Expresar su más enérgico repudio al lanzamiento de un misil por parte de Corea del Norte el pasado 29 de abril que se inserta en una serie de pruebas misilísticas en la costa este del país. Este acto constituye un hecho más de los sucesos que generan el peligro imminente que supone Corea del Norte para la sociedad surcoreana que vive sujeta a amenazas y con gran pesar histórico desde hace décadas. Asimismo, la maniobra representa un nuevo accionar de hostilidad en violación a las obligaciones internacionales emanadas de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas relativas a los programas nuclear y misilístico de Corea del Norte.

Señor presidente:

El presente proyecto busca repudiar el lanzamiento de un misil que realizó Corea del Norte el pasado 29 de abril como parte de una prueba armamentista. Esta maniobra se llevó a cabo aún cuando la comunidad internacional previamente solicitó que se evitaran estas actividades ilegales con misiles, ya que incrementarían la tensión en la región y fuera de ella.

En esta ocasión, Corea del Norte disparó un misil no identificado en dirección del noreste alrededor de las 5:30 del sábado 29 de abril de un sitio en las cercanías de Pukchang en la provincia de Pyeongan del Sur.

El hecho no es nuevo sino que se inserta en el marco de una serie de pruebas misilísticas por parte de Corea del Norte ya que el programa nuclear del régimen se ha acelerado en los últimos meses. Con lo respectivo a los lanzamientos, este país lanzó 24 misiles el año pasado y en lo que transcurrió de este año, se lanzaron 6 misiles y estos presentan cada vez mayor sofisticación y poseen una gran complejidad y alcance.

El presente proyecto repudia la maniobra desde un marco en el que el gobierno argentino reiteró su condena más firme a los ensayos nucleares y misilísticos de Corea del Norte y llamó a la "desnuclearización" de la península coreana. Esto tuvo lugar en la reunión ministerial del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas sobre Corea del Norte el pasado viernes 28 de abril.

En este sentido, el régimen norcoreano viola diariamente los derechos de sus ciudadanos, según lo que muchos organismos internacionales han demostrado. Por ejemplo, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó una resolución el 24 de marzo de 2017 que prevé el fortalecimiento de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en Seúl para la inclusión de expertos internacionales en justicia penal. Los expertos podrán elaborar planes para el eventual procesamiento de los dirigentes y funcionarios de Corea del Norte responsables de crímenes contra los derechos humanos.

Las resoluciones de las Naciones Unidas prohíben a Corea del Norte el uso de cualquier tipo de misil balístico. De este modo, al igual que los reiterados ensayos que tuvieron lugar durante los últimos años, este hecho representa un nuevo acto de hostilidad y provocación a la comunidad internacional, en manifiesta violación a las obligaciones internacionales emanadas de las Resoluciones del Consejo de Seguridad 1718 (2006), 1874 (2009), 2087 (2013), 2094 (2013) y 2270 (2016), relativas a los programas nuclear y misilístico de Corea del Norte.

Recientemente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó enérgicamente el lanzamiento del misil balístico llevado a cabo por Corea del Norte, exigiendo que el país evite nuevas acciones que violen las resoluciones pertinentes al organismo de las Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad reiteró la importancia de mantener la paz y la estabilidad en la Península de Corea y en Asia nororiental en general, expresó su compromiso de encontrar una solución pacífica, diplomática y política a la situación y celebró los esfuerzos de los miembros del Consejo para facilitar una solución pacífica y global mediante el diálogo.

El principal problema del hecho de que Corea del Norte continúe desarrollando y probando misiles es que el resto de la región podría ser el blanco de cualquiera de los próximos ataques. Corea del Sur es quien consideramos la principal víctima, ya que su capital, Seúl, conocida como una “mega ciudad”, con un enorme número de residentes en el área metropolitana se encuentra dentro del rango de tiro directo de miles de piezas de artillería norcoreana ya alineadas a lo largo de la frontera. La capital sufre amenazas constantes desde que los líderes del régimen norcoreano han prometido convertirla en un “mar de llamas”.

De un modo extremadamente preocupante, los ciudadanos de Corea del Sur se intentan adaptar al hostil accionar de sus vecinos en el norte, y no dejan tratar que no afecte su vida cotidiana. En este sentido, la Guerra de Corea, ha dejado un importante legado a largo plazo en la sociedad coreana. De hecho, aunque han pasado más de seis décadas desde el armisticio que puso fin al conflicto militar, las reverberaciones han pasado de generación en generación, incluso los descendientes que nacieron y crecieron en el otro lado del planeta mucho después pueden verse profundamente afectados de diversas maneras por este trauma ancestral.

“Cuando las ballenas luchan, los camarones en el medio se aplastan”. Así dice un viejo proverbio coreano, el cual puede explicar muy bien la situación que vive hoy Corea del Sur. Esta parte de la península ha avanzado y tratado de superar el escalofriante legado que dejó la guerra, ha desarrollado su economía e intenta mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos. Sería claramente injusto que un nuevo conflicto derribe el desarrollo alcanzado hasta hoy.

En conclusión, es de extrema importancia condenar el lanzamiento del misil que se llevó a cabo en Corea del Norte, y repudiar también, de la manera que hemos señalado, todo lo que este hecho implica para sus vecinos en el Sur. Queremos recalcar también que es sumamente relevante tomar medidas cautelosas frente a este delicado conflicto en la península coreana, ya que un simple fallo en los cálculos de cualquiera de los involucrados puede terminar en una nueva catástrofe que se lleve con ella, una vez más, millones de vidas inocentes.

Por los motivos anteriores, solicitamos a nuestros pares que se apruebe el presente proyecto de declaración.