En el marco de una reunión informativa, la doctora Angela Gentile, presidenta de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), se refirió a la temática del virus del dengue, y ese sentido, explicó que desde el organismo que ella representa, y a través de varias investigaciones, concluyeron que “la mejor estrategia para el país debe ser intensiva y focalizada en aquellas áreas donde hay una incidencia alta y sostenida como el NEA Y NOA”.
Respecto a la vacuna, indicó que “se trata de una vacuna viral atenuada”, pero “con algunas contradicciones”. “Hay que darle seguimiento, en cuanto a los efectos adversos, porque es una vacuna nueva”, puntualizó.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación, el secretario de Calidad en Salud, Leonardo Busso, informó: “Hemos diseñado un plan de prevención y control de dengue para que pueda ser adaptado a la realidad de cada provincia”. “Estamos trabajando en la prevención y en la atención primaria”, enfatizó.
Asimismo, el funcionario mencionó el trabajo que realizan conjuntamente con la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), que funciona como un organismo de asesoramiento, y en ese sentido, expresó: “La recomendación fue muy clara: no es una vacuna para incluir en el calendario, no sirve para mitigar el brote y tiene una indicación muy precisa en el grupo poblacional de 15 a 39 años, que es donde mayor incidencia tuvo la enfermedad”.
Por su parte, la subsecretaria de Planificación Estratégica en Salud de la Provincia de Buenos Aires, Leticia Ceriani, consideró: “La vacuna hoy existe y es una herramienta de la cual queremos disponer, porque creemos que tiene que estar a disposición de los ciudadanos”.
En tanto Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunación y Epidemiología (SAVE), señaló que “incluir la vacuna en el calendario implica generar equidad entre aquellas personas que son destinatarias de las vacunas”, pero -aclaró- “eso no implica que vayamos a vacunar a toda la población”.
Además, expusieron Hebe Vázquez, de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y el infectólogo Pablo Bonvehi.