Su preocupación ante los hechos denunciados por una cabo de la Armada Argentina quien manifestó haber sido abusada sexualmente por dos tenientes de la misma fuerza y tripulantes del buque escuela Fragata Libertad en ocasión de encontrarse franco de servicio y tras coincidir en un festejo en el puerto de Cozumel, México.

Señor presidente:

El pasado 02 de octubre tomó publicidad en varios medios de comunicación y portales, un hecho realmente preocupante. Una cabo de la Armada Argentina denunció, ante funcionarios de salud que la estaban asistiendo que, en ocasión de encontrarse en una celebración en un local bailable de Cozumel, México - último destino del itinerario realizado por el Buque Escuela Fragata Libertad – fue víctima de abuso por parte de dos tenientes de la misma fuerza y también tripulantes de la embarcación.

Según la cronología que pudo reconstruirse respecto del hecho, el 13 de septiembre, siguiendo la recomendación del jefe de Sanidad de la Fragata Libertad, el comandante del buque desembarcó en cercanías del puerto de Miami a fin que una suboficial, que presentaba un cuadro de malestar psicofísico, pudiera recibir asistencia sanitaria. Luego de realizar distintos estudios, determinaron que era imposible atenderla adecuadamente a bordo y se ordenó su traslado a Buenos Aires, trayecto que realizó acompañada por el jefe de Sanidad del buque y una enfermera.

Al llegar al país, la cabo fue internada en el Hospital Naval "Cirujano Mayor Pedro Mallo". En ese momento, durante la atención médica, la joven detalló a los profesionales que la asistieron el hostigamiento y abuso que sufrió en el puerto mexicano.

Al momento de conocer los hechos, el Comandante del Buque capitán de navío Carlos Funes dispuso la repatriación de los oficiales involucrados en la denuncia, se inició una actuación sumaria y se habría puesto a disposición de la denunciante la asistencia del personal de la oficina de Violencia de Género.

Esta nueva denuncia sobre hechos de abuso y violencia de género en el ámbito de las Fuerzas Armadas nos coloca ante la necesidad de declarar nuestra preocupación como cuerpo legislativo. Se trata de un tema que alcanza, lamentablemente, a los ámbitos castrenses de todo el mundo.

La reiteración de los hechos, la falta de instancias donde realizar las denuncias, la aplicación de sanciones a las mujeres que denuncian, la falta de instancias de contención psicológica y emocional a las denunciantes, así como las dificultades con las que se enfrentan las víctimas para que su palabra sea tenida en cuenta, sumada a la re victimización constante a la que son sometidas, configura el escenario cotidiano que deben enfrentar las mujeres que deciden realizar una denuncia por abuso sexual en cualquier ámbito profesional en el que se desarrollen, pero especialmente en el ámbito de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

En este contexto, resulta fundamental desarrollar aquellas políticas públicas que tiendan a reducir cada una de estas circunstancias y que garanticen el derecho de las mujeres a ser oídas, a recibir la atención y contención necesaria en este y en otros casos de violencia de género.

Los avances que hemos tenido como sociedad en los últimos años, producto de la acción de incesante del movimiento de mujeres han sido muy significativos. Esto se ha visto reflejado, también, en el ámbito de las Fuerzas Armadas, por ejemplo, mediante la creación de las Oficinas de Género en cada una de las armas a través de la Resolución 1238/2009 por medio de la cual se han puesto en funcionamiento las mismas, se ha regulado su régimen de actuación y se han delimitado criterios de atención respetuosos de los Derechos Humanos de las mujeres que integran las Fuerzas.

Es este camino recorrido el que hace posible que ante una nueva denuncia se aparte a los denunciados, se crea en la víctima y se busque el esclarecimiento de los hechos y la delimitación de los responsables. Cierto es que el horizonte al que aspiramos es la conformación de ambientes libres de violencias hacia las mujeres, lugares donde ellas puedan desarrollarse en plena condición de igualdad y donde cada uno de sus derechos puedan ser ejercidos. En el desarrollo de este andar, expresar preocupación por hechos como el denunciado por la cabo forma parte de nuestra tarea de lucha contra la violencia de género. -

Es por cada uno de los motivos expuestos, que solicito a mis pares la aprobación de este proyecto.