Silvana Micaela Ginocchio
Diputada de la Nación
UNIÓN POR LA PATRIA
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 1247-D-2019
Sumario: DECLARAR DE INTERES DE LA H. CAMARA AL " PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA ", UBICADO EN EL DEPARTAMENTO CAPITAL DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA.
Fecha: 28/03/2019
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 23
Declarar de interés histórico, cultural, arquitectónico, arqueológico, ecológico, paisajístico y turístico de la HCDN el sitio “El Pueblo Perdido de la Quebrada” situado en el departamento Capital de la provincia de Catamarca.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El Pueblo Perdido de la Quebrada es un sitio de enorme riqueza y valor histórico, arquitectónico, arqueológico, ecológico, paisajístico, turístico y cultural, ligado a la memoria e identidad colectiva local. Comprende un conjunto de ruinas arqueológicas, de las más importantes de la región, que pertenecieron a una civilización que dominó las tierras de La Quebrada hace aproximadamente 1.800 años, en el departamento Capital de la provincia de Catamarca.
Está situado a 4 kilómetros del centro de la capital provincial, en una meseta de los cerros del cordón montañoso del Ambato, a unos 30 metros de altura sobre el nivel de la ruta provincial N° 4, que corre junto al río El Tala, al que se accede por un sinuoso sendero de piedra hasta su emplazamiento.
Puesta en valor: El Pueblo Perdido I es el primer sitio que se estudia; luego el Pueblo Pedido II. Los trabajos de investigación inician a finales de 1980, y toman como nombre Proyecto “Pueblo perdido de la Quebrada” desarrollado por la Escuela Universitaria de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca -UNCA- con un equipo de docentes y alumnos liderado por Néstor Kriscaustzky, prolongándose durante los noventa e iniciado el 2000. Se rescata en función de vestigios de los recintos de viviendas construidas en piedra de la que solo sobresalían algunas rocas pizarra. Finalizados los trabajos se pudo constatar la existencia de una serie de cuarenta recintos elaborados en barro y piedra, conforme informa la página oficial de UNCA.
La arquitectura de las viviendas es adecuada al entorno natural, con materiales autóctonos, alineadas en sentido de este a oeste sobre la terraza seca del Ambato, deliberadamente cerradas al norte para protegerse del viento y abiertas al sur para aprovechar la sombra en verano. Las ruinas evidencian que las paredes estaban destinadas a ser elásticas: doble hilera de piedras rellena de tierra, desde la superficie del suelo hasta cierta altura, luego la construcción se realizaba íntegramente en piedra y terminaba con hiladas de adobes, conforme explica el responsable del lugar el arqueólogo José Carreras. Perteneciendo las ruinas a una cultura agroalfarera, el cuerpo de arqueólogos que intervino, a través de excavaciones realizadas en el sitio, encontraron importantes evidencias materiales y piezas cerámicas que pertenecen a la cultura de la aguada mayoritariamente. José Carreras, manifiesta que fue maravilloso descubrir “el pueblo perdido" como le llamaban, y trabajar para conocer y recabar información contactándose con otros profesionales.
Existe en el lugar un Museo y Centro de Interpretación Municipal, con una estructura edilicia en adobe que funciona todo el año, donde se exhiben piezas arqueológicas de gran valor, y cuenta con personal especializado en condiciones de brindar una guía del lugar para entender la dinámica de la vida y la cultura de quienes las habitaron las ruinas.
El diario La Nación en una publicación de 2001, lo referencia como “Un Pueblo Perdido a 30 cuadras del centro”: “Después del ascenso, por un sendero de tierra y piedra, se estaba ante las ruinas de lo que fue una civilización hace 1800 años... semejante antigüedad conmueve”. La Nación - 6 de agosto de 2001.
Los trabajos de puesta en valor fueron inaugurados en 2009.
Lugar Histórico: La ordenanza 2588/93, Expte. N° 596-B-92 del Concejo Deliberante de San Fernando del Valle de Catamarca, de preservación de bienes considerados de interés cultural, turístico, histórico y arquitectónico y urbanístico de la de la ciudad capital incluye en el Anexo I, al Pueblo Perdido de la Quebrada como Lugar Histórico
Dice el Artículo 2: “Serán calificados y declarados como de interés Municipal aquellos bienes muebles e inmuebles, cuyos valores intrínsecos los constituyan en irremplazables por sus características excepcionales, y que tengan relevancia comprobada como componentes de la herencia espiritual o intelectual de la comunidad asentada dentro de los límites físicos de la Ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca”.
Y el Artículo 4: “Los bienes a que hacen referencia los artículos 2° y 3° de la presente Ordenanza, así como los elementos de la naturaleza, autóctonos o no, transformados por el hombre o no, que favorezcan a una mayor calidad del ambiente y del paisaje, constituyen el Patrimonio Cultural de la ciudad, sin perjuicio de destacar que el mismo no agota sus componentes en los descriptos de la presente norma”.
Valor Histórico, arqueológico y arquitectónico: Desde que llegan los primeros habitantes a Catamarca, las sociedades “fueron ocupando distintos ambientes, conociendo, entendiendo, transformando y diseñando su propio paisaje, aprovecharon las posibilidades materiales que les brindo el medio, el paisaje o el ambiente” (Néstor Kriscaustzky - Historia y Geografía de Catamarca, V: I- Cap I - Arqueología -Junta de Estudios Históricos de Catamarca)
La secuencia arqueológica tuvo un proceso de desarrollo sociocultural, en el que se pueden diferenciar dos grandes etapas: la primera, denominada “precerámica o de economía extractiva” correspondiéndose con el nomadismo, y la segunda de sedentarismo y producción agrícola ganadera, la “agroalfarera”. A su vez esta etapa se divide en periodos: Temprano o Formativo, Medio o de Integración Regional, Tardío o de los Desarrollos Regionales, e Incaico.
Siguiendo las consideraciones antes apuntadas, el Pueblo Perdido de la Quebrada se ubica dentro del periodo temprano y parte del medio, es decir a partir del año 150 o 200 después de Cristo, según los últimos estudios y extracción de muestras de carbono 14.
Dentro del período Temprano o Formativo, hubo un proceso de cambios y evolución: “en el ámbito arqueológico se registran como restos de aldeas, pueblos, y por último establecimientos urbanos monumentales cuyos restos son cada vez más grandes (…) se puede afirmar que abarca desde el sedentarismo definitivo hasta la llegada de las influencias del Imperio Tiahuanaca al NOA”. (Néstor Kriscaustzky)
Los asentamientos eran de escaso tamaño, con construcciones arracimadas, con recintos habitacionales en forma cilíndrico – cónica, de planta circular, entre los espacios destinados a la siembra. Las construcciones se caracterizan por la utilización de la piedra como mampostería y el uso de la cerámica, realizadas mayoritariamente en valles altos con proximidad a vertientes o vegas de altura, para facilitar los cultivos.
En este periodo se ubican: 1.- la Cultura Cóndor Huasi, caracterizada por el excelente trabajo de cerámica de gran belleza, la Cóndor Huasi Río Diablo, sus piezas son color rojizo o negruzco y Cóndor Huasi policromo, que es la más moderna y que realizó piezas modeladas y pintadas en tres colores con esmaltes permanentes. Los modelados son con forma antropomorfos, en algunos casos toralmente fálicas, zoo- antropomorfos o producto de la creatividad del autor. La antigüedad e esta cultura es de unos 1800 años (“los fechados radiocarbónicos lo ubican entre los siglos II y III de la era cristiana”- Néstor Kriscaustzky”). 2.- La Cultura Alamito, conocida por sus patrones arquitectónicos y distribución espacial de los pequeños poblados en llanos de altura y terrazas fluviales, 3.- Cultura de la Ciénaga, es la más tardía, en algunos momentos interactúa con las anteriores. Se caracteriza por el uso de la piedra en construcciones de forma circular agrupadas en núcleos de 3 a 6, demarcando paredes de piedra los espacios de cultivo, su actividad fue netamente agrícola, realizaron también trabajos en piedra y metales, muy conocida por su cerámica de excepcional calidad con relieves y representación de personajes humanos o zoomorfo.
Período Medio: la interacción entre los pueblos da lugar a nuevas pautas culturales, con un nuevo sistema de creencias, una organización política de ideología diferente con aumento de la población y marcada estratificación social. Las laderas de montañas fueron apropiadas para el cultivo y nuevas técnicas de riego para la producción. Esta etapa está caracterizada por la Cultura de la Aguada. Sus poblados tienen en muchos lugares paredes de piedra, planificados, utilizaron barro encajonado y adobe. Se extendió desde la puna la norte dela provincia hasta la provincia de San Juan y presenta diferencias netas, entre el oeste de Catamarca, y La Rioja, la zona central de Catamarca, valle de Catamarca, y el este, aunque mantienen como rasgo común una ideología dominante y manifestaciones artísticas identificables, destacándose entre sus representaciones el Tigre o Dragón de la Aguada, alcanzando niveles óptimos en la metalurgia con bronce.
“En estos momentos los fechados más tempranos están dando para la Aguada de las laderas del Ambato, que llamamos Aguada Inicial, fechados más tempranos, que para aguada portezuelo, para los primeros entre 1800 y 1550 antes del presente, y para los últimos entre mil y 850 antes del presente” (Nestor Kriscaustzky)
Período Tardío o de Desarrollo Regionales: viven en medios parecidos, siguen usando el mismo sistema de producción, hay evidencia de una estratificación social con un estamento dominante que se manifiesta de manera intensa en representaciones artísticas, viviendas y sepulturas. Se caracteriza por un registro arqueológico en el que se advierten construcciones defensivas, amurallamientos, poblaciones estratégicas, dando evidencia o indicio de beligerancia.
Por su interés histórico su existencia y preservación permite mantener identidad y memoria, acerca de las raíces de la población de Catamarca.
Valor cultural y turístico: el pueblo perdido de la quebrada constituye un capital cultural que contribuye a la revalorización continua de la identidad local, transmisión de conocimientos, y desarrollo. La visita del sitio permite vivir una experiencia significativa y aprendizaje de una cultura no por todos conocida, permitiendo a quienes lo visitan adquirir nuevos conocimientos y observar las huellas de culturas ancestrales que habitaron esta tierra del noroeste argentino.
El lugar es también escenario de ceremonias propias de los pueblos andinos en honor de la Pachamama, como el Inti Raimi Y Capa Raimi siendo estas cada vez más conocidas y convocantes.
El reconocimiento de su importancia y atractivo cultural, trasciende las fronteras provinciales, regionales y de la nación, convirtiéndolo en destino de delegaciones de estudiantes, del mundo de la ciencia, y turismo nacional e internacional, lo cual se hace evidente en el libro de visitas, donde pueden leerse comentarios alentadores, agradecimientos por la guía y felicitaciones, y que sólo en las fojas del mes de marzo (118 a 122) corresponden a visitantes de las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos, y países como Francia.
La Organización Mundial del Turismo entiende que el turismo cultural será una de las principales actividades del s.XXI. y trabaja para su favorecimiento como vehículo de transformación y desarrollo económico, social local y regional. Además, como lo afirma UNESCO, el patrimonio cultural es fuente de inspiración para la creatividad e innovación.
Resguardar nuestra identidad hace imperiosa la necesidad de preservar, valorar, investigar, informar, visibilizar y difundir. Su olvido y destrucción afecta de manera indefectible el acceso al conocimiento de nuestras raíces y pasado. Es preciso fortalecer el sentido de pertenencia y resignificar el concepto de identidad.
Valor ambiental y ecológico: Es una reserva natural de imponente belleza, que pertenece al Monte del Espinal, donde se encuentran cardones centenarios de grandes proporciones que alcanzan importante altura y diámetro, como especies autóctonas de singular belleza y atractivo, variedad de flora y fauna, corzuelas, conejos, quirquinchos, aves y serpientes. Cabe precisar además que se aprecia en el lugar una zona de transición de ambientes en las pendientes, con especies arbóreas típicas de yungas.
Paisajísticamente, desde la elevada terraza de las ruinas se puede apreciar el paisaje de la Quebrada, la transición de ambientes, y el vasto Valle de Catamarca, formado entre los cerros del Ambato y el Ancasti, permitiendo adentrarse por senderos a su entorno natural y transitar las ruinas de lo que fue el camino carril a la Chacarita de los Padres, referenciado pro Marcia Lobo en el libro "de puño y letra" como una obra en la que intervino Luis Caravati a principios de la segunda mitad del s.XIX.
La Ordenanza 5394 de 2012, modifica la Ordenanza 4360 de 2007, art. 4to. c.- Área de Preservación Ambiental con Uso Limitado: d.- APL 4 - Quebrada de El Tala. “Comprende una zona con microclima privilegiado, de alto valor paisajístico, y reservas arqueológicas importantes que se sintetizan en el pueblo perdido y sus adyacencias… Contiene núcleos de destacado valor religioso y turístico, como el Calvario, El balneario, Loma cortada…”
El pueblo perdido de la Quebrada con su acervo cultural e histórico aporta identidad, y su promoción la fortalece. Esta declaración pretende contribuir a prestigiar, valorizar, resignificarlo y difundir su basta riqueza.
A efectos de enriquecer los fundamentos de este proyecto, transcribimos un informe elaborado por los arqueólogos Ezequiel Fonseca, Cristian Melián y Claudio Caraffini.
La quebrada de El Tala en el valle de Catamarca, desde los comienzos de sus investigaciones arqueológicas (Ardissone 1941, Barrionuevo 1973, Kriscautzky 1996) fue concebida como un espacio físico, vinculado a la producción agrícola. Dado que el registro arqueológico incluía sistemas de cultivo, aquellos definidos como tradicionales e innovadores, labores de control de cuenca y encauzamiento de agua, etc., los cuales fueron interpretados como obras comunales excepcionales, asignables a sociedades estructuradas por lo menos a nivel de señoríos o jefaturas conformando un paisaje rural (Kriscautzky 1996), vinculado al Periodo Medio. Desde estas perspectivas culturalistas, el factor predominante fue la arquitectura, ya que por su gran visibilidad expresaría un fuerte impacto en el paisaje a través de la cantidad, formas, tamaños y disposición relacionada a una dinámica de creciente control social.
De hecho, el amplio desarrollo en las investigaciones realizadas en la zona y en relación al fenómeno Aguada durante los últimos años, nos han permitido estimar los primeros progresos de la historia social del Periodo Medio o de Integración Regional, para la quebrada de El Tala. No obstante, es no menos evidente que la prosecución de estos progresos depende de la elaboración de nuevos cuestionamientos, de una relectura del registro en base a nuevas evidencias y nuevas perspectivas teóricas, que permitan abordar la lógica espacial en escenarios de actividad cotidiana o doméstica. En este sentido, para poder comprender las conductas e inferir lógicas cotidianas nos planteamos como objetivo de investigación, para el valle de Catamarca, realizar el estudio y análisis de las características de la conformación del espacio doméstico y las prácticas que se desarrollaron al interior de una unidad habitacional en el sitio Pueblo Perdido de la Quebrada.
El sitio Pueblo Perdido de la Quebrada (en adelante PPQ), con coordenadas geográficas 28°28’00’’ de Lat. S y 65°49’ 56’’ de Long. O se encuentra localizado en las primeras estribaciones de la quebrada de El Tala, ubicada en el Departamento Capital, Provincia de Catamarca. El patrón de asentamiento del sitio fue determinado por Kriscautzky como:
“…un poblado planificado en una terraza natural a 40 mts. sobre el nivel actual del río El Tala, constituido por recintos que se distribuyen según su eje Noroeste-Suroeste, rodeando y encerrando un área central de uso común, que queda hacia el sur, una gran muralla de contención es común a numerosos recintos que tienen aberturas de comunicación hacia el espacio central común…los recintos se intercomunican entre sí por medio de aberturas en las paredes permitiendo delimitar grupos de recintos rectangulares pequeños(…)que comparten espacios físicos, estos grupos de tres o cuatro recintos están unidos entre sí por paredes medianeras y comunican a su vez hacia el espacio común compartido que es más bajo.” (Kriscautzky, 1996: 93)
La asignación cultural del sitio fue inicialmente definida por la cerámica, en la que predominan materiales correspondientes a la entidad Aguada. En el año 1996 se han realizado fechados radiocarbónicos, mediante muestras de restos de carbón vegetal, los cuales arrojaron una serie de fechados comprendido entre 1770 ± 37 AP y 1520 ± 40 AP (Kriscautzky, 1996) y los últimos fechados realizados por nosotros continúan con la tendencia al Periodo Medio o Integración Regional con fechados 1530 ± 40 AP (Fonseca et al. 2014)
La planificación de una investigación más detallada respecto de las características particulares y comunes, al uso y organización del espacio, nos permitió entender su configuración e interpretar como fue concebido y organizado el espacio habitacional en PPQ. Para ello escogimos tres recintos (XVIII, XIX y XX) contiguos como unidades de análisis, en una unidad habitacional o “una unidad constructiva arqueológica”
A partir de los elementos recuperados en excavación y su distribución espacial inferimos prácticas sociales en un espacio habitacional, como áreas de actividad por ejemplo Producción-Consumo-Almacenamiento-Descarte; con el fin de aportar información a los estudios en proceso. Los resultados obtenidos de nuestras investigaciones se identificaron las formas y medidas de cada uno de los recintos y la relación entre rasgos y estructuras con los ítems materiales en estratigrafía.
En el laboratorio agrupamos los ítems materiales de las tres excavaciones practicadas en PPQ, y por medio de estratigrafía y con el uso de AutoCAD se obtuvieron la identificación niveles estratigráficos naturales y culturales. Que nos permitió distinguir tres paquetes estratigráficos: a) niveles de relleno, b) niveles de derrumbe y c) niveles de ocupación.
El espacio doméstico al interior de los Recintos XVIII, RXIX y RXX, presentaron características particulares que manifiestan una diversidad y variedad en cómo se articularon diversas tareas al interior de cada recinto.
Podemos plantear que los recintos mencionados, pertenecen a una unidad habitacional ya que manifiestan una segmentación sobre la organización interna de actividades. Las cuales son reflejadas en las formas y tamaños de las plantas de los recintos, también se pueden encontrar diferencias en la cantidad de estructuras/rasgos vinculados con las funciones de almacenaje, procesamiento, producción y descarte. Estas diferencias pueden ser interpretadas como consecuencia de un aprovechamiento pautado del espacio, de actividades sociales particulares, es decir que las viviendas se estructuraron a partir de espacios independientes, manifestando patrones de organización espacial según las dinámicas domésticas que surgen de las rutinas cotidianas.
Considerando las etapas del ciclo de vida de distintos materiales se logró interpretar las áreas de actividad, que podrían ser demostradas como el reflejo de acciones particulares repetidas a través del tiempo, y pueden tratarse separadamente según pertenezcan a cuatro grandes categorías analíticas Producción, Consumo, Almacenaje y Descarte, entendidas como la concentración y asociación de materias primas, instrumentos y desechos en volúmenes específicos, que reflejan acciones particulares.
Las Áreas de actividad al interior de los recintos representadas por la asociación entre los materiales son:
Áreas de preparación y consumo de alimentos.
Cada uno de los recintos XVIII y XX se relacionan con restos de basuras como consecuencia de la preparación y consumo de alimentos en los pisos de ocupación. En ellos encontramos una alta concentración y por lo general una asociación en cuanto a distribución y remontaje de vasijas cuyas características morfo-tecnológicas como ollas de base plana y boca amplia, las cuales registran marcas de haber sido expuestas al fuego según nuestro análisis se ajustan a la cocción, pucos decorados donde ninguno de ellos posee marcas de exposición al calor, lo que nos permiten pensar en que estos tuvieron la función de contener o fueron utilizados para servir.
-Área de Consumo de Alimentos
El recinto XIX presentó una característica particular con respecto al consumo, ya que en él las muestras de sedimentos no entregan información que permita diferenciar claramente tipos de actividades, sin embargo se halló una gran variedad de partes espueletárias de Lama glama (llamas), también placas del caparazón de Dasippodidae (quirquincho), dispersas y en conjuntos, pues las mismas se hallaron en dos grupos y aparece asociado a un fragmento de cáscara de huevo Rhea americana (ñandúes).
-Área de cocina y fogón
El área de cocina se ubicó en el RXVIII en el sector sur del recinto frente a la abertura del muro S, esta ubicación, tal vez, con el propósito de evitar que se ahumara el recinto. El fogón es caracterizado por cuatro piedras de grandes dimensiones (tipo mano de mortero) que conservan un fogón en el centro. El fogón se caracterizó por espículas de carbón en cubas de sedimento termoalterados que presenta un color gris oscuro. Conjuntamente se asocia a esto marlos calcinados de (Zea mays) y restos faunísticos y parte del conjunto de instrumentos de molienda, que incluye machacadores
-Área de almacenamiento
En los tres recintos están presentes grandes vasijas de factura tosca con capacidad promedio de 60 cm3, las cuales presentan formas subglobulares de gran tamaño, cuello restringido y bases cónicas, ninguna de ellas presenta signos de haber sido expuestas al fuego, y son interpretadas por su diseño, como propicias para la contención de líquidos o sólidos.
-Área de confección de artefactos
En los tres recintos se hallaron desechos de talla, podrían indicar que se realizó alguna actividad de manufactura de instrumentos donde el cuarzo y el ópalo participaban como materia prima.
-Área de confección de artefactos
En los tres recintos se hallaron desechos de talla, podrían indicar que se realizó alguna actividad de manufactura de instrumentos donde el cuarzo y el ópalo participaban como materia prima.
Considerando los datos obtenidos en PPQ, no observamos diferencias, sino semejanzas, en relación con tales prácticas sociales.
Se ha señalado en la descripción del sitio, presenta un solo tipo de construcción y un solo tipo de organización del espacio de circulación. Este mismo tipo de construcción que remite a una forma de percepción del espacio se representa bajo la técnica de los muros de tres cuerpos, levantados sobre grandes bloques verticales bien acuñados, con aberturas y en algunos casos con una subdivisión al interior. Se presenta como recurrencia de un estilo arquitectónico, a través del cual podríamos hablar de un estilo constructivo.
Interpretamos a la evidencia material como un tipo de relación social o política, que está reforzando o intentando mantener una suerte de continuidad en el tiempo y el espacio. Ya que, al partir de los elementos recuperados en excavación y su distribución espacial inferimos los comportamientos humanos en un espacio habitacional donde se organizaron en sectores de preparación y consumo de alimentos, también se llevaron a cabo actividades de almacenamiento y se retocaron instrumentos. La presencia de postes centrales como sostén de techo en cada uno de los recintos también permite pensarlos como un lugar de abrigo.
En el tipo de cerámica se observó una variabilidad en cuanto cantidad de clases tecnológicas a lo largo de la secuencia de depositación en los tres recintos se mantienen casi constantes, y no se observan innovaciones de importancia y sí continuidades, manifestadas por la composición interna y el porcentaje de representatividad de las clases.
Dadas las características de los conjuntos de cerámica Decorada, en cuanto a pasta, decoración y formas, así como rastros de uso, desgaste, falta de exposición al fuego y rotura, no es arriesgado suponer que se trata de actividades vinculadas con prácticas donde intervenían objetos contenedores de bajo volumen, posiblemente alimentos, sólidos y líquidos en porciones individuales. Sin embargo, la perduración de los estilos cerámicos Condorhuasi, Ciénaga y Aguada marcan una continuidad de fuertes tradiciones tecnológicas que sugieren una mayor tendencia hacia una mayor dedicación en la producción de ciertos bienes “especiales” por su alto grado de inversión de trabajo, ya que el estilo decorativo y las formas finales pueden estar pautados por lineamientos propios del ámbito en donde participan estos bienes.
A modo de conclusión podemos decir que entendiendo el lugar de las prácticas desarrolladas al interior de tres recintos en el Sector II de PPQ que forman un conjunto de unidades funcionalmente equivalentes, de una unidad habitacional, donde las características particulares y comunes permitieron reconocer un espacio donde se dieron una serie de actividades relacionadas en diferentes secuencias domésticas que son recurrentes, en el proceso de estructuración social acaecido en éste sitio del Valle de Catamarca, entre los Siglos II al V d.C.
Somos conscientes que necesitamos ampliar en el futuro este trabajo con más comparaciones entre los sectores.
Aunque si bien fue posible una aproximación más cercana a los modos cotidianos y domésticos de una casa a partir del conjunto de las evidencias materiales de las cuales inferimos las actividades relacionadas como la producción, consumo y procesamiento de alimentos.
Bibliografía Consultada
Ardissone, R. 1944. Andenes en la Cuenca del Torrente de las Trancas (Provincia de Catamarca). Relaciones de la Sociedad Argentina de Antropología 4:93-109.
Barrionuevo, O.1972. Investigaciones arqueológicas en la cuenca hidrográfica del Río El Tala, Departamento Capital, Provincia De Catamarca. Yacimiento De Paso Del Obispo. Ms en archivo, Biblioteca de Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca, Catamarca.
Fonseca, L. 2010 “Aguada Inicial, arqueología de los espacios domésticos en Pueblo Perdido de la Quebrada (Valle de Catamarca)”. Ms. en archivo, Biblioteca de la Escuela de Arqueología.
Fonseca, E., C. Melián y C. Caraffini. 2014 “Análisis comparativo de tres recintos de una unidad habitacional en el sitio Pueblo Perdido de la Quebrada, Valle de Catamarca”. Revista de investigaciones De Centro De Estudiantes De Arqueología UNSM 8:211-225. Perú.
Fonseca, E., G. Acuña Y N. Kriscautzky 2014 “Materialización De Las Prácticas Sociales En El Sector II De “Pueblo Perdido De La Quebrada”. (Valle De Catamarca)”. Cuadernos FHyCS-UNJu, Nro. 45 pp. 37-68, Jujuy
Fonseca, E., C. Melián y C. Caraffini. 2015. “Continuidad en los modos de hacer y vivir en una unidad habitacional, en Pueblo Perdido de la Quebrada (Valle de Catamarca)”.
En: Arqueología y Paleontología de Catamarca, editado por M. A. López, pp. 89-98. Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Buenos Aires.
Kriscautzky, N.1996a. Nuevos aportes en la arqueología del Valle de Catamarca. Shincal 6:27-34.
Kriscautzky, N.1996b. Sistemas productivos y estructuras arqueológicas relacionadas con la producción agropecuaria en el Valle de Catamarca. Shincal 6:65-69
Melián, C., E. Fonseca y M. Romero PROSPECCIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA QUEBRADA DE EL TALA. En VII Congreso Nacional de Arqueometría. Vol. 56. Pp. 346-350. Tucumán.
El Centro de Interpretación Pueblo Perdido de la quebrada es el resultado de un trabajo conjunto entre la municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca y la Universidad Nacional de Catamarca.
En 1992 se publica el proyecto “arqueología y generación de recursos, con la puesta en valor turístico de las ruinas rescatadas por las excavaciones “ Kriscautzky 1992.
Desde 1995 a la fecha viene llevándose a cabo el proyecto de investigación “arqueología de la serranía del Ambato – Manchao y Valle de Catamarca, a cargo de Kriscautzky. En el mismo participaron numerosos estudiantes y profesionales de la provincial y el país formados en el GEA (grupo de estudios arqueológicos) de la escuela de arqueología.
El centro ubicado en el acceso al sitio arqueológico consta de una sala de exposición que exhiben piezas arqueológicas recuperadas de las investigaciones científicas.
Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
GINOCCHIO, SILVANA MICAELA | CATAMARCA | ELIJO CATAMARCA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
CULTURA (Primera Competencia) |
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
13/08/2019 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad con modificaciones en los términos del articulo 108 primer parrafo del reglamento de la H. Cámara |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 1171/2019 | CON MODIFICACIONES; ARTICULO 108 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION | 21/08/2019 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 09/09/2019 | APROBADO |