Acompañar el reclamo y la movilización de trabajadores y profesionales hospitalarios contra el pase del Hospital Municipal Dr. Eduardo Wilde, de Avellaneda, al ámbito provincial.

Y también acompañar la solicitud de los representantes de la Asociación de Profesionales y de los delegados del Sindicato Municipal de Avellaneda del Hospital Municipal Dr. Eduardo Wilde, de una Audiencia, con carácter de urgente, con el ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia; el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y el Intendente del municipio de Avellaneda, Jorge Ferraresi.

Señor presidente:

El ejecutivo municipal de Avellaneda ha firmado un acta-acuerdo con el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Collia, para que el Hospital Municipal de Wilde pase a depender del ámbito provincial.

Este propósito es resistido abiertamente por la comunidad trabajadora del mismo (profesionales, enfermeros, trabajadores de la salud, etc.) y los vecinos que se han organizado en Asambleas y movilizado en defensa del status actual del nosocomio. Cabe destacar que ni trabajadores, ni vecinos fueron consultados en ningún momento sobre esta medida.

Puede parecer extraño que haya una negativa a la provincialización de un centro de salud municipal.

En general, los sectores progresistas se han opuesto a la municipalización de la educación y de la salud pública, entendiendo que estas eran tácticas de 'racionalización' para avanzar en la disminución del presupuesto que estas entidades deben contar para cumplir con sus objetivos de servir al pueblo. Muchos nos hemos opuesto bajo la dictadura y los gobiernos democráticos (Menem y otros) a que este proceso de transferencias se profundizara, porque entendíamos que el 'ahorro' que el Estado nacional y provincial economizara iba a estar dirigido a pagar los intereses de una deuda pública usuraria, en detrimento de la educación y salud popular.

En este caso, nos encontramos en la posición contraria, ya que el proceso de 'provincialización' de esta entidad municipal persigue el mismo objetivo de avanzar en el desguace de este Hospital Municipal, el que a pesar de numerosas falencias ha demostrado estar mejor equipado que muchos hospitales provinciales.

En Avellaneda, hay tres hospitales provinciales (Ana Gohitia, Presidente Perón y Fiorito, además de una UPA) que sufren las generalidades de la pésima situación del resto de estos institutos en la Provincia.

Sus recursos sean del orden de infraestructura, edilicios, instrumental, así como humanos, vienen sufriendo un abandono por parte de las autoridades provinciales, consecuencia de la sucesiva reducción de los presupuestos del área, lo que conlleva una salud pública sin las premisas básicas que debería garantizar según nuestro derecho constitucional.

Los principios de accesibilidad asistencial (posibilidades de todo ciudadano de ser atendido en cualquiera de los niveles por parte del sistema de salud), de integralidad (que apunta a que el sistema de base provincial debe cubrir todas las posibilidades terapéuticas que sean necesarias, sin restricciones, y todo aquello que sea realizado por sus profesionales a nivel de los hospitales y centros de salud) y de Universalidad (que todos los ciudadanos en suelo de la provincia de Buenos Aires, por el mero hecho de estar, están cubiertos en materia sanitaria por el sistema) no se cumplen.

En los hospitales dependientes de la Provincia de Buenos Aires, la falta de insumos impide que se pueda solicitar estudios complementarios y garantizar prestaciones, tanto ambulatorias, como durante el periodo de internación de los pacientes.

La falta de mantenimiento edilicio no respeta los requisitos básicos de confort para los pacientes, ni garantizan las condiciones en que los trabajadores realizan su actividad.

La escasez de nombramientos y la no incorporación de nuevos cargos -teniendo en cuenta los dos aspectos de la realidad provincial que son la apertura de nuevos centros de salud y la no recuperación de los cargos perdidos producto de la actual crisis hospitalaria- lleva a una falta de especialistas en las guardias, de enfermeros para la asistencia durante la internación y sobrecarga del personal con la consecuente insalubridad en las condiciones laborales.

Este cuadro general se ve aún más agravado por el retraso salarial en todo el sector, la falta de actualización del monto de los reemplazos de guardia comprometido por el propio ministerio y el crónico retraso del pago a los reemplazantes.

De este modo, nos encontramos con un Gobierno Provincial que no guarda dentro de sus intereses primarios la defensa y mejora del sistema de salud y en consecuencia de la salud de la población.

Ante este cuadro de la salud pública provincial, no es claro por qué se pretende "provincializar" al Hospital Municipal Dr. Eduardo Wilde, una Institución que cumple con principios básicos sanitaristas que se deben garantizar por parte del estado.

Es de conocimiento de los habitantes del partido de Avellaneda, que este Hospital garantiza la accesibilidad a la Salud Pública y que los servicios de guardia brindan todas las especialidades básicas requeridas para las prestaciones médicas de urgencia, así como que cuenta con los insumos básicos para la adecuada atención durante la internación del paciente.

La "provincialización" que se está intentando llevar adelante no podrá mejorar el sistema de salud interconectado de Avellaneda. Solo continuara con ajustes presupuestarios. Es sabido que los anuncios del gobierno provincial, en el 2013, de "provincializar" un conjunto de hospitales municipales, entre los que se encuentra el Equiza de La Matanza, el Allende de Lomas de Zamora (intentos también rechazados por los trabajadores) y otros, tenían una finalidad de ajuste presupuestario y desguace hospitalario. Estos hospitales por tener atención de complejidad obligan a la Provincia a otorgar una "coparticipación en salud" a los municipios.

El Hospital de Wilde es el primero de una serie de hospitales municipales que se quieren provincializar- desguazar.

El gobierno municipal de Avellaneda intenta entregar (de espalda a la opinión de profesionales y trabajadores del Hospital de Wilde, así como de los vecinos) este instituto a la Provincia, en el mismo momento en el que ha aceptado la creación de una policía comunal. El cambio de gasto en salud, por gasto en policía parece evidente.

Pero el costo actual de funcionamiento del Hospital representa solamente el 3% del presupuesto municipal de Avellaneda, un porcentaje mínimo.

En definitiva: nadie se opondría si estuviéramos frente a una potenciación del sistema de salud provincial. Pero en las actuales condiciones, esta medida, de concretarse, convertiría al Hospital Dr. Eduardo Wilde en otra Institución carencial en lo que respecta a sus servicios. Y rápidamente marcharía hacia su desguace para transformarlo en algún tipo de sala de primeros auxilios.

Luego de intentar llevar adelante esta medida de "provincialización" sin consulta alguna con los trabajadores del hospital y los vecinos de la zona; se ha pasado, ahora, a presionar e intimidar a los mismos. A través de hechos consumados, quieren imponer una decisión contraria a los intereses de los trabajadores de la salud y del pueblo trabajador de Wilde y Avellaneda. Y también de sectores de población fuera del partido de Avellaneda, pues existe una migración sanitaria desde otros partidos del conurbano sur para ser atendidos en esta Institución (por el deterioro de la salud provincial), registros que se encuentran asentados en el Servicio de Estadística de la Institución.

Estas son las razones por las cuales por las que los vecinos de Avellaneda, junto a los trabajadores del Hospital Municipal Dr. Eduardo Wilde, han rechazado la decisión inconsulta del traslado de dependencias a la esfera provincial. Y por las cuales pedimos a los señores Diputados que acompañen este Proyecto de Resolución de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.