Citar en los términos del art. 71 de la Constitución Nacional y art. 204 del reglamento de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación al Ministro de Relaciones Exteriores y Culto Embajador Jorge Marcelo Faurie, a concurrir a la H. Cámara de Diputados de la Nación a brindar informes verbales acerca de:

• Distintos aspectos relacionados con la denominada Comunicación Conjunta entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte del 13 de setiembre de 2016. Objetivos y compromisos políticos, comerciales, militares y diplomáticos asumidos e información acerca del grado de ejecución de compromisos asumidos; cronogramas establecidos, naturaleza de la asistencia técnica comprometida; criterios adoptados en relación a temas de la soberanía y la Cuestión de las Islas Malvinas como también cuáles son las razones de la no remisión de este acuerdo al Congreso de la Nación en los términos del art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional y asuntos conexos.

• Informe sobre el Grupo de Lima: razones políticas y diplomáticas que expliquen su integración; alcances, objetivos, declaraciones conjuntas, documentos suscriptos, compromisos y acciones diplomáticas asumidos por la República Argentina, agenda institucional, asistencia técnica, motivos por los cuales el gobierno argentino acompaña acciones y declaraciones del Grupo que implican la violación del principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados, vínculos hemisféricos y asuntos conexos.

• Aspectos vinculados a la visita del Secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson: objetivos políticos de la visita; detalles de los acuerdos bilaterales suscriptos con los Estados Unidos de América antes y/o durante su visita, en particular los relacionados con asuntos comerciales y de seguridad, avances políticos y diplomáticos alcanzados en términos de beneficio para la República Argentina.

• Mercosur y Unión Europea: alcances, contenidos, acuerdos, actos administrativos y demás antecedentes vinculados con la negociación del acuerdo; negativa a que los miembros del Congreso Nacional conozcan las ofertas de las partes; implicancias comerciales y económicas para los distintos sectores de la actividad productiva de nuestro país, detalle de los sectores agrícolas, industriales y de servicios incluidos en el intercambio de las ofertas; estado del cronograma fijado para este proceso de negociación, potenciales impactos sobre las actividades industriales y agrícolas de nuestro país, propiedad intelectual, criterios que se han adoptado para salvar las asimetrías existentes entre ambos mercados, criterios con los que se están negociando aspectos relacionados con las inversiones, compras gubernamentales, políticas de competencia, productos agrícolas y nuevos sectores estratégicos para el desarrollo nacional como la biotecnología, desarrollos satelitales, tecnología nuclear, bienes de capital y componentes electrónicos, industrias digitales y del software y asuntos conexos.

• Presidencia Pro Témpore UNASUR. Balance de las iniciativas y resultados de la gestión de la presidencia Pro Témpore de la Unión de las Naciones Suramericanas bajo la Presidencia Pro Témpore de la República Argentina que ejerce el Presidente Mauricio Macri. Iniciativas y logros en materia de integración regional, desarrollo social y humano, educación, defensa, avances vinculados al desarrollo de infraestructura para la integración, mecanismos implementados para la superación de las asimetrías, derechos migrantes, intervenciones y mediaciones en conflictos regionales. Informar si está en consideración del Poder Ejecutivo Nacional la continuidad de la Argentina en UNASUR y otros asuntos conexos.

• Antártida Argentina: Dada la gravedad de las recientes declaraciones del señor Canciller, informar de los alcances, significado y consecuencias diplomáticas y políticas de las afirmaciones realizadas, con motivo del Seminario “Argentina y Noruega - Pioneros en la Antártida, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Embajada de Noruega en nuestro país el día miércoles 7 de marzo de 2018, que tuvo lugar en el Auditorio Manuel Belgrano de la Cancillería, y que contó con la presencia del Rey de Noruega Harald V y la Reina Silvia. Textualmente el Señor Canciller afirmó: “que la Antártida es patrimonio común de la Humanidad”, en franca oposición a la soberanía argentina y a la Política de Estado que nuestro país mantiene desde 1904”.

Señor presidente:

Tal como lo hemos señalado con anterioridad, con el ánimo de diferenciarse de la gestión anterior y en base a una nueva agenda en materia de política exterior, el presidente Mauricio Macri ha intensificado los vínculos con los Estados Unidos y la Unión Europea en desmedro de los procesos de integración regional y con menoscabo del rol de los órganos regionales creados con ese objetivo. Es evidente también que los nuevos alineamientos internacionales han reforzado, más allá de la retórica oficial, la percepción de una Argentina volcada a la unipolaridad mientras el mundo brega por condiciones de mayor democracia y mutua consideración en el marco de las relaciones internacionales.

También resulta contradictorio, cuando no perjudicial para los intereses nacionales, la apertura indiscriminada de la economía, la que tropieza con la irrupción del proteccionismo estratégico que está asumiendo Estados Unidos, el retiro del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de la Unión Europea, la desorbitada especulación financiera y el papel de actores globales como China y otras potencias intermedias, que han avanzado en la disputa hegemónica mundial. Estos son factores determinantes al momento de diseñar una política exterior que ponga a buen resguardo los intereses de los argentinos y signifiquen ampliar los márgenes de autonomía nacional.

Este giro que le ha impuesto el presidente Macri a la política exterior argentina, trajo consigo lo que el oficialismo denomina una nueva “agenda positiva” con el Reino Unido de Gran Bretaña. La opinión pública y este Congreso Nacional tomaron conocimiento a través de un parte de prensa que, el día 13 de setiembre de 2016, el por entonces Señor Vicecanciller de la República Argentina, Carlos Foradori, y el Señor Ministro de Estado para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Commonwealth británica del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Señor Alan Duncan, habían suscripto una Comunicación Conjunta cuyos alcances implican, a nuestro juicio, un formidable retroceso en la política de reivindicación de soberanía sobre las Islas Malvinas, Sandwich del Sur, Georgias el Sur y espacios marítimos circundantes, ya que hacen caso omiso de las numerosas resoluciones de la Organización de Naciones Unidas en relación a la disputa de soberanía que han sido incumplidas por el Reino Unido y que hoy el gobierno argentino parece haber resignado a pesar de ser incluso un mandato impuesto por lo establecido en la Disposición Transitoria Primera la Constitución Nacional. Este aspecto fundamental en la relación bilateral ha sido subordinado en función de una política de acercamiento que ha colocado la agenda comercial, económica y de inversiones como eje del nuevo esquema de relaciones bilaterales. Petróleo y gas, minería, agricultura y conectividad están en el centro de las negociaciones políticas y diplomáticas que por estas horas sostienen ambos gobiernos. Un dato de extrema gravedad institucional lo constituye el hecho de que este verdadero tratado no ha sido sometido al Congreso Nacional a los efectos de su eventual aprobación o rechazo en los términos del art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional. El Poder Ejecutivo Nacional está avanzando, por lo tanto, en la ejecución de un acuerdo que no ha sido sometido a la consideración del Congreso Nacional, ejecutando actos y cumpliendo compromisos que pueden producir perjuicios irreversibles e irreparables de los intereses de nuestro país en relación con la Cuestión Malvinas y en otros delicados campos de la relación bilateral con el Reino Unido. Advertimos que la concreción de lo acordado por el gobierno podría traer serias consecuencias políticas y hasta jurídicas para sus promotores.

También despierta preocupación el rol de la República Argentina en el denominado Grupo de Lima. Tributario de política exterior estadounidense, tal como lo ha reconocido explícitamente el Secretario de Estado Rex Tillerson cuando en su reciente gira lo elogió “por el papel importante que juega el grupo de Lima ante la terrible destrucción de los procesos democráticos en Venezuela”, esta instancia regional no parece tener otro objetivo que el constante hostigamiento al proceso político de Venezuela. Lejos de acudir a los órganos e instituciones existentes en la región, el gobierno argentino ha optado por sumarse al reflujo neoliberal del continente que, muy lejos de buscar la paz para los venezolanos, alienta el ahogo económico y el asedio político contra ese país hermano.

El Tratado de Libre Comercio (TLC) Mercosur- Unión Europea es otro de los asuntos que preocupan a buena parte de los parlamentarios. Uno de los aspectos reprochables de las negociaciones en marcha es el secretismo y la nula participación de los sectores aludidos en el Tratado. Como es lógico este nivel de confidencialidad ha generado dudas y sospechas sobre las verdaderas implicancias de su eventual instrumentación. Entre las materias sensibles que están en juego, y que este parlamento necesita conocer, están las vinculadas a los sectores agrícolas, a los potenciales impactos sobre las actividades industriales y agrícolas de nuestro país, la propiedad intelectual, los criterios que se han adoptado para salvar las asimetrías existentes entre ambos mercados, aspectos relacionados con las inversiones, compras gubernamentales, políticas de competencia, productos agrícolas y nuevos sectores estratégicos para el desarrollo nacional como la biotecnología, desarrollos satelitales, tecnología nuclear, bienes de capital y componentes electrónicos, industrias digitales y del software entre otros. Sin entrar a considerar las protecciones especiales, este Tratado desgrava alrededor del 90% del comercio birregional con el objetivo de llegar a un arancel cero. Dado entonces el fenomenal impacto en los sectores del trabajo y la producción. Reprimarización de la economía, desempleo, pérdida de soberanía y retrocesos en el plano del desarrollo industrial serán los resultados de un TLC que solo conocen sus gestores pero cuyas consecuencias caerán de lleno sobre a sociedad argentina.

La presidencia Pro Témpore anual de la UNASUR se encuentra en manos de la República Argentina desde abril de 2017, por lo que tan importante rol ha recaído en el presidente Mauricio Macri. Queda en evidencia que la abrupta redefinición de la política exterior argentina, en clave de restauración conservadora, abandona las estrategias de integración regional, de autonomía y estrategia de multipolaridad para encolumnarse abiertamente tras los esquemas impulsados por el gobierno norteamericano y sus aliados. Queda claro, para cualquier observador, que la gestión Cambiemos abandonó la vocación integradora y va perdiendo paulatinamente la autonomía relativa alcanzada en la etapa previa a su gestión.

El tema antártico también es otro tema de política exterior que genera extrema preocupación entre muchos parlamentarios. Las declaraciones del Señor Canciller Jorge Faurie, el día 7 de marzo tuvo en el Auditorio Manuel Belgrano de la Cancillería, en el contexto del Seminario “Argentina y Noruega - Pioneros en la Antártida, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Embajada de Noruega el ministro argentino expresó: “que la Antártida es patrimonio común de la Humanidad”, en franca oposición a la soberanía argentina y a la Política de Estado que nuestro país mantiene desde 1904, al establecerse de manera permanente e ininterrumpida en la Antártida en la isla Laurie (Orcadas del Sur).

Es conocido que la República Argentina ha tenido una presencia permanente en la Antártida. La misma comenzó a concretarse a principios del siglo XX, con el observatorio meteorológico de la isla Laurie, perteneciente al grupo de las Orcadas del Sur. Este acontecimiento da inicio desde el 22 de febrero de 1904 a una larga e ininterrumpida trabajo en la región. Esta base, hasta día hoy activa, es reconocida como el primer establecimiento con carácter permanente, único al Sur de los 60º de latitud Sur durante cuarenta años.

Nuestro país ha determinado su soberanía sobre un sector de la Antártida, status que hizo conocer internacionalmente antes de la firma del Tratado Antártico suscripto en 1959 y vigente desde el 23 de junio de 1961. Argentina además es un Estado Parte del Sistema del Tratado Antártico con carácter de Parte Consultiva y pertenece además al grupo de los doce signatarios originarios del Tratado. Posee presencia efectiva y realiza actividades científicas con carácter permanente, como así también expediciones que envía regularmente a esa zona. Nuestro país ha mostrado en forma continua una decidida voluntad de incrementar su presencia en la región con especial interés en desarrollar conocimientos científicos vinculados a los recursos naturales de la Antártida Argentina.

El Señor Canciller no puede desconocer que la Argentina, al haber ocupado con ánimo de dueño en la Antártida, (antes de la ocupación, era territorio res nullius) lo que hizo fue proclamar su soberanía. No la está “reclamando” a otro Estado porque eso significaría otorgar a un tercer actor un título del que carece. Por otra parte, no hay que soslayar el hecho de que Noruega, Francia, Australia y Nueva Zelandia tienen también pretensiones sobre porciones del continente blanco.

Hay que señalar que los dichos del Señor Canciller generan un antecedente jurídico internacional que pueden ser invocados en contra de los intereses nacionales, toda vez que las afirmaciones del órgano de las relaciones exteriores generan obligaciones y pueden ser invocadas contra nuestra posición jurídica.

El Señor Canciller de la República Argentina ha realizado afirmaciones temerarias que ponen en riesgo, al menos a nivel diplomático, el ejercicio de la soberanía de nuestro país en territorio antártico. Estos incidentes son llamativamente reiterados cada vez que, de defender los derechos soberanos se trata. De allí que es urgente contar con la presencia del Ministro para que, en primera persona, pueda dar cuenta del sentido y de los fines que persigue la política exterior argentina.

Los graves hechos que destacamos motivan el presente pedido de interpelación del Canciller Faurie. Consideramos que la negativa del gobierno nacional de poner a discusión en el Congreso Nacional estos delicados asuntos y, lo que es más grave, la abierta acción de eludir el ejercicio de las facultades constitucionales que tiene el parlamento en materia de política exterior, constituyen situaciones de enorme gravedad institucional que justifican nuestro pedido de citación del ministro.

Por lo expuesto es que solicitamos a nuestros pares nos acompañen en la aprobación de la presente resolución.