Al darles la bienvenida a los invitados a exponer, la titular de la Comisión, la diputada Ginocchio, afirmó que “estamos convencidos que la cultura es desarrollo, nos enriquece como sociedad, es trabajo y tiene impacto en las economías”. Hernán Lombardi (PRO), vicepresidente 1° de la Comisión, resaltó que con este tema “estamos en deuda” a nivel de una ley nacional y consideró como “clave” para darle “una gran participación a la sociedad civil y al sector privado en la cultura”.

El primer expositor fue Federico Cermelo, abogado y redactor del proyector de ley, que luego se convirtió en ley de mecenazgo en la provincia de Buenos Aires por parte de Javier Faroni a fines de 2016. “Es una retroalimentación que puede ser muy positiva si está bien legislada; pero, también puede ser negativa, si simplemente se trata de una normativa que tienda a generar beneficios al sector privado, que claramente no es la idea”, señaló.

En ese sentido, expresó que “necesitamos una ley de mecenazgo, no solamente por el aporte, sino que es un puente que tiende a unir las necesidades del artista, del Estado que optimiza sus recursos y del sector privado que tiene ganas de cooperar con la cultura”. Luego, instó a hacer “de mecenazgo una ley que puede garantizar la universalización de la cultura”.

De forma virtual, la contadora Elda Pertile, diputada nacional mandato cumplido y actual presidente del Tribunal de Cuentas de la Provincia del Chaco, explicó qué fue lo que la estimuló en su momento haber impulsado el proyecto de mecenazgo. “Fue para proteger el desarrollo de las artes, de las letras y de las ciencias en base a mi experiencia vivida en el Chaco, donde se cuenta con una ley provincial de mecenazgo con resultados muy valiosos y fructíferos”, ponderó.

Emiliano Fuentes Firmani, investigador del Instituto de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y codirector de RGC Redes de Gestión Cultural, centró su exposición en “ideas más modernas en torno a las políticas de financiamiento de la cultura”. “El mecenazgo no es solamente una relación entre privados, sino una articulación público-privada, a partir de la renuncia fiscal que busca estimular la inversión en la cultura”, manifestó.

“Es importante que el mecenazgo impulse el desarrollo de pequeños y micro emprendimientos culturales con alcance federal y equitativo entre las provincias, para compensar las asimetrías históricas”, subrayó Fuentes Firmani. Para concluir, pidió que haya “una política de mecenazgo con sólidos mecanismos de control y transparencia que permitan tanto la protección de los recursos fiscales como del patrimonio cultural involucrado”.

El presidente de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, Julio Crivelli, destacó la experiencia de mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires. “Creo que asociar demasiadas complejidades e instituciones colaterales del Estado no va a ser beneficioso”, fundamentó al sostener que “no vemos necesario una intervención sistemática del Estado en estas cosas”. “El uso de los fondos debe ser empleado en instituciones que tienen una trayectoria importante de transparencia y de actuación”, aclaró.

La legisladora porteña, Cecilia Ferrero, actual titular de la comisión de Cultura de la legislatura, enumeró las características principales de la Ley de Mecenazgo en la Ciudad. Al respecto, detalló que “en la modificación que le hicimos este año, buscamos robustecer la autoridad de aplicación en todo lo que tiene que ver en acompañar a la persona física o jurídica que presenta el proyecto para que la burocracia sea lo menos pesada posible”. “Ojalá haya una ley nacional de mecenazgo, porque el ejemplo de la Ciudad es un éxito; así lo plantean quienes se presentan tanto para ser beneficiarios como a querer apoyar el arte”, reafirmó.

El ingeniero Marcelo Golob, presidente de la Asociación Italiana de Charata (Chaco), remarcó que “la cultura es la forma de vida de toda una sociedad”. Ricky Pashkus, presidente de Asociación Premios Hugo, hizo hincapié en que el mecenazgo “trae una bajada directa de estimulación hacia los jóvenes, hacia la autogestión, que define la independencia económica, de vivir o hacer obra con lo que amamos, y a la federalización, al darle una posibilidad de movilidad social”.

Federico Peralta, gestor cultural, artista y cooperativista de Gualeguaychú, de la provincia de Entre Ríos, aportó la idea de “cultura en clave de soberanía”. “De mínima, es complejo construir proyectos sostenibles y sustentables en el tiempo, por eso si estamos pensando una legislación sería importantísimo buscar la forma de que pueda funcionar independientemente del color político que le toque ocupar los distintos espacios de poder”, reflexionó. “El desarrollo cultural es federal o no es; los gobiernos pasan y quedan los artistas”, concluyó.

Durante el encuentro, también expuso virtualmente Gustavo Grobocopatel, músico y empresario del Grupo “Los Grobo”, quien sostuvo que “la cultura tracciona el desarrollo del país, no solamente del punto de vista emotivo, sino también el económico”. “Para que este proyecto sea revolucionario tiene que haber una amplitud en la convocatoria con muchos incentivos para entrar; después, debería haber regulaciones posteriores que puedan limitar”, sintetizó.

En tanto, Adriana Rosemberg, presidente de Fundación PROA, aseguró que “el tema de la inclusión social y la incorporación de las comunidades que no tienen acceso es una parte muy importante para desarrollar dentro de la legislación”. También, expusieron Miguel Ángel Ronsino, artista visual, pintor y docente; José Castagnino, presidente de la Fundación Museo Juan Bautista Castagnino; y Soledad Ferrería, presidenta de la Asociación Civil Taller Flotante de Victoria, de la provincia de Entre Ríos.