Expresar preocupación ante la grave situación que está padeciendo Damián Raña, joven ensenadense, injustamente detenido desde el 23 de junio del corriente año por cultivo de cannabis para uso medicinal, por prescripción médica. La detención se produce en un operativo policial arbitrario y plagado de irregularidades por parte del personal policial y judicial a cargo. Damián se encuentra acusado de cargos graves encuadrados en la ley 27.737, por el solo hecho de tener en su domicilio dos plantas de cannabis con las cuales producía el cannabis medicinal que le fuera indicado para un tratamiento médico y de rehabilitación. El tratamiento médico indicado es debido a lesiones severas que sufrió en un accidente automovilístico el año pasado, por las cuales debió ser intervenido quirúrgicamente y que aún le produce dolores y secuelas.

Asimismo, alertamos severamente sobre el deterioro de su salud desde que fue detenido, ya que debido al abandono compulsivo del tratamiento con aceites y cremas de cannabis no sólo padece dolores, sino también se ha detenido la rehabilitación indicada. A su vez su familia denuncia que no se le practican los estudios médicos y periódicos necesarios para su afección.

Exigir la liberación y desprocesamiento inmediatos de Damián Raña, así como una investigación a fondo sobre el accionar policial y judicial violatorio de las más elementales garantías constitucionales, que comportaría no solo una solución de este grave caso sino un importante precedente para terminar con la criminalización de la juventud.

Señor presidente:

Traemos a consideración de esta Cámara un proyecto de resolución donde queremos expresar nuestra preocupación por la situación que vive el joven ensenadense Damián Raña, quien se encuentra detenido arbitrariamente por tener en su domicilio dos plantas para elaborar su propio cannabis medicinal. Asimismo, exigimos su inmediata libertad y la reanudación de los tratamientos médicos que necesita para su recuperación y se encuentran paralizados.

Damián Raña es de Ensenada, provincia de Buenos Aires, tiene 27 años y no cuenta con ningún tipo de antecedente penal. Estudió veterinaria y actualmente su ocupación es cocinero y repartidor de comidas. El 20 de junio de 2018 Damián viajaba como acompañante en un auto por las calles de Ensenada junto a dos amigos y su novia. Otro coche los embistió de frente. El impacto le hizo explotar el fémur derecho y le comprimió un pulmón. De este último se pudieron salvar solo dos tercios. En los músculos de esa pierna quedaron esquirlas de hueso, que hasta que el propio organismo las consuma generan constantes coágulos y fuertes dolores. Por prescripción médica Damián empezó un tratamiento de rehabilitación y de superación de las dolencias, que tenía entre otras características el uso de aceites y cremas a base de cannabis. Para no recurrir a la compra, Damián decidió plantar un puñado de semillas en el patio de su casa con el fin de cosechar las plantas que le permitieran afrontar el tratamiento.

En la madrugada del domingo 23 de junio pasado, efectivos de la Policía Bonaerense perteneciente a la Comisaría Primera de Ensenada desplegaron un inesperado operativo en las inmediaciones de su casa, en la calle Bosinga entre Barragán y Cestino. Según dijeron, habían recibido una llamada anónima que aseguraba haber visto a desconocidos por los techos de las casas.

Entraron a varias casas a “revisar los techos” pero no encontraron a nadie. Damián no estaba pero enterado del operativo volvió en un remise. Al ser abordado por los efectivos los dejó ingresar a su domicilio sin ningún impedimento. Al pasar por la cocina uno de los policías vio una rama de marihuana de no más de 20 centímetros. Le preguntaron si tenía más y dijo que sí. Les mostró lo que tenía y enseguida uno de los policías llamó a la fiscalía para pedir una orden de allanamiento. Llamaron a un joven que pasaba por la calle para que hiciera de testigo. Le hicieron firmar sin mostrarle el procedimiento. En la casa no había elementos de pesaje ni de corte, ni frascos, ni nada propio de una producción para la comercialización.

Se lo llevaron detenido a la misma comisaría, donde pasó la noche. En el acta policial elevada a la fiscalía se encuadra a Damián como infractor de la Ley 23.737 de estupefacientes. Pero se relatan hechos que no sucedieron. Que Raña “salía trasladando frascos con contenido aparentemente de estupefacientes y que advirtiendo de la presencia policial se introdujo raudamente al domicilio, donde finalmente fue aprehendido”. También que “se realizó el correspondiente test y fue positivo”, dando un supuesto pesaje de 5,220 kilos. Y también dice que el accionar policial fue “avalado” por la UFI n°2 a través de una comunicación telefónica.

Al día siguiente de su detención Damián fue trasladado a la Comisaría 11° de Ringuelet. Diez días después a la Alcaidía 2 de La Plata. Y cuando ya llevaba dos meses y medio detenido lo llevaron a la Alcaidía Roberto Petinatto del Servicio Penitenciario Bonaerense, en Olmos. Este lunes 23 de septiembre Damián cumple tres meses de una prisión injusta, arbitraria e inhumana.

Cabe decir que desde que fue detenido su salud comenzó a deteriorarse debido al abandono compulsivo del tratamiento con aceites y cremas de cannabis. A su vez su familia denuncia que no se le practicaron los estudios médicos necesarios para su afección. En ese marco, el consumo de medicina “legal” que tiene permitido no alcanza a producir los efectos esperados. Damián hoy sufre de dolores en la pierna y en la espalda, a veces realmente insoportables. Además padece regularmente bajones anímicos producto de la penosa situación que le toca vivir.

¿De cuántos Damián Raña están pobladas las comisarías, las alcaidías y las cárceles? Responder esta pregunta no es sencillo. Sin embargo, es un secreto a voces que el proceder policial-judicial contra este joven es una mecánica más que habitual por parte de miembros de las fuerzas de seguridad en complicidad con funcionarios judiciales. Que a Damián le hayan “hecho una cama”, como dice su propia familia, tiene una relación directa con una política de criminalización de la juventud, donde la Ley de Estupefacientes acude en ayuda de funcionarios policiales y judiciales para engrosar las estadísticas de allanamientos, detenciones y prisiones preventivas de autocultivadores y consumidores.

Mientras todo eso sucede, el narcotráfico continúa su desarrollo fenomenal en todo el país. El puñado de poderosos que se benefician con sus ganancias millonarias nunca siente sobre sí la amenaza policial ni judicial. Por el contrario, de parte de las instituciones estatales que deberían perseguirlo y desarticularlo reciben cobertura y acompañamiento, muchas veces a cambio de ser socios en el negocio.

Damian Raña tiene que ser puesto en libertad de inmediato, conseguir su desprocesamiento e iniciar una investigación a fondo sobre quiénes y por qué le hicieron esto. Estamos ante un caso testigo de criminalización del autocultivo, en este caso para fines medicinales, que solo intenta reforzar la criminalización de la juventud.

 

Como parte esta misma iniciativa presentaremos un proyecto de similar tenor en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, a través de la banca del Frente de Izquierda en la Cámara de Diputados, a fin de que ese cuerpo se pronuncie también ante esta grave e injusta situación que se encuentra padeciendo Damián Raña.

Por las razones expuestas y las que expondremos durante su tratamiento es que solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.