Expresar rechazo por la eliminación del Ministerio de Salud de la Nación, convirtiéndolo en Secretaría dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

Asimismo resuelve solicitar al Poder Ejecutivo que informe, a través de los organismos que correspondan, cómo garantizará la continuidad de las políticas sanitarias que tenía a su cargo dicho Ministerio respecto a programas nacionales como salud sexual y reproductiva, VIH, hepatitis virales y otras infecciones de transmisión sexual, distribución de medicamentos esenciales y vacunas, funcionamiento de Hospitales Nacionales, salud materno infantil y de la adolescencia, entre otros, que resultan de vital importancia para garantizar el derecho a la salud de la población de manera equitativa en todo el país.

Señor presidente:

El presidente Mauricio Macri anunció que reducirá la cantidad de ministerios a "menos de la mitad", al brindar un mensaje grabado desde el Salón Blanco de Casa Rosada. "En cada momento de un Gobierno se requieren equipos diferentes, y decidí compactar más mi equipo para dar una respuesta focalizada para lo que viene", señaló. Con esta medida expresa la continuidad de un plan de reducir la estructura del Estado, en este caso mediante la fusión de ministerios o su disminución jerárquica bajándolos al rango de secretarías, como sería, el caso de la cartera de salud pública, subestimando sus consecuencias en la salud de la población.

Sin embargo, no se brindaron mayores detalles respecto a cómo será implementada esta medida ni sus consecuencias en el presupuesto y la ejecución de políticas fundamentales como la distribución de medicamentos esenciales y vacunas, los cuidados en salud sexual y reproductiva, control de enfermedades como VIH, hepatitis virales y otras enfermedades de transmisión sexual, la atención en Hospitales Nacionales, asistencia en salud materno infantil y de la adolescencia, entre otras. De acuerdo a la nueva reorganización del gabinete para lograr "un equipo más compacto", el Ministerio de Desarrollo Social tendrá a su cargo el área de Salud e incorporará el sector de Seguridad Social (ANSeS).

Inmediatamente después de anunciada la medida numerosas entidades y asociaciones emitieron comunicados manifestando preocupación por la medida y exigiendo que el Ministerio no pierda su rango. Se manifestaron numerosas entidades muy reconocidas en el ámbito sanitario como la Red Argentina de Municipio por la Salud, la Federación Argentina de Medicina General, la Asociación de psicologxs del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Sociedad Argentina de Medicina, la Sociedad Argentina de Pediatría, la Fundación Soberanía Sanitaria, y el Consejo de Obras y Servicios Sociales Provinciales de la República Argentina (COSSPRA) así como los ministros de Salud provinciales.

Nuestra rechazo a la medida se basa en que entendemos que el único que puede garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos de la nación, sin diferencias sociales y/o económicas, ni menos aún geográficas, es el Estado nacional a través del Ministerio de Salud de la Nación, y que desde su creación en 1949 hasta la actualidad, ha perseguido el rol de fortalecer un sistema nacional de salud, en su responsabilidad de reparar las inequidades entre las provincias garantizando el acceso a insumos fundamentales para el desarrollo de políticas públicas sanitarias, que en muchos casos son ejemplo a nivel regional.

La eliminación del Ministerio de Salud Nacional solo tiene antecedente durante las dictaduras cívico militares de Aramburu en 1955 y de Onganía en 1966. La tasa de mortalidad infantil que había bajado casi 20 puntos entre 1945 y 1955, pasando de 78,1‰ a 59,4‰, volvió a crecer llegando a 62,4 muertes por mil nacidos vivos en 1960, como un ejemplo de los impactos producidos por las políticas de ajuste y el cierre del Ministerio de Salud de la Nación.

Es importante señalar también que esta medida se da en un contexto en el cual desde que asumió el actual Gobierno Nacional, y cada vez con mayor intensidad, el Ministerio de Salud de la Nación viene incumpliendo de facto con sus responsabilidades. Son ejemplo de ello el cierre de varios programas nacionales (control de vectores, salud sexual y reproductiva, equipos territoriales de salud mental, etc.); el progresivo debilitamiento y recorte en la provisión de medicamentos para el primer nivel (medicación básica para el primer nivel de atención), de la medicación alto costo (oncológicos y biológicos), de la medicación para programas especiales y enfermedades desatendidas (HIVSIDA, Tuberculosis, Chagas), y últimamente, algunas de las vacunas del programa ampliado de inmunizaciones, así como la falta de pago por parte de Programas como Incluir Salud y PAMI para los servicios de hemodiálisis.

En tal sentido, esta medida implica un retroceso enorme para la salud pública, dado que en nuestra cultura política la creación de Ministerios está relacionada a la importancia que el poder ejecutivo le asigna a las políticas públicas de esa cartera. La degradación del Ministerio de Salud, la primera que sucede en un gobierno democrático, además de ser elocuente desde lo simbólico, traerá aparejada una pérdida del poder de rectoría de la política sanitaria nacional, hasta entonces ejercido, a pesar de innumerables dificultades, por el ministerio.

Por todo lo expuesto solicito a los y las diputadas nacionales que acompañen el presente proyecto.