Expresar su profundo pesar por el fallecimiento del padre Edgardo Montaldo, sucedido el domingo 25 de diciembre de 2016 en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.

Señor presidente:

El padre Edgardo Montaldo nació en la ciudad de San Nicolás en 1930. Su misión se centró en la tarea social y luchó contra los flagelos de la droga que hizo estragos en la sociedad en la que vivimos. Fue un gran referente de la Iglesia Católica en el barrio Ludueña, localizado en la zona norte de la ciudad de Rosario.

Cursó sus estudios primarios en el Colegio Salesiano Don Bosco de San Nicolás, allí descubrió su vocación. Posteriormente, ingresó al seminario en el Colegio Salesiano de Ramos Mejía y finalizó en la provincia de Córdoba su ordenamiento sacerdotal. A finales de los 60 la juventud invadía barrios y villas con grupos juveniles parroquiales, políticos o estudiantiles; de las charlas con estos grupos se orienta su camino a la parte más castigada de la Parroquia “Domingo Savio”, que sería lo que es hoy Barrio Ludueña. Allí comienza una nueva etapa en su ejercicio del sacerdocio, él decía que su verdadero sacerdocio comenzó en 1968 cuando se comprometió con la cruda realidad de Ludueña y los excluidos. Al decir del “padre Edgardo” en el 68 dejó el magisterio y “comenzó como alumno” aprendiendo las lecciones más importantes para trabajar “no para la gente, sino con la gente”.

En el mismo año ante una propuesta gubernamental de un Plan de Viviendas el asentamiento tuvo la primera organización barrial, el camino de las viviendas fue largo y penoso pero permitió a los vecinos del barrio comenzar a trabajar comunitariamente por sus necesidades y surge como lugar de encuentro una casilla donada por una familia, que sería el primer espacio Salesiano en el barrio. Cuentan los vecinos que al limpiar los terrenos para instalar la casilla encuentran una medallita del Sagrado Corazón de Jesús, y que es así que la Capilla lleva ese nombre. Todo fue surgiendo “desde las bases”, por urgencias, vacíos o problemas de los vecinos, acompañados por los distintos grupos, de afuera o del propio barrio.

Así pasaron por Ludueña miles de jóvenes que lo contaron como referente y coordinador de un espacio de inclusión social, donde lo importante y exigido era compartir el proyecto. Allí se va a sumar en 1992 Claudio “Pocho” Lepratti, ex seminarista que eligió Ludueña para quedarse a concretar sus sueños y aunque encontraría una muerte trágica el 19 de diciembre de 2001 sigue su recuerdo firme e inspirador.

En el año 2008, el padre Montaldo fue homenajeado por el Honorable Concejo Deliberante de Rosario como personalidad distinguida, por el respeto a su persona y a su constante tarea para la difusión y promoción de los derechos de la infancia y los jóvenes, un reconocimiento que supo ganarse en sus años de labor perseverante y coherente en la promoción y construcción de una sociedad más justa e incluyente

El padre Edgardo Montaldo es un ejemplo de una iglesia cercana a las realidades de la comunidad, donde la entrega y el compromiso son las herramientas de transformación profundas. Su vida nos lega esa lección de amor y respeto por el prójimo.

Por tales motivos, solicito a mis pares el acompañamiento al presente proyecto.