El dictamen se aprobó con modificaciones para el resguardo de la "objeción de conciencia" en el que instituciones médicas podrán no realizar la práctica, pero deberán derivar a los pacientes para su atención.  

 

En ese sentido, la presidenta de Legislación General, Cecilia Moreau (FdT), agradeció por el “respeto, en un clima de orden” con el que se llevó a cabo el debate. Por su parte, el presidente de Salud, Pablo Yedlin (FdT), manifestó que “es claramente un tema de salud pública”. 

 

Por su parte, la vicepresidenta de la Comisión de Salud, Carmen Polledo (PRO) celebró el debate: "para nosotros ha sido una experiencia muy enriquecedora", consideró. A su vez, fundamentó la presentación de un dictamen de minoría porque es  "extremadamente inoportuno el tratamiento en este contexto de pandemia”. "Es incompatible con nuestro ordenamiento jurídico y presenta una grave contradicción con el derecho a la vida", aseveró. 

 

Desde la Izquierda, la diputada Romina del Plá, aseguró que es “un triunfo para el movimiento de mujeres y diversidades” y apoyó el dictamen de mayoría pero “con disidencias” sobre el artículo objetor de conciencia.