Expresar su beneplácito por la resolución de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Martín de conceder la excarcelación extraordinaria a Eva Analía de Jesús, conocida como “Higui”, quien estuviera injustamente detenida desde el 8 de noviembre de 2016 por defenderse de una patota de diez hombres que intentaron violarla. Asimismo, manifestar su solidaridad con Higui y el reclamo por su pronta absolución.

Señor presidente:

El 7 de junio de 2017 Eva Analía “Higui” de Jesús cumplió 43 años. Lamentablemente, lo hizo estando injustamente presa en una cárcel común por haberse defendido de una patota de varones que intentaron violarla. El 12 de junio, después de estar 7 meses detenida, la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria, dejándola en libertad.

Higui es una lesbiana que fue encarcelada el 8 de noviembre de 2016 en el Destacamento Femenino de San Martín tras una agresión que había sufrido en la localidad Bella Vista (Departamento San Martín, Provincia de Buenos Aires) el 16 de octubre del mismo año. Se defendió de una patota de varones que quiso violarla correctivamente y en el intento hirió de muerte a uno de ellos. El 2 de junio de 2017, la jueza Elena Persichini Marco ordenó el traslado de Higui al penal de Magdalena, Unidad 51 del Servicio Penitenciario Bonarense, una cárcel común. Diez días después la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria, dejándola en libertad. Sin embargo, la causa continúa e Higui todavía no ha sido absuelta.

Se habla de una violación correctiva, porque la intención de los atacantes era “sacarle lo lesbiana”. Así, durante el hecho, los agresores le gritaban "Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana", mientras la golpeaban en el suelo y le rompían el pantalón para violarla. Higui ya había sufrido situaciones de discriminación y violencia en el barrio, desde pequeña, y llevaba un cuchillo para defenderse. Con ese cuchillo hirió de muerte a uno de sus atacantes en defensa propia.

La causa, denuncian las organizaciones y su defensa, está plagada de irregularidades. Para empezar, “Higui” fue interrogada sin la presencia de una defensa. Se insinuó desde el primer momento un claro sesgo al momento de calificar la conducta de Higui, en tanto reúne atributos que, para algunos funcionarios judiciales (y otros sectores retrógrados de nuestra sociedad) condicionan la calificación de una conducta: es mujer, es pobre, es lesbiana, es masculina.

El reclamo por la libertad y absolución de Higui se ha transformado en una bandera de lucha de las organizaciones de lesbianas en Argentina y el mundo. Su caso no es un hecho aislado. Por el contrario, refleja la realidad de miles de lesbianas que padecen violencia y discriminación de la sociedad y sus instituciones todos los días.

Vale recordar el lesbocidio de la cordobesa Natalia “Pepa” Gaitán, fusilada con una escopeta a sólo unos metros de distancia por el padrastro de su novia que no toleraba su relación (marzo de 2010). Si bien el homicida fue condenado, no se reconoció en el fallo que el motivo fue el odio a su identidad sexual de lesbiana y su expresión de género masculina.

Durante los Gobiernos del FpV fueron muchas las conquistas conseguidas. Leyes como el matrimonio igualitario, la identidad de género, la reproducción médicamente asistida o el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, por mencionar algunas.

Sin embargo, son muchas las deudas históricas que arrastra el Estado con las lesbianas, partiendo de demandas esenciales como el derecho a la salud integral y a la no violencia. Que la libertad de Higui sea una oportunidad para reflexionar sobre esta situación y comenzar a avanzar en políticas públicas específicas.

Por todas las razones expuestas solicito a mis pares el acompañamiento al presente proyecto de resolución. Muchas gracias.