CAMPAÑA DE CONCIENTIZACIÓN SOBRE NOTICIAS FALSAS

Artículo 1°.- Establézcase la realización de una campaña de difusión destinada a la concientización sobre la problemática de las noticias falsas.

Artículo 2°.- Entiéndase por noticia falsa a cualquier hecho, información o noticia deliberadamente engañosa, difundida a través de cualquier medio de comunicación o red social que tenga como objetivo la desinformación.

Artículo 3°.- Facúltese al Poder Ejecutivo Nacional y a sus organismos competentes a llevar adelante políticas de concientización acerca de la problemática de las noticias falsas, a través de campañas de difusión en los medios de comunicación y en los centros educativos de enseñanza primaria, secundaria y universitaria.

Artículo 4°.- Facúltese al Poder Ejecutivo Nacional a crear un ámbito particular de debate y seguimiento en el orden nacional, con el objetivo de simplificar los mecanismos de difusión.

Artículo 5°.- Se invita a las provincias a adherir a este proyecto.

Artículo 6°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

Las noticias falsas son un mal de estos tiempos. Si bien se trata de un fenómeno que existe desde hace muchísimos años, el desarrollo de las nuevas tecnologías en la última década modificó sustancialmente la manera en que los ciudadanos acceden a la información. Lo que antes apenas se presentaba de manera pasiva ante el lector, hoy se da en sentido inverso. Esa información penetra directamente y sin aviso en los dispositivos móviles de cada persona y expone a cada uno de nosotros. Este cambio de paradigma masificó el problema y, a través de la manipulación de contenidos, que se manifiesta principalmente en las redes sociales, nos llevó a un nivel de desinformación preocupante que obliga a realizar acciones determinantes para que la sociedad esté preparada para enfrentarlo.

Numerosos casos han dado cuenta que, tanto en los medios masivos de comunicación como en las redes sociales, las noticias falsas han penetrado de manera directa y generaron más de una cadena de desinformación, incluso en elecciones de suma importancia en todo el mundo. Los comicios que se celebraron en Estados Unidos en 2016 y el Brexit que se llevó a cabo en el Reino Unido dan cuenta de ellos.

Lo que sucedió con la elección de Donald Trump fue todavía más allá y fue motivo de investigación judicial. Mientras que en el caso del referéndum para definir el futuro del Reino Unido en la Unión Europea dejó, entre otras medidas, la creación de una Unidad de Comunicaciones para la Seguridad Nacional como parte del Modernising Defense Programe.

En el resto de Europa ya dieron cuenta de esto, tanto en el Parlamento Europeo como en algunos otros países, donde han discutido el tema y hasta, en algunos casos, han avanzado con legislaciones. Por su parte, las plataformas en línea, como algunos medios tradicionales, también tomaron medidas para buscar soluciones. Simplemente, a modo de ejemplo, Facebook decidió inaugurar centros de monitoreo de la información para analizar y eliminar contenido que se considere inapropiado. Mientras que la BBC (British Broadcasting Corporation), ente público de radio y televisión británica conocido mundialmente, impulsó una campaña socioeducativa para informar a estudiantes y jóvenes sobre las noticias falsas y cómo poder identificar a las mismas.

Argentina demostró no estar alejada de este fenómeno. El año pasado ocurrieron varios sucesos de gran controversia en materia socioeconómica y política, como lo fue la corrida cambiaria, la organización del G20 y la votación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Todos han generado una ola de noticias falsas que fueron propagadas, principalmente por redes sociales, y crearon un clima de incertidumbre y nerviosismo en toda la población.

La problemática es compleja y requiere de acciones mancomunadas entre todos los actores. Medios tradicionales, plataformas en línea y, por supuesto, el Estado. Es por eso que es necesario que el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, cada uno desde el lugar que le corresponde, se pongan al frente de este tema que afecta directamente a todos los ciudadanos.

Considero que una campaña de concientización acerca de los peligros de la desinformación en todo tipo de medios es de suma importancia. Más aún en un año como este para la Argentina, donde habrá elecciones en todo el país y, como ya está ocurriendo, las noticias falsas van a abundar.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares el acompañamiento en este proyecto de ley.