La Cámara de Diputados de la Nación realizó el 2º Foro de Gestión Pública con el objetivo de analizar herramientas y aportar estrategias para lograr efectividad y excelencia en las gestiones de gobierno. Reunidos en el salón auditorio, ubicado en el anexo de la Cámara baja, expositores del sector público presentaron casos de éxito en distintos niveles de gobierno y las estrategias que requiere una administración pública de excelencia. Los disertantes analizaron políticas implementadas por la Cámara de Diputados, la provincia de Buenos aires y la Cidad Autónoma de Buenos Aires.
Expusieron Jimena Zaga -coordinadora general de la Unidad de Planificación y Control de Gestión de la Cámara de Diputados de la Nación-, Emanuel Ferrario -subsecretario de coordinación de la gestión de la Provincia de Buenos Aires- y Fernando Benegas -secretario de Planificación y Coordinación de Gestión del GCBA-. Moderó la discusión Eduardo Braun, director de Aeropuertos Argentina 2000 y especialista en temas de liderazgo.
Al dar la bienvenida a los participantes, la secretaria administrativa de la Cámara de Diputados, ingeniera Florencia Romano, confió en que la institucionalización de los procesos de buenas prácticas en la gestión genere herramientas que trasciendan a los gobiernos. “Creo que estos espacios vuelven más eficiente a la gestión pública. Tener un plan y metodologías genera buenos resultados”, sostuvo.
A su turno, Zaga destacó el rol de la Cámara de Diputados, único organismo en Argentina en contar con una oficina de proyectos que utiliza buenas prácticas de gestión. “Hay oficinas similares en otros países de Latinoamérica, pero en Argentina somos pioneros”, señaló.
Desde la Provincia, el subsecretario de coordinación de la gestión, Emanuel Ferrario, resaltó el trabajo en proyectos de reformas estructurales como la Policía Bonaerense o la Obra Social IOMA. “El Estado provincial estaba diseñado para obstaculizar la gestión pública”, afirmó y ponderó el rol de su área en el planeamiento de proyectos, la asignación de prioridades, seguimiento y control de eficiencia del gasto.
Ferrario destacó los cambios operativos en el Estado: “Cada repartición liquidaba sueldos en disketes a principios de 2016. Esos disketes eran trasladados en persona al BAPRO para pagarles a los 600 mil empleados públicos. El tesorero no usaba computadora y recibía la información de la caja en papel”, detalló.
Por último, Benegas ponderó el sistema de control de gestión que la Ciudad de Buenos Aires implementa desde el primer mandato de Mauricio Macri como jefe de gobierno. “Es un cambio cultural. Si Horacio Rodríguez Larreta no viniera a nuestras reuniones, el management no funcionaría”, explicó.
Benegas explicó que la Ciudad gestiona 1.500 proyectos, que van desde una obra imponente como el Paseo del Bajo o la urbanización de villas hasta la instalación de juegos para niños en una plaza. “Con una planta de 160 mil empleados –tres veces la población de San Antonio de Areco-, nosotros no gestionamos sino que nos dedicamos a armar el plan de gobierno con proyectos a largo plazo. Debemos considerar qué vamos a hacer, pero también qué vamos a dejar afuera porque estamos administrando recursos finitos y que no son nuestros, que son la plata y el tiempo de todos”, afirmó.