Su repudio al traslado compulsivo de trabajadores del área de desarrollo de la Dirección General de Informática e Innovación Tecnológica del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación Argentina, así como a la degradación de funciones y prácticas de violencia laboral ejercidas contra los trabajadores del sector.

Señor presidente:

En 1996 se crea en el ámbito del Ministerio de Trabajo de la Nación, la Dirección de Sistemas (hoy llamada Dirección General de Informática e Innovación Tecnológica - DGIIT) con una dotación de aproximadamente 30 empleados, en su gran mayoría del Área de Desarrollo de Sistemas.

Actualmente la DGIIT cuenta con 200 trabajadores, desempeñandose en el Área de Desarrollo poco más de 40 empleados.

Durante los días 17 al 19 de abril de 2013, la Ing. Mónica Alcibar, Directora General de la DGIIT, comunica al personal su intención de desmantelar los históricos equipos de trabajo del Área de Desarrollo de Sistemas, dejando a sus líderes sin gente a cargo, y someter al resto de los trabajadores a una entrevista con un psicólogo a fin de proceder a asignarles nuevas tareas.

Los días siguientes los trabajadores del sector presentan una nota manifestando su malestar y descontento a la directora, al mismo tiempo que las conducciones de ATE y de APOPS solicitan audiencias con las autoridades para plantear su rechazo a estos cambios.

El primero de octubre, los trabajadores del área fueron notificados vía correo electrónico acerca de sus nuevas funciones. En dichas comunicaciones se confirmaba el "descabezamiento" y desmantelamiento de los equipos de trabajo. Los gerentes de áreas quedaban efectivamente sin gente a cargo, al mismo tiempo que los integrantes de los equipos eran diseminados. A su vez, en el nuevo organigrama distribuido, había lugares ocupados por personal de consultoras privadas, y se nombraba en puestos de conducción a personas sin experiencia ni capacidad técnica para cumplir esas tareas.

Más grave aún, la casi totalidad de los trabajadores fueron notificados de "nuevas funciones" muy por debajo de su trayectoria, responsabilidad y antecedentes académicos. Luego de muchos años de servicio en el Ministerio, se les asignaban los escalafones más bajos de la "nueva estructura", con la posibilidad cierta de sufrir rebajas o congelamientos salariales en caso de concretarse el reencasillamiento. Estos cambios en las condiciones de trabajo afectaron incluso a los delegados gremiales del sector.

Frente a esto los trabajadores y entidades gremiales respondieron con diversas medidas de fuerza (movilizaciones, ruidazos, asambleas, manifestaciones) repudiando la rebaja de tareas, con el fin de visibilizar el conflicto y abrir un canal de diálogo con las autoridades. (Adjuntamos la "Carta abierta al Ministro de Trabajo" difundida por sus trabajadores).

Finalmente, el viernes 28 de marzo, una delegación de ATE mantiene una reunión con el Ministro de Trabajo, Dr. Carlos Tomada, el cual se compromete a analizar el tema y aportar una solución al conflicto.

El lunes 5 de mayo, telefónicamente se le comunicó a seis compañeros del sector, que debían acudir a la oficina de Recursos Humanos de ANSES con sus currículums para someterse a una evaluación psicológica y ser trasladados compulsivamente fuera del Ministerio de Trabajo. Entre los trabajadores afectados por esta medida se encontraba incluso quien había participado de la reunión con el Ministro en carácter de representante de los compañeros del sector. Además se hizo circular la versión de que habría una lista con más trabajadores a ser trasladados.

Cabe destacar que lo largo de este conflicto que lleva más de un año, los trabajadores del sector vienen sufriendo numerosas prácticas de violencia laboral, entre las cuales podemos nombrar: rebaja de funciones, quite de tareas, malos tratos, difamaciones, mudanzas compulsivas y sin previo aviso, amenaza de despidos y sanciones, disolución de equipos de trabajo, designación de superiores sin experiencia ni conocimientos, llegando incluso a contratar a una consultora especializada en 'violencia laboral' para llevar adelante el proceso de 'cambio'.

Esta práctica planificada y sostenida durante más de un año ha provocado que en la actualidad existan numerosas evidencias del efecto producido sobre la salud de los trabajadores, entre las cuales podemos citar: malestar generalizado, renuncias, pedidos de traslado, licencias médicas, afecciones somáticas, pedido de licencia sin goce de haberes, y demás indicios del efecto que estas prácticas están teniendo sobre los trabajadores del sector.

Por último, cabe destacar que las medidas llevadas adelante por las autoridades ha sumido a la Dirección de Sistemas en una preocupante parálisis, que incluso hace peligrar el correcto funcionamiento de los sistemas que sirven de soporte para las actividades de gran impacto social que son responsabilidad del Ministerio de trabajo, como pueden ser la administración de los planes sociales, el portal público de empleo, la gestión de los conflictos y la negociación colectiva, y las tareas de fiscalización del trabajo no registrado, entre otras.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares acompañen el presente proyecto.