Expresar su más enérgico repudio a los dichos del Diputado Nacional Alfredo Olmedo, quien en la sesión especial, realizada el 25 de Octubre de 2017, habló del caso de Santiago Maldonado y del operativo realizado el 1 de agosto de 2017 en la ruta 40, en la provincia de Chubut y expresó que: "Y al gendarme que está lastimado, que estaba obedeciendo a su Patria y honrando a su Patria, lo tendrán que condecorar”.

Señor presidente:

Por medio del presente proyecto, vengo a repudiar los dichos del Diputado Nacional Alfredo Olmedo, en su intervención en la sesión especial del día 25 de octubre de 2017, se pronunció:

“También y para terminar, y me va a sobrar el tiempo, voy a hablar del caso Maldonado. Si, como hablaron otros. Si la justicia es justicia y si el testigo E o la testiga E la tiene que investigar, primero por falso testimonio y después por abandono de persona. Porque declaró que Maldonado se murió ahogado porque ella o él lo abandonó. Y al gendarme que está lastimado, que estaba obedeciendo a su Patria y honrando a su Patria, lo tendrán que condecorar. Nada más.”

La sociedad en su conjunto está muy conmocionada por el caso Santiago Maldonado, episodios que se investigan ante la justicia bajo la caratula de desaparición forzada de persona, siendo Gendarmería Nacional el principal sospechoso por haberse producido la muerte de Maldonado en el marco de una represión ilegal ejecutada por dicha fuerza el pasado 1 de Agosto de 2017, en el Pu Lof de Resistencia en Cushamen.

El pasado 17 de octubre fue encontrado su cuerpo en el río Chubut, después de haberse realizado varios rastrillajes allí. Aún resta que concluya la autopsia para confirmar la causa de su muerte, pero la responsabilidad de Gendarmería es, en cualquier caso, ineludible, en tanto el ingreso de Santiago Maldonado a las aguas en que encontraría la muerte tiene como motivo único el accionar de la fuerza por fuera de la ley, toda vez que la orden judicial que habían recibido no autorizaba el ingreso a la Lof, ni la flagrancia que se alega como justificativo cubre esta falta según el artículo 227 del Código Procesal Penal de la Nación (que reglamenta los allanamientos sin orden previa). Más allá de los detalles de lo ocurrido aquella jornada, lo que deberá ir surgiendo de las constancias que se reúnan en el expediente, el desencadenante ya está claro, y sólo queda por ver si hubo cosas aún más siniestras de las que ya se conocen en esta trama. Por otra parte, preocupa que desde el Congreso Nacional alguien pueda hacerse eco de una versión fabricada mediáticamente como la pieza necesaria para el encubrimiento de un crimen de Estado.

Que el Diputado Nacional Alfredo Olmedo, en el contexto en que la Gendarmería realizó ese operativo, exprese que hay que condecorar al efectivo presuntamente herido (esto no está probado en la causa), porque estaba obedeciendo y honrando a su patria, es un insulto a la familia, a la memoria de Santiago Maldonado y a todo el pueblo argentino.

El caso de Santiago nos trae recuerdos de la época oscura de nuestra Argentina, nos duele. No habría sucedido esta muerte si antes el gobierno nacional del presidente Mauricio Macri no hubiese alimentado, desde su asunción, un relato de supuesta necesidad de recuperar un orden hipotéticamente perdido, para lo cual resultaría necesario “desatar las manos de las Fuerzas Armadas y de Seguridad”, que en esta leyenda estarían atadas, lo que les impediría actuar eficazmente. Una lógica que se alimenta conceptualmente de los tiempos en que la última dictadura hizo de la represión y no de la justicia social el elemento ordenador de la sociedad. Consistente con un gobierno que día tras día produce una novedad que vuelve a nuestro país más injusto que el que teníamos hace apenas dos años. Cuando se dice que este modelo no cierra sin represión no se trata sólo de una frase. Y no creo que sea honrar a la Patria violar los derechos humanos.

En el preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos dice:

“Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad…”

Lo que hace el Diputado Olmedo con sus dichos es desconocer y menospreciar los derechos humanos. Por eso son repudiables sus dichos, no respeta el dolor que la sociedad siente con este caso, un caso que vuelvo a repetir, es producto de una represión ilegal realizada por la gendarmería.

Es el Estado quien tiene la responsabilidad concreta de respetar, garantizar, proteger y velar por el real cumplimiento de los derechos y libertades fundamentales. Y el Estado es responsable, por acción u omisión, ante la violación de los derechos humanos.

Por repudiar las palabras conferidas por el Diputado Nacional Alfredo Olmedo y para pedir justicia por Santiago Maldonado, es que les pido a mis colegas diputados y diputadas que me acompañen en este proyecto de Resolución.