Expresar nuestro repudio y preocupación ante las declaraciones vertidas por el candidato presidencial de la ultraderecha brasileña Jair Bolsonaro, quien afirmó que de triunfar en las próximas elecciones del 28 de octubre militarizará el país con las Fuerzas Armadas, y realizará “una limpieza nunca vista en la historia de Brasil”, en referencia a la militancia social y política y contra los movimientos sin techo (MSTS) y sin tierra (MST) de Brasil, cuyas acciones serán tipificadas como “terrorismo”.

Señor presidente:

Traemos a consideración un proyecto de resolución que tiene por objeto expresar el repudio y la preocupación de esta Cámara ante las declaraciones vertidas el pasado domingo, a una semana de la segunda vuelta electoral, por el candidato de la ultraderecha brasileña Jair Bolsonaro, en diversos actos de campaña.

Al respecto, señalamos que mediante un video que fue transmitido en San Pablo, y rápidamente recorrió el mundo por su escandaloso contenido, Bolsonaro sostuvo que de ser presidente realizará “una limpieza nunca vista en la historia de Brasil”. Allí también afirmó que “esos rojos marginales estarán prohibidos en nuestra patria” y agregó que “la patria es nuestra, no de esa pandilla que tiene la bandera roja y la cabeza lavada”. En referencia a los militantes políticos y sociales que no comulgan con sus ideas, destacó que deberán irse de Brasil “o acabarán en prisión”.

En ese marco, Bolsonaro se refirió además a los integrantes de los movimientos sin tierra (MST) y sin techo (MSTS) de Brasil, y dijo que sus acciones serán tipificadas como “terrorismo”. “O se subordinan y someten a las leyes" o van a "hacerle compañía" Lula en Curitiba, dijo en referencia a la prisión del ex mandatario. Recordemos también que Bolsonaro ya había advertido de que, de llegar al gobierno, permitirá que los propietarios rurales se armen contra estos movimientos que reclaman por su legítimo derecho a la tierra y la vivienda.

Asimismo, como registraron diversos medios locales e internacionales, en una entrevista brindada a Band TV, Bolsonaro manifestó que de triunfar el próximo domingo va a usar a las Fuerzas Armadas para militarizar el país. "Brasil está en guerra", dijo para justificar el intento de extender a nivel nacional la política que ya llevó a cabo el gobierno golpista de Michel Temer en Río de Janeiro.

Recordemos que, en esa ciudad, Michel Temer ensayó un intento de recuperar algo de popularidad haciendo demagogia con la demanda de seguridad, y decretando una intervención federal que incluía la militarización de las calles de Río. Bajo ese mandato de las Fuerzas Armadas fue asesinada la concejala del PSOL Marielle Franco, quien iba a fiscalizar desde el parlamento local la intervención militar.

La propuesta de Jair Bolsonaro no es otra cosa que multiplicar ese esquema a las principales ciudades del país, militarizando las calles y amedrentando a los trabajadores y pobres, como ya sucede en las favelas de Río de Janeiro.

"Si el Congreso otorga el permiso, pondría a las fuerzas armadas en las calles", afirmó Bolsonaro, que ya cuenta con el apoyo de la cúpula militar. Como se sabe, el candidato es un abierto defensor de la dictadura que rigió en Brasil entre 1964 y 1985, así como de los métodos de tortura empelados, llegando a decir incluso que debería haber habido más muertos que los que hubo en manos de ese golpe.

Por otra parte, el anuncio de Bolsonaro tiene lugar pocos días de hacerse público un decreto firmado por Temer para crear una suerte de “Fuerza Especial” gigantesca, que en los hechos funcionará como un Grupo de Tareas, para coordinar la represión interna. Esta nueva fuerza estará centralizada directamente bajo el control de la presidencia e incluirá a todo el aparato de espionaje y represión.

El decreto de Temer crea un Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia, que coordinará a esta nueva fuerza junto a la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), los Centros de Inteligencia de la Marina, Ejército y Aeronáutica, bajo el control del Ministerio de Defensa. Por su parte la Policía Federal, el Departamento Penitenciario Nacional (DEPEN) y la Secretaría Nacional de Seguridad Pública estarán bajo la órbita del Ministerio de Seguridad Pública.

Según el texto, la nueva fuerza tiene como atribución el enfrentamiento con las "organizaciones criminales que enfrentan al Estado brasileño". O sea que es una fuerza creada bajo las directivas de la Ley Antiterrorista, según la cual los partidos políticos y movimientos sociales podrían ser encuadrados como organizaciones criminales. Se trata, claramente, de un decreto en bandeja, que permitirá a Bolsonaro perseguir y criminalizar la protesta social, de triunfar el próximo domingo.

Ante la gravedad de estos hechos, que amenazan con coartar derechos democráticos elementales, solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.