Acompañar el reclamo de los trabajadores de los diarios BAE (BAE Negocios) y Crónica (Editorial Sarmiento) del traslado del 100% del personal de estas dos empresas, pertenecientes hoy al grupo Olmos, a la nueva empresa que formó el grupo, denominada Aconcagua, incluidos los delegados de prensa electos democráticamente por sus trabajadores.

Solicitar al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que informe a esta Cámara de Diputados qué medidas ha llevado adelante para garantizar el traslado completo de los trabajadores de BAE y Crónica a fin de impedir un perjuicio sobre las condiciones de trabajo y la organización gremial de los trabajadores.

Manifestar el rechazo a la agresión que sufrió un grupo de trabajadores de prensa cuando se encontraban pegando afiches, que denunciaban la situación presente en el gremio.

Señor presidente:

Raúl Olmos está presionando a los trabajadores de Crónica (Editorial Sarmiento) y BAE (BAE Negocios) para que firmen el traspaso de razón social a una nueva empresa, denominada Editorial Aconcagua, dejando afuera a los delegados gremiales y otros trabajadores que participan de las asambleas de cada redacción.

La intención es imponer por la fuerza de los hechos la convergencia de redacciones. Para ello, el grupo Olmos se dispone a disolver dos comisiones internas: la de Crónica y la de BAE. Este podría ser un golpe sin precedentes, en democracia, para el gremio de prensa.

En diciembre pasado, el grupo Olmos pretendió avanzar con la integración de las dos redacciones. La convergencia es una forma elegante de imponer la multitarea y la flexibilización. O sea, la destrucción del oficio de los periodistas en particular y de los trabajadores de prensa en general. Con la convergencia, el fruto del trabajo que se publicaba en el medio de procedencia del trabajador va a ser utilizado para todos los productos del grupo. Este plan supone que el trabajador no trabaje para un medio determinado, sino para aquel que la patronal decida unilateralmente. La idea es golpear la subjetividad del compañero, desestabilizar y descalificar su tarea, con el fin de vencer su resistencia para producir ajustes y despidos.

Esto fue rechazado por los trabajadores de ambas empresas y se firmó un acta acuerdo, el día 19 de diciembre de 2013 (expte. N° 1576141/13), en el Ministerio de Trabajo en la que se establecía el compromiso de respetar las modalidades de trabajo hasta el momento y el fin del plan de convergencia.

Ahora se vuelve a la carga con este plan intentando quebrar, con la unificación en una misma razón social y separando a los representantes sindicales, cualquier resistencia a este plan de ataque a las condiciones de trabajo de ambos medios.

Para reforzar la presión han saturado la redacción de Crónica de patovicas, los mismos que en 2005 -bajo el mando de esta misma patronal- rompieron una asamblea a trompadas y mandaron a 10 trabajadores al hospital.

Los trabajadores han mostrado una disposición total a rechazar este violento ataque. Las asambleas de ambos diarios adoptaron un criterio común y reclaman el traslado del cien por ciento del personal, incluidos los delegados de prensa legítimos, electos democráticamente. Además, exigen la directa intervención del ministro de Trabajo Carlos Tomada ante la práctica desleal y antisindical del grupo Olmos.

El impedir que los delegados continúen representando a los trabajadores, bloqueando su traslado a la nueva empresa, con el agravante de la posible modificación de las condiciones laborales, profesionales y/o salariales, constituye una práctica antisindical y antiética contra los derechos de libertad y tutela sindical.

Esta inconducta patronal, además de ser denunciada como corresponde ante el Ministerio de Trabajo, puede ser motivo de un amparo por reinstalación de las condiciones anteriores, contra ambas sociedades, porque se vulneran derechos previstos en la Ley de Asociaciones Sindicales (Ley 23551), en el art.14 bis de la Constitución Nacional y entre otros convenios y tratados internacionales, se violan los Convenios OIT 87,98 y 135, que tutelan la estabilidad de los representantes sindicales y la libertad y democracia sindicales.

No se puede tolerar que queden sin representación sindical los trabajadores. La violación a la libertad sindical es doble, porque se viola el derecho de los delegados, pero lo más importante se deja sin defensa y sin ese derecho de tutela sindical a los trabajadores.

Ya se han pronunciado la mayoría de las asambleas de los distintos medios del gremio de prensa repudiando este ataque. Además, el Plenario Autoconvocado de Delegados de prensa escrita, radio y TV apoya con una campaña que incluyó, en una primera fase, una declaración pública, asambleas en las redacciones y una marcha al Ministerio de Trabajo con cese de tareas que acompañó la audiencia entre las partes, que se realizó el 4 de abril.