Su honda preocupación ante un nuevo allanamiento en el domicilio particular del periodista Víctor Hugo Morales, lo cual constituye un caso evidente de persecución y un avasallamiento al ejercicio del derecho a la libertad de expresión.

Señor presidente:

El día viernes 4 de mayo del corriente año, en horas de la mañana, el periodista Víctor Hugo Morales debió abandonar el programa de radio que estaba conduciendo porque una persona allegada le comunicó que su domicilio estaba siendo allanado en ese mismo instante.

El allanamiento, practicado por personas que dijeron ser funcionarios judiciales, se enmarca en una causa iniciada en el año 2001 contra el periodista por el Grupo Clarín, quien lo denunció porque el programa Desayuno –que conducía Morales- emitió en un televisor imágenes de la final de la Copa Intercontinental que estaba jugando Boca Juniors contra el Real Madrid, partido para el cual el grupo monopólico había adquirido derechos exclusivos.

Dicha causa ha servido al conglomerado mediático para hostigar al periodista, quien desde hace décadas viene denunciando los abusos por parte del grupo en virtud de su posición dominante, los negociados en torno a la televisación del fútbol y, de un tiempo a esta parte, su influencia gravitante en la política argentina a través de campañas de noticias falsas y manipulación de información en favor o en contra de los gobiernos, de acuerdo a su interés.

Fueron esos motivos los que llevaron al actual gobierno –en connivencia con el Grupo Clarín- a presionar a los entonces titulares de la señal C5N para despedir a Morales de su programa televisivo a fines del año pasado.

Recién hace cuatro días el conductor retomó su participación en un programa de la misma señal, donde inició su participación con un discurso abiertamente crítico del presidente Macri. Y justo ahora el periodista sufre un nuevo allanamiento, con el objeto de incautarle “siete cuadros y una lámpara” .

Los últimos dos años y medio nuestro país ha experimentado un enorme retroceso en términos de libertad de expresión y derecho a la comunicación. Desde el desguace de la ley de medios a a la fusión de Cablevisión con Telecom, pasando por los despidos de periodistas y el cierre de medios, las garantías constitucionales en esta materia han entrado en una fase crítica.

El allanamiento a Víctor Hugo Morales no puede ser leído en otra clave que no sea el apriete y la humillación del periodista, quien de manera consecuente y sistemática viene denunciando las presiones que ejerce el Grupo Clarín para expandir sus negocios, muchas veces –incluso desde su propia fundación- a costa del sistema democrático.

La preocupación por lo que le está sucediendo a Víctor Hugo Morales es, también, una preocupación por la conservación de nuestras garantías constitucionales más elementales.

Por todos estos motivos solicito a mis pares la aprobación de este Proyecto.