DÍA NACIONAL DE LA SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO.

ARTICULO 1.- Institúyase el día 29 de noviembre de cada año como el “Día nacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino”, celebrado internacionalmente conforme lo establecido en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

ARTICULO 2.- Autorízase a todos los trabajadores de la Administración Pública y funcionarios estatales de origen palestino a disponer libremente los días 29 de noviembre de todos los años para poder asistir y participar de las actividades que se realicen en conmemoración de dicha fecha.

ARTICULO 3.- Autorízase a todos los alumnos de origen palestino que estén desarrollando sus estudios de nivel primario o medio en establecimientos educativos públicos a ausentarse en la fecha de conmemoración establecida por el artículo 1º.

ARTICULO 4.- Invítase a los gobiernos provinciales, al de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a los municipales a adherir a las disposiciones de la presente Ley.

ARTICULO 5.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

El 29 de noviembre de cada año, según las resoluciones 32/40B establecidas en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) del 2 de diciembre de 1977, se conmemora el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, a fin de concientizar al mundo sobre la ocupación israelí en sus territorios, en miras de que el conflicto todavía no se ha resuelto y que los derechos de los ciudadanos palestinos no son respetados.

El conflicto entre Palestina e Israel data de principios del siglo XX, cuando los israelíes empezaron a reclamar el establecimiento de un Estado propio en tierras palestinas.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de Naciones Unidas votó la Resolución N°181 resolviendo la partición de Palestina en dos Estados: uno israelí en el 56 por ciento del espacio y otro palestino en el 43 por ciento. El 1 por ciento restante corresponde a Jerusalén que quedó como Corpus Separatum y bajo la administración de la comunidad internacional.

Lo que sucedió después es explicado con precisión por Pedro Brieger en su libro “El conflicto palestino-israelí”: “La historia después de la creación del Estado de Israel en 1948 la escribieron básicamente los israelíes y su versión fue aceptada en casi todo el mundo, salvo en los países árabes. Según la “versión oficial”, la huida de los árabes se produjo como consecuencia del llamado de los dirigentes árabes de los otros países para que abandonaran Palestina. (…) Los grandes medios de comunicación europeos y norteamericanos, que generan casi toda la información que circula por el mundo, reprodujeron esta historia. Numerosos estudios ya han demostrado que es falsa. Ni los líderes árabes les dijeron que se fueran, ni salieron por voluntad propia. Esta narrativa israelí tradicional contradice el desarrollo de los acontecimientos ya que los dirigentes sionistas desde la década del treinta abiertamente decían que no había lugar para dos pueblos en ese territorio y que su objetivo era expulsar a la mayor cantidad de árabes posible, aunque en algunas ocasiones suavizaran su discurso. Durante la guerra, el ejército del Estado de Israel naciente destruyó cerca de 500 ciudades y pueblos que eran árabes y lo hizo justamente para impedir el regreso de sus habitantes, aunque unos pocos,

cerca de 100 mil, lograran quedarse. Más allá de cualquier valoración moral o ética sobre lo que pasó, el debate serio al respecto está cerrado, los palestinos fueron expulsados. Esto ya es reconocido por muchos historiadores israelíes e incluso por personas que han tenido altos cargos gubernamentales, como el ex canciller Shlomo Ben Amí en su libro Cicatrices de guerra, heridas de paz”.

En cuanto al hostigamiento militar y persecución al Pueblo Palestino, puede reseñarse que “poco tiempo después de la creación del Estado, Abaron Tsis- ling, ministro de Agricultura, declaró en una reunión gubernamental: ´debo decir que también los judíos cometieron actos comparables a los nazis (...). Es verdad, frente al mundo debemos hacer como si nada de eso hubiera sucedido´. David Ben Gurion, cuando era primer ministro, solía afirmar que el líder histórico de la derecha israelí Menajem Begin, que luego fue primer ministro, quería implementar una política similar a la de los nazis en relación con los árabes. En los años ochenta el filósofo ortodoxo israelí leshayahu Leibowitz acuñó la definición "judeonazi" para calificar el accionar de los soldados israelíes. Y en los noventa la derecha israelí vistió con un uniforme nazi al primer ministro Itzjak Rabin para execrarlo. Aunque la comparación irrite a muchos israelíes es un debate recurrente en sus propios medios de Comunicación”. (“El conflicto palestino-israelí”, Pedro Brieger, Editorial Capital Intelectual, 2010).

Con el paso de los años, Israel ha crecido territorialmente, debido a que se ha apoderado de porciones territoriales que corresponden a Palestina, sometiendo a sus soldados y civiles que luchan por la defensa de sus derechos soberanos. Desde 1947 Palestina ha perdido el 70 por ciento de su territorio, ocupado ilegalmente por Israel. Como consecuencia de esta política de ocupación territorial, millones de palestinos han sido sometidos al éxodo forzado, aunque mantienen y reivindican su identidad, su historia y su cultura.

El 14 de mayo del corriente año, en el marco de las protestas en la frontera de Gaza contra el traslado de la Embajada de EE.UU de Tel Aviv a Jerusalén, al menos 59 palestinos (muchos de ellos jóvenes, entre ellos una bebé de apenas ocho meses) fueron asesinados por soldados del Estado de Israel; más de 2.700 personas tuvieron que ser atendidas, de los cuales 1.360 personas resultaron heridas por munición letal, 155 de ellas en condición crítica y las restantes por golpes, contusiones (varias de ellas causadas por las latas que contienen los gases lacrimógenos) y por asfixia a causa de su inhalación.

En tal sentido, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se manifestó duramente que acusó a Israel de matar de una forma "indiscriminada". "Parece que cualquiera puede ser asesinado o herido; mujeres, niños, periodistas, personal de primeros auxilios, si se acercan a menos de 700 metros de la valla. Le dispararon a un amputado doble, ¿qué amenaza puede representar un hombre doble amputado desde el otro lado de una valla ancha y fortificada?", se preguntó el vocero en Ginebra del ACNUDH, Rupert Colville. "Parece bastante claro que se está matando de forma indiscriminada", insistió.

Por su parte, el Papa Francisco – quien ha propiciado con sus acciones la paz y la convivencia pacífica entre los dos Estados - se manifestó al respecto y lamentó "la espiral de violencia" en la Franja de Gaza, expresando su "gran dolor por los muertos". "Estoy muy preocupado y dolorido por la intensificación de las tensiones en Tierra Santa y en Medio Oriente, y por la espiral de violencia que aleja siempre más de la vía de la paz, del diálogo y de las negociaciones", afirmó en sus últimas declaraciones.

En el año 2010, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner remitió una nota al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, por la cual le comunica que el gobierno argentino reconoce a Palestina como un Estado libre e independiente dentro de las fronteras existentes en 1967 y de acuerdo a lo que las partes determinen en el transcurso del proceso de negociación.

Alcemos la voz para apoyar a los palestinos, para pedir la reapertura de las mesas de negociaciones y el cese de toda clase de violencia. Contribuyamos a la paz.

En razón de lo expuesto y de los hechos de público conocimiento, creemos importante instituir el día 29 de noviembre de cada año como el “Día nacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino”, por lo que solicitamos a nuestros pares, nos acompañen en la sanción del presente proyecto de ley.