La Honorable Cámara de Diputados de la Nación resuelve expresar su apoyo a la presentación realizada por la Universidad Nacional de Mar del Plata ante el Comité Noruego del Premio Nobel, promoviendo la entrega del Premio Nobel de la Paz al Coronel inglés Geoffrey Cardozo y al ex combatiente de Malvinas Julio Aro por el trabajo que realizaron en conjunto para lograr la identificación de los soldados argentinos enterrados en nuestras Islas Malvinas que eran hasta ahora “Solo conocidos por Dios”.

En consecuencia, la Presidencia de la HCDN ha de manifestar este apoyo a través de una comunicación formal a enviar al citado Comité, manifestando la trascendencia humanitaria del trabajo realizado por los Sres. Cardozo y Aro, como un ejemplo para circunstancias en otros espacios donde existen situaciones similares.

Señor presidente:

La Universidad Nacional de Mar del Plata anunció que presentará para el Premio Nobel de la Paz a Julio Aro, el ex combatiente de Malvinas que impulsó el proceso de identificación de los soldados argentinos enterrados en Darwin.

Se trata de una propuesta de nominación que el marplatense compartirá con Geoffrey Cardozo, el británico que reunió los cuerpos y se encargó de la construcción del cementerio ubicado en las islas en 1982.

No es la primera vez que ambos son distinguidos por su labor: hace dos semanas recibieron en Londres el premio “Dos Rosas por la Paz”, una artesanía construida por el orfebre Juan Carlos Pallarols con material bélico de la guerra, que compartieron con el ex Pink Floyd Roger Waters y la periodista Gaby Cociffi.

Julio Aro preside la fundación No me olvides, institución conformada en 2008 por madres de soldados caídos, veteranos y civiles, que busca mejorar la calidad de vida de las personas que padecen trastornos físicos o psíquicos originados en la vivencia de situaciones violentas y la de sus grupos familiares. Desde su creación, la organización en la que colaboran también padres, hijos de ex combatientes, instituciones educativas y de salud, trabajó en la identificación de los soldados enterrados en Malvinas.

Gracias al trabajo conjunto de Geoffrey Cardozo y Julio Aro, con el apoyo decidido del gobierno argentino y la comisión de familiares comenzó un trabajo que hace algunos años parecía imposible: la identificación de 123 cuerpos enterrados en Darwin como “soldado argentino solo conocido por Dios”.

La exhumación, análisis, documentación y reinhumación de los restos de soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas y sepultados en 121 tumbas como NN, se desarrolló durante 7 semanas, entre el 20 de junio y el 7 de agosto de 2017, luego de un acuerdo alcanzado entre los gobiernos argentino y británico, con el Comité Internacional de la Cruz Roja.

Las muestras fueron transportadas y analizadas en el laboratorio que el Equipo de Antropología Forense (EAF) posee en la provincia de Córdoba, donde fueron cotejadas con las muestras de ADN aportadas por los familiares.

Además, fueron enviadas también a laboratorios en el Reino Unido y España, que se encargaron del control y el aseguramiento de la calidad del análisis de ADN.

El trabajo desarrollado por el Coronel Cardozo al finalizar la guerra, enterrando con especial cuidado los cuerpos de nuestros soldados y cuidando sus pertenencias fue esencial para el logro final: la identificación plena de 90 cuerpos.

Se trata, señor Presidente, de un evento de una enorme trascendencia humanitaria, como lo demostraron las expresiones emocionadas de los familiares que –después de 36 años de incertidumbre- pudieron llegar al lugar donde estaban enterrados sus seres queridos.

Pero además es un ejemplo sobre cuanto se puede y debe hacer para lograr- a través del diálogo- cerrar las infinitas heridas que dejan las guerras en los países y sobre todo en los seres humanos.

Por ello creemos necesario manifestar el beneplácito de esta Honorable Cámara en apoyo a la iniciativa de la Universidad Nacional de Mar del Plata y solicitar a esta Presidencia que haga saber públicamente el acompañamiento a esa iniciativa, poniendo de relieve el ejemplo que significa para tantos lugares y momentos en los que es necesario mostrar que las acciones humanitarias pueden resolver lo que la violencia ha generado.