Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que informe sobre los despidos de trabajadores de la ex Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales, a saber:

• La actuación de la Agencia de Discapacidad en los despidos de los trabajadores de la ex Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales.

• Si ha habido responsabilidad de la Agencia de Discapacidad para desatender los sucesivos reclamos de explicación respecto de la situación laboral de los trabajadores en el traspaso de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales a la Agencia Nacional de Discapacidad.

• Si ha previsto analizar cada caso en concreto de despido y de acuerdo a ello restituirlo o reubicarlo.

• Si ha previsto un Plan de contención laboral a los cesanteados.

• Cuál es la política del Poder Ejecutivo respecto a las Pensiones para Personas con Discapacidad.

• Si la política en la Agencia Nacional de Discapacidad es consecuencia del ajuste que viene llevando el Poder Ejecutivo en políticas de Desarrollo Social.

Señor presidente:

Resulta preocupante la situación que se hizo pública esta semana que están atravesando los trabajadores y trabajadoras de La ex Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales ahora a cargo de la Agencia Nacional de Discapacidad, ante el anuncio del despido de más de 80 empleados afectados a la institución.

La Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales es un organismo que se encontraba en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social. En ese entonces, tal como figura en el Decreto de creación del Ministerio, los objetivos de la Comisión eran “Formular las políticas conducentes a asegurar en todo el ámbito de la Nación el otorgamiento de pensiones no contributivas y las emergentes de leyes especiales, como así también la cobertura asistencial médica a la población beneficiaria dependiente de su jurisdicción dentro del marco de las políticas emanadas del Ministerio.”

En el mes de septiembre de 2017, mediante un Decreto de Necesidad Urgencia Nº 698/17, el Poder Ejecutivo creó una Agencia Nacional de Discapacidad en la cual, en su artículo 6, suprime la Comisión Nacional de Pensiones y en su artículo 7 enuncia que la Agencia Nacional de Discapacidad será la continuadora de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales. A su vez, en el artículo 8 Transfiere a la órbita de la AGENCIA NACIONAL DE DISCAPACIDAD los créditos presupuestarios, bienes, personal y dotaciones vigentes a la fecha, con sus respectivos niveles, grados de revista y Funciones Ejecutivas previstas en el Decreto N° 2098/08 y modificatorios de la COMISIÓN NACIONAL DE PENSIONES ASISTENCIALES y reza que el personal involucrado mantendrá sus actuales niveles y grados de revista.

En aquel entonces, la creación de la Agencia trajo aparejada una indiscriminada baja de pensiones a Personas con Discapacidad. En el marco del pasaje de responsabilidades de un Organismo a otro, el Poder Ejecutivo dispuso esta baja de pensiones dejando absolutamente desamparada a las Personas con Discapacidad de un lugar a donde realizar consultas y denuncias acerca de su situación. El vacío legal y la desinformación es el telón de fondo de una serie de políticas de desfinanciamiento y ajuste que el Poder ejecutivo pretende hacerle pagar a las personas con discapacidad. Este parece ser el modus operandi que evidentemente llevó a cabo con las pensiones de las personas con discapacidad y hoy pretende llevar a cabo con los y las trabajadores de la ex Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales cuando, al llegar a su lugar de trabajo, se encuentran con una lista en la puerta que indica quién entra y quién no.

Señor presidente, pensar estas cuestiones nos permiten poner en discusión cuál el modelo de país que queremos proyectar. Ya no se trata de un caso puntual y un conflicto social o político a resolver en el trajín de la coyuntura apremiante. Estamos ante un debate central y los costos de los errores que cometamos hoy, los pagamos hoy y mañana. La política tiene la responsabilidad de administrar, pero Gobernar es ser responsable con el futuro de las generaciones venideras que no podemos darnos el lujo de abandonar. Las deudas no son solo económicas o financieras, sino que son sociales y culturales. No aparecen en los balances, pero son las más estructurales y las más difíciles de pagar. De ahí nuestra preocupación y nuestro pedido de informes sobre estas cuestiones de fondo.

Por los motivos expuestos es que solicitamos a nuestros pares nos acompañen en el presente pedido de informes.