ARTÍCULO 1º.- Declárese lugar histórico nacional en los términos de la Ley N° 12.665 y modificatorias, el predio del Campo Argentino de Polo ubicado en el barrio de Palermo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dependiente del Ejército Argentino.

Art. 2°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Según distintas noticias de diferentes medios periodísticos, un grupo inversor extranjero tendría intenciones de realizar una inversión inmobiliaria millonaria en los terrenos del actual Campo de Polo del barrio de Palermo, ubicado sobre la Avenida Libertador de la ciudad autónoma de Buenos Aires. Se trata del principal espacio para el polo desde 1928 y que alberga al principal torneo de polo del país organizado por la Asociación Argentina de Polo, institución que se encuentra actualmente negociando la renovación de alquiler del predio, y escenario de los más importantes eventos de polo desde hace muchos años, y que es propiedad del Estado Nacional por medio del Ejército Argentino.

Las canchas 1 y 2 del predio suelen ser llamadas la Catedral del Polo, y están ubicadas en un terreno que fue desde principios del siglo XX la sede de la Sociedad Sportiva Argentina, institución pionera del deporte nacional, y dónde se vivieron jornadas gloriosas: desde los viajes en globo de Jorge Newbery hasta los primeros partidos internacionales de fútbol en nuestro país, entre otros muchos deportes. La actividad hípica fue pionera también en la Sportiva, hasta que producto de un largo conflicto por la propiedad de terreno entre la entonces Municipalidad y el Ministerio de Guerra, el ejército argentino lo ocupa en junio de 1924 produciéndose incluso la renuncia del entonces intendente de la ciudad. Desde entonces, pasó a depender del área de Remonta y Veterinaria siendo alquilado a la Asociación de Polo; la historia del terreno es posible de ser analizada en el trabajo de Rodrigo Daskal publicado en http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/daskal2.pdf.

Estamos convencidos que es necesario preservar dichos terrenos del afán inmobiliario, y que de tener otro destino, jamás podría ser el de la construcción edilicia, opacando un espacio de aire libre y naturaleza que es, además, sede de una actividad deportiva ya clásica en nuestro país.

En todo caso, sería deseable pensar formas y estrategias para permitir el acceso al polo de más sectores sociales y tender a su popularización, para su práctica y consumo como espectáculo, y que el predio de Palermo cumpla un rol en esa dirección. Se trata de un terreno de gran valor histórico para el deporte nacional, podríamos decir que en buena medida el deporte argentino nació y dio sus primeros pasos allí; gran cantidad de deportes se desarrollaron en él con grandes figuras deportivas. Bajo ninguna manera es posible aceptar que se privilegie el negocio de unos pocos a costa de terrenos que son públicos y que, en vínculo con una asociación deportiva, alojan desde hace tantas décadas a un deporte tradicional como es el polo.

Es por todo lo expuesto, para defender el espacio urbano público y de ejercicio del deporte en la Argentina, es que solicito a mis pares que acompañen el presente Proyecto de Ley.-