es una falta de respeto; las víctimas fueron de carne y hueso, y están todas hoy en un cementerio”, fustigó una familiar de uno de las personas afectadas. Y, sentenció que “el Hospital Italiano tiene una estrategia legal de constituirse como querellante para no ser investigado”.
La doctora Virginia González, del área de Control de Infecciones del Hospital Italiano de La Plata, señaló mientras relataba la cronología de lo sucedido que “en mi diccionario no existía la palabra fentanilo. Yo, que trabajo en un laboratorio y no salgo de ahí, no sabía de que se usaba fentanilo con la frecuencia que se usaba en el hospital”. También, expusieron desde el mismo nosocomio los doctores Pedro Pessacq y Daiana Martínez.
Luego, en la continuidad de la reunión, los legisladores les realizaron una serie de preguntas a los médicos del Hospital Italiano. En ese sentido, también coincidieron en agradecerles por el “profesionalismo” y “compromiso” en el trabajo efectuado en todo el proceso. En otro orden, los diputados aprobaron el reglamento de la Comisión.
Mónica Fein, titular de la Comisión, brindó detalles de la reunión que mantuvieron algunos legisladores con el juez federal de la causa, Ernesto Kreplak, de La Plata. “Nos manifestó que está llevando una investigación excelente, que espera cuanto antes, en el término, si es posible, de un año llevarlo a juicio oral. Que hay una causa en paralelo sobre la destrucción del fentanilo. Además, rescató mucho la formación de esta comisión, nos felicitó. Y, por último, se ofrece a venir a dar una exposición de cómo está llevando adelante la causa”, especificó.
A la hora de los testimonios de los familiares de las víctimas, Soledad Francese, mamá de Renato Nicolini, quien estuvo internado en el Hospital Italiano de La Plata y falleció el 5 de mayo, instó a que “los hospitales tengan un poco más de empatía y ser más comunicativos con los familiares”.
En la misma línea, Ivana Griselda Esteban, hija de Ángela Rosa Campos, de Rosario (Santa Fe), mostró su impotencia “ante la falta de acompañamiento del Estado” y por la “deficiente atención” que recibió su madre en el Hospital Italiano de dicha ciudad. “Me siento bastardeada, humillada; a mi madre la mataron, hay responsables”, sentenció.
También desde Rosario, Valeria Cuaglia, hija de Roberto Cuaglia, que falleció en el Hospital Italiano, contó su experiencia con la muerte de su padre. “Mi miedo fue siempre saber si sufrió o no, y si sabía que se estaba yendo”, relató compungida. En ese sentido, criticó que “siempre tiene que pasar una desgracia para que hagan algo, sean empáticos con la gente, que no tengamos que ser nosotros que salgamos a buscarlos. Necesitamos justicia y que sea ejemplar”.
Desde Córdoba, Darío Benavidez y Sol Basualdo, los padres de Giovanni, el bebé que está internado desde su nacimiento, el 26 abril, en la Clínica Vélez Sarsfield, detallaron que “nació al borde de ser prematuro y debido a un quejido respiratorio lo intubaron. Ahí, los doctores usaron el fentanilo. Nos iban diciendo que el bebé iba empeorando cada día”. Su estado de salud fue crítico y en más de una oportunidad les pidieron que se prepararan para lo peor. Al respecto, señalaron que “estábamos solos, no recibíamos ayuda de ningún lado”. “La pelea todos los días, es un bebé que quiere vivir”, resaltaron.
Por último, conectada vía zoom, expuso Estefanía Ferrari, hija de Luis Ferrari, de Rosario. “Ingresó caminando el 25 de abril para hacerse una cirugía de colocación de una prótesis de una aneurisma aortica abdominal, que era en pos de mejorar su calidad de vida. Sabíamos que era una operación delicada y crítica”, comenzó su relato. “Son vidas con las que están tratando y no merecen ser tratadas como bolsas de basura”, reprochó antes de concluir.