Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, por medio de los organismos que correspondan, brinde ante esta Honorable Cámara de Diputados, información precisa y detallada sobre siguientes puntos:

1. Volumen (peso neto en kg.), montos (CIF en U$S) y procedencias de los productos cárnicos (CARNE DE ANIMALES DE LA ESPECIE PORCINA, FRESCA, REFRIGERADA O CONGELADA - Código NCM: 0203 y sus respectivas subpartidas e ítems; CARNE Y DESPOJOS COMESTIBLES, DE AVES DE LA PARTIDA 01.05, FRESCOS, REFRIGERADOS O CONGELADOS - Código NCM: 0207 y sus respectivas subpartidas e ítems) importados desde el mes de Enero 2016 a Marzo 2017.

2. Volumen (peso neto en kg.), montos (FOB en U$S) y destinos de los productos cárnicos (CARNE DE ANIMALES DE LA ESPECIE PORCINA, FRESCA, REFRIGERADA O CONGELADA - Código NCM: 0203 y sus respectivas subpartidas e ítems; CARNE Y DESPOJOS COMESTIBLES, DE AVES DE LA PARTIDA 01.05, FRESCOS, REFRIGERADOS O CONGELADOS - Código NCM: 0207 y sus respectivas subpartidas e ítems) exportados desde el mes de Enero 2016 a Marzo 2017.

3. Disposiciones o medidas adoptadas o a adoptarse en favor de estos sectores y sus características. Detalle si se evidenciaron mejoras sustanciales a partir de su implementación.

4. Si se están implementando medidas tendientes a disminuir los costos de producción y a incrementar tanto la productividad como la competitividad de estas actividades productivas. En caso afirmativo, explicitar y detallar resultados.

5. Si se realizaron o se están llevando a cabo gestiones o tratativas de promoción para la apertura de nuevos mercados de exportación. En caso afirmativo, detallar cuáles, en qué etapa se encuentran y si ya se han concretado exportaciones.

Señor presidente:

El presente pedido de informe al Poder Ejecutivo Nacional tiene por objeto recabar información del sector porcino y avícola, particularmente lo concerniente al volumen y a los montos importados y exportados y a las políticas estatales implementadas o a implementarse con el fin de conocer la situación real de estos sectores, y así poner en público conocimiento, si el gobierno nacional está al tanto y lleva a cabo medidas con el fin de solucionar las problemáticas que sufren estas economías regionales.

Pongo el foco en estos dos sectores porque en mi provincia se desarrollan ambas actividades, que si bien cuentan con diferentes grados de relevancia, siendo la avícola la más desarrollada (primera productora avícola del país); presentan problemáticas similares como ser los constantes incrementos de los costos de producción (ejemplo el maíz y la soja para alimento), los aumentos de las tarifas de electricidad, de gas y de combustibles, la importación desmedida de estos productos, la pérdida de mercados de exportación, merma de rentabilidad, entre otros.

Para visualizar la relevancia que posee el sector avícola en Entre Ríos, donde es uno de los principales pilares de su economía, cito datos del SENASA que reflejan tal magnitud. Según estadísticas de este organismo del año 2013, el complejo avícola a nivel nacional comprende 5.300 granjas y 58 plantas de faena a nivel nacional. De los cuales la provincia de Entre Ríos posee el 55% (2.927) de las granjas avícolas de producción de carne del país y el 30% de las plantas de faena (17 frigoríficos), aportando con esta estructura el 46% de la faena nacional de carne aviar.

A su vez, a nivel nacional la producción avícola se encuentra focalizada principalmente en las provincias de Entre Ríos como ya mencioné anteriormente, seguida en orden de importancia por Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

Este sector se caracteriza por ser un gran demandante de mano de obra y empleo especializado, que según estimaciones del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), el empleo en 2010 para la cadena de carne aviar fue de 38.210 puestos de trabajo. Dichas estimaciones consideró el empleo en granjas de tipo familiar y actividades reproductivas, entre otras.

La producción de carne aviar (según el informe de cadena de valor del año 2016 para este sector, de la Subsecretaria de Planificación Económica de la Nación) creció, en los últimos 6 años, a una tasa del 4,3% a.a., llegando en 2015 a las 1.969.000 toneladas. Estos aumentos estuvieron impulsados principalmente por el crecimiento del consumo interno (duplicado, en parte, por una reducción relativa del precio con respecto a la carne vacuna) y de las ventas externas, acompañados por importantes transformaciones tecnológicas que posibilitaron una mayor eficiencia productiva.

Otro de los datos que vislumbra la relevancia que tiene para mi provincia, son las exportaciones, (estadística proporcionada por el Informe Cadena de Valor Aviar 2016, elaborado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación) donde Entre Ríos centraliza el 67% de las ventas externas, seguida por Buenos Aires que comercializa un 26% del total y el porcentaje restante se reparte entre las demás provincias productoras (Córdoba 4%, Río Negro 2%, Neuquén 0,5% y el 0,3% faltante se distribuye entre las provincias de Santa Fe, Corrientes y Chaco).

Por otro lado, la carne porcina es la que mayoritariamente se emplea para alimentación humana a nivel mundial; pero a diferencia de esto, Argentina se encuentra muy por debajo de los índices de consumo de carne vacuna o aviar. En nuestro país el consumo de carne, que alcanzó los 113,5 kg. por habitante/año en 2015, se distribuyó en un 52% de carne vacuna, un 38% de carne aviar y un 10% de carne porcina (según el Informe de Cadena de Valor Porcina 2016, elaborado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación).

Sin Embargo, en nuestro país, la producción de carne porcina creció en los últimos 5 años a una tasa del 12% a.a., llegando en 2015 a las 483 mil toneladas, mientras que el stock creció a una tasa del 8% a.a., alcanzando en 2016, las 4,9 millones de cabezas, acompañado de un incremento del consumo interno (según el Informe de Cadena de Valor Porcina 2016, elaborado por el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la Nación). Parte del crecimiento estuvo apalancado en una política de subsidios a la cadena de valor hasta finales de 2015 y de restricción a las importaciones.

Como se señaló precedentemente, la gran mayoría de la producción porcina tiene como destino el mercado interno, pero en los años donde hay altos niveles de consumo de la población, la producción de carne no alcanza a satisfacer las demandas locales, por lo que el país se convierte en importador de productos porcinos. (Así mayoritariamente se deben comprar en el exterior carnes congeladas que son realizadas por la industria chacinera). El problema surge cuando el país entra en crisis, donde se disminuyen los niveles de consumo interno; se demanda menor cantidad de carne y productos elaborados, pero si a su vez se mantiene o se incrementan los niveles de importación que había previos a la crisis, esto hace que la carne importada le quite participación a la nacional. Así los productores ven disminuidas sus ventas por la competencia de la carne extranjera que ingresa al país a costos menores, desencadenando un perjuicio para los productores locales.

En cuanto a los costos de producción, uno de los que más impactos negativos tuvo fue la quita y reducción de retenciones a la exportación de cereales que se produjo en el mes de Diciembre del 2015 y que no se reparó en los efectos que trae aparejada dicha medida en otros sectores que proporcionan valor agregado a la producción primaria, ya que para el engorde en particular, la cadena de cereales y oleaginosas está estrechamente vinculada a la producción porcina dado que el maíz, y en menor medida la soja, conforman más de la mitad de los costos primarios.

Algunos datos a nivel nacional del empleo, que según estimaciones propias en base a INTA (2013), la cadena en su conjunto utiliza alrededor de 33.500 personas, de las cuales 10.000 son aportadas por la producción primaria, 21.300 por la industria en general y 2.200 son empleados indirectos. Se estima, según CAICHA (2014), que la industria de chacinados emplea 18.500 trabajadores, es decir, un promedio de 41 personas por establecimiento procesador.

Las principales provincias productoras en orden de participación porcentual son Buenos Aires con el 29,12%, Santa Fe con el 26,22%, Córdoba con el 20,25%, Entre Ríos con el 7,53% y La Pampa con el 2,62%.

Con respecto a Entre Ríos, en 2016 tuvo un aporte del 7,53 % a nivel nacional (según datos del Ministerio de Agroindustria de la Nación); donde fue posible alcanzar este porcentaje de participación ya que hubo un crecimiento de los criaderos y se sumaron nuevas inversiones desde el sector agrícola que apuntaron a darle valor agregado a la producción de granos. Por ello, nuestra provincia en la actualidad, según datos del SENASA, cuenta con un total de 244 establecimientos productivos que, a su vez, estos poseen unas 21.643 madres; así la estructura productiva se establece por el número de madres con que cuentan la totalidad de los establecimientos.

Además Sr. Presidente, creo conveniente alertar, por la relevancia anteriormente expuesta de estos dos sectores de cadenas de valor, sobre el futuro inmediato de las economías regionales y en particular de aquellas que dependen de la producción avícola y porcina. Por ello, este pedido de informes se origina para dilucidar en forma certera la coyuntura de estos sectores, y así poner en público conocimiento las políticas implementadas o a implementarse por el Gobierno Nacional, sobre los diferentes requerimientos mencionados con anterioridad.

Pido, por consiguiente, el acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto.