Luciano Andrés Laspina
Diputado de la Nación
PRO
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 5924-D-2015
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LAS MEDIDAS QUE EL BANCO CENTRAL DE LA REPUBLICA ARGENTINA HA TOMADO RESPECTO DE SU POLITICA CAMBIARIA EN EL MERCADO DE DERIVADOS FINANCIEROS DE DOLAR FUTURO.
Fecha: 12/11/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 153
Dirigirse al Poder Ejecutivo
Nacional para que en los términos del art. 100 inciso 11 de la Constitución
Nacional, a través de los organismos competentes informe a esta Honorable
Cámara de Diputados acerca de las medidas que el Banco Central de la
República Argentina ha tomado respecto de su política cambiaria en el mercado
de derivados financieros de dólar futuro. Se requiere concretamente lo
siguiente:
Informe cuáles son las causas que
motivaron la operación directa del Banco Central de la República Argentina
durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre de 2015.
Informe si se han planteado los
plazos en que se mantendrá dicha operación directa en los mencionados
mercados.
Informe cuál es el volumen total
de los compromisos asumidos a la fecha respecto de las posiciones abiertas en
contratos sobre dólar futuro.
Informe con qué recursos se
planea solventar y dar cumplimiento a las obligaciones contraídas en contratos
sobre dólar futuro, frente a los vencimientos restantes del presente año y los ya
previstos para el año 2016.
Informe cuáles son las razones
económicas y políticas que motivan las operaciones a futuro que sostienen la
cotización del dólar en valores inferiores a los de mercado.
Informe cuáles son las
consecuencias de las operaciones realizadas durante los meses de julio, agosto,
septiembre y octubre de 2015 en estos mercados respecto del estado
patrimonial y las reservas del Banco Central de la República Argentina.
Precise qué cantidad de divisas ha
comprometido el Banco Central de la República Argentina entre el 1° de julio de
2015 y el 31 de octubre de 2015 en la operación sobre los mercados de
derivados financieros sobre dólar futuro, en términos globales y en promedio
diario.
Precise si va a tomar alguna
decisión referida a la flexibilización de los límites a la compra de dólar ahorro
por parte de los particulares de modo tal que puedan acceder a la divisa
extranjera en un pie de igualdad respecto de las cotizaciones ofrecidas a los
operadores en los mercados sobre dólar futuro.
Explique de qué forma piensa
combatir los efectos negativos de la emisión de pesos para saldar los
compromisos asumidos en un contexto de alta presión inflacionaria.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Desde hace varios meses, el Banco
Central de la República Argentina se ha transformado en el principal vendedor
de contratos futuros de dólar oficial. Dichos contratos son los acuerdos por los
cuales el vendedor y el comprador se comprometen a entregar y recibir
respectivamente determinada cantidad de dólares a un precio fijo en una
determinada fecha. En la gran mayoría de los casos son utilizados como
cobertura frente a las variaciones en el tipo de cambio, compensando a la
contraparte con los pesos necesarios para comprar dólares oficiales al precio
fijado.
Las estimaciones de mercado
indican que, a la fecha, el organismo rector del sistema financiero de nuestro
país tiene posiciones abiertas por más de 11.000 millones de dólares
estadounidenses de un total de 21.300 millones de dólares estadounidenses
operados en los diferentes mercados en los que se negocian derivados
financieros tales como el dólar futuro. Estos son el ROFEX, el Mercado Abierto
Electrónico (MAE) y el Mercado a Término de Buenos Aires (MATBA). Ello
implica que el volumen de contratos abiertos aumentó casi 8 veces desde el
mes de mayo de 2015, promediando una venta diaria de unos 700 millones de
dólares estadounidenses por día.
En particular, resultan relevantes
en este aspecto las sucesivas habilitaciones de intervención otorgadas al BCRA
en el mercado ROFEX. A fines de septiembre los futuros habían operado con
fuertes alzas desde que se hizo pública la resolución de la Comisión Nacional de
Valores (CNV) que obliga a los Fondos Comunes de Inversión a contabilizar en
sus libros los títulos públicos nominados en moneda extranjera al tipo de
cambio oficial. Para bajar esas cotizaciones, el BCRA pidió extensiones de sus
límites de intervención: el 21 de agosto se amplió a 600 millones de dólares
estadounidenses por vencimiento; el 25 de septiembre, a 800 millones de
dólares estadounidenses, y desde 15 de octubre, ya no tiene límite para vender
futuros.
Asimismo, desde principios del
presente año, el BCRA se ha convertido en un activo oferente de contratos a
futuro por precios inferiores a los que estarían dispuestos a validar los
compradores por riesgo propio. En efecto, mientras en la plaza de divisas de
Nueva York, el contrato sobre dólar futuro a marzo de 2016 se pacta en $14, la
entidad monetaria nacional ofrece dicho activo subyacente en el ROFEX a
$10,80. Por su parte, otros mercados de futuros entre privados, toman a la
moneda norteamericana, en el orden de los $13,26 pesos.
La principal razón que se esgrime
en aras de justificar esta política cambiaria, es contrarrestar las expectativas de
mercado y minimizar la relevancia de las variables existentes en punto a la
ocurrencia plausible de una devaluación del peso argentino. De esta forma se
pretende dar certidumbre sobre la cotización cambiaria e incentivar a los
inversores a adquirir títulos en pesos y cubrirlos comprando futuros baratos.
La intensa intervención del Banco
Central en el mercado de dólar futuro se evidencia diariamente cuando toma
medidas para mantener la tasa de devaluación esperada por debajo de las
previsiones actuales. Sin embargo, la asunción de estos compromisos puede
condicionar severamente la política económica de la próxima gestión de
gobierno. Son múltiples las razones que sustentan esta afirmación:
La pérdida de reservas: varios
especialistas advierten que, de registrarse una devaluación mayor que la
convalidada por el BCRA en sus futuros, la entidad registrará una pérdida que,
en un escenario conservador, podría ser de no menos de 25.000 millones de
pesos. Para MyS Consultores, el BCRA podría perder entre 30.000 y 40.000
millones de pesos el año que viene, al estimar que la entidad monetaria
terminará este año con contratos vendidos por unos 10.000 millones de dólares
estadounidenses y una devaluación de un 35% a lo largo del año próximo.
Por otra parte, expertos afirman
que "... si bien el futuro permite compensar al comprador por si hay una
devaluación del dólar oficial, esta no garantiza que en el futuro puedas comprar
dólares oficiales con los pesos recibidos por el contrato, ya que eso depende de
las restricciones del cepo imperantes en el momento de finalización del
contrato. De este modo si el dólar oficial sube, la parte vendedora
(principalmente el BCRA) debe compensar con pesos a la contraparte
compradora de estos contratos. Así, el BCRA estaría obligado a emitir $11.000
millones por cada peso que sube la cotización del dólar por encima de los
precios que operan hoy los contratos futuros de dólar (cantidad de contratos
abiertos del BCRA multiplicados por los pesos que sube el oficial al vencimiento
del contrato)." A modo de ejemplo, si a fin de enero de 2016 el dólar oficial
cotiza a $12,11, dos pesos más de lo que cotiza hoy un futuro a ese plazo
($10.11), el BCRA estaría obligado a transferir (emitir) aproximadamente
$22.000 millones a sus contrapartes. Si saltara a $13.11, el BCRA tendría que
emitir $33.000 millones. Es decir, cuanto más se devalúe el dólar oficial, más
pesos tendrá que emitir el BCRA para pagar los contratos de dólar futuro."
La emisión monetaria: si
consideramos que la liquidación de todas las operaciones a plazo debe
realizarse en pesos, el saldo deberá abonarse con la emisión de moneda. Esto
implica inyectar una mayor cantidad de billetes de la moneda nacional en una
economía que se encuentra saturada de pesos, lo que constituye una
preocupación adicional si se tiene en cuenta el escenario de alta inflación
imperante. Asimismo, Pedro Rabassa, director de la consultora Empiria advierte
que "El que esté a cargo en la próxima administración va a tener que hacer
cuentas, qué significa mover el tipo de cambio en términos de emitir pesos y
adónde van a ir esos pesos después. Porque en otra época esos futuros se los
vendían a bancos, con quienes era más fácil llegar a un acuerdo. Pero el
problema es que hoy los futuros están mayoritariamente fuera de los bancos,
entre empresas e inversores", "Si se inyecta un montón de pesos al mercado,
habrá que ver qué hace la gente. Porque lo más difícil es que esos pesos no se
vuelvan a volcar al tipo de cambio""
La venta de dólar futuro a valores
contenidos, manteniendo una elevada brecha respecto de las cotizaciones que
se negocian en Wall Street y otros mercados de futuros entre privados. "El
economista Nicolás Dujovne juzga un despropósito que el BCRA venda
"protección a tasas implícitas de depreciación del peso que promedian el 25%
anual, contra los mismos futuros que en un mercado alejado de su accionar,
como el de Nueva York, se negocian con tasas al 100 por ciento"".
Es posible advertir que el BCRA, al
pactar contratos a futuro con un valor del dólar estadounidense a un cambio
notablemente inferior al que podría negociar en mercados del exterior, se
estaría descapitalizando indirectamente y deberá saldar sus obligaciones con la
emisión de pesos. En efecto, vender a $10, lo que podría venderse a $15
resulta una decisión pasible de ser objetada como temeraria y peligrosa para el
futuro de la política cambiaria en nuestro país. Alfonso Prat Gay sustenta esta
posición al argumentar que "en el mercado a término de Buenos Aires, hay otra
posición de 5.000 millones de dólares estadounidenses, y (...) el Banco Central
vendió a un ritmo de 800 millones por día. Eso es una carga pesadísima para el
que viene... "Por cada millón de dólares que se vende, se regalan 5 millones de
pesos..."
Los destinatarios de estas
medidas: Este es otro aspecto a contemplar en la medida en que resulta
fundamental atender al impacto que genera esta política cambiaria. En efecto,
son las empresas, los bancos y los grandes inversores, los que pueden tener
acceso real a estos mercados de derivados financieros. Los pequeños
ahorristas, en tanto, se ven impedidos de operar en estos mercados y la
cotización del dólar más favorable a la que éstos pueden acceder es aquella
que pueden obtener a través de la compra del dólar ahorro. Ésta se fija a partir
del valor oficial de la cotización del dólar y se le suma el 20% en concepto de
adelanto del pago de impuesto a las ganancias y del impuesto a los bienes
personales. Asimismo le fija un tope de compra por mes de 2.000 dólares
estadounidenses, en función de los ingresos.
Ahora bien, si nos detenemos a
analizar, por ejemplo, el hecho de que los agentes económicos autorizados a
operar en el ROFEX obtienen contratos sobre dólar futuro a febrero de 2016 a
un valor de $10.50 por cada dólar, y lo comparamos con los $11.45 que cotiza
al día 28/10/2015 el dólar ahorro, es que se genera una alarmante
preocupación respecto del futuro y las consecuencias de la continuidad de esta
política. Esto es desigualdad y causal de desequilibrio.
En una situación cambiaria como
la actual, en la que no sólo existe un desdoblamiento del tipo de cambio a partir
del cepo, sino también múltiples cotizaciones del dólar en función de los
sectores, los mercados y los agentes económicos que intervienen, se advierte
que solamente una reducida porción de los operadores económicos que
pretenden tener acceso al dólar son los efectivamente beneficiados. Ello es así,
en la medida en que la normativa que fija topes a los ahorristas para poder
acceder a dólares y los requisitos para acceder a los mercados de derivados
financieros nacionales anulan prácticamente la participación significativa de una
mayoritaria porción de la sociedad.
Asimismo, representa la
generación de un beneficio indebido para los sectores que especulativamente
compran contratos de futuros. En tal sentido, la naturaleza de los contratos
sobre dólar futuro, caracterizados como derivados financieros, denotan la
existencia de un activo subyacente que no está supeditada o calzada a algún
tipo operación genuina que requiera certeza cambiaria (como por ejemplo un
exportador de trigo, compra trigo a futuro, para poder cumplir sus compromisos
externos).
Todo este modo de operar genera
dudas acerca de la viabilidad y sostenibilidad de esta política en los próximos
meses: "La pregunta es hasta cuándo se lo puede defender, cuando hay un
conjunto de medidas que empujan hacia un desequilibrio. El mayor problema es
que un proceso devaluatorio es exitoso cuando es inesperado. Cuando el factor
sorpresa no está, termina afectando a las variables que deben reacomodarse,
generando un efecto pass through." La realidad indica que la política cambiaria
en materia de dólar futuro parece no resultar sostenible en el mediano plazo, y
que simplemente se circunscribe a un conjunto de medidas sin expectativas de
proyección positiva que representan un recurso limitado para anestesiar la
fuerte expectativa de una devaluación. En definitiva, la fuerte intervención que
el BCRA realiza desde hace meses en el mercado de derivados financieros de
dólar futuro, resulta una decisión preocupante y cuestionable, que subordina la
política monetaria de cara a la próxima gestión. En efecto, no sería deseable
esperar del máximo organismo de gestión financiera del país que en el marco
de la coyuntura política existente decida condicionar administraciones futuras y
beneficiar a sectores puntuales con decisiones que pueden impactar
negativamente en la economía nacional en los próximos meses.
En otras palabras, el organismo
rector del sistema financiero ha decidido tomar medidas absolutamente
coyunturales, desentendiéndose de los graves efectos que puede generar. Con
sus acciones supedita la implementación de nuevas políticas a la obligatoriedad
de saldar compromisos pactados en contratos a futuro con un costo altísimo y
promueve la emisión de pesos, que se inyectan en una economía saturada de la
moneda nacional.
Por todo lo expuesto, solicito se de
curso al presente pedido de informes.
Firmante | Distrito | Bloque |
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