Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través del Ministerio Agroindustria, efectivice en forma urgente, la transferencia de fondos prevista por la Ley Nacional del Tabaco N° 19.800, la cual creó el Fondo Nacional del Tabaco, destinado a todas las provincias que desarrollan esta actividad, y al Chaco en particular.

Señor presidente:

Motiva la presentación y el tratamiento de este proyecto el incumplimiento por parte del Poder Ejecutivo Nacional de la transferencia de fondos prevista en la Ley N° 19.800, situación que genera un grave perjuicio para productores y trabajadores del tabaco y otras actividades conexas.

La Ley N° 19.800 crea el régimen especial para “todas las actividades tabacaleras del país” (art. 1). En ella, se crea una Comisión Nacional Asesora y se prevén normas relativas a la producción y comercialización del tabaco. Además, crea el Fondo Nacional del Tabaco, como un órgano recaudador (art. 27) de los aportes con los que dicho Fondo se compone (art. 23). Además, es un órgano distribuidor, mediante un reparto que, según la ley (art. 28) se hará “mensualmente” entre las provincias productoras. La autoridad de aplicación era la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, funciones que actualmente corresponden al Ministerio de Agroindustria de la Nación, a cargo del Ministro Ricardo Buryaile.

La producción tabacalera de nuestro país se radica en zonas que requieren de asignación de recursos por parte del Estado. Las unidades productivas son en su mayoría de reducida extensión, se trata de pequeños y medianos productores que requieren desde abril los fondos previstos por ley para tratar de lograr una producción lo mas homogénea posible para su posterior industrialización. En el Chaco son aproximadamente 280 productores y los fondos previstos por el FET ascienden a mas de 120 millones de pesos.

El tabaco requiere la implantación individual de cada planta y su posterior cosecha manual de sus hojas, por lo que ocupa mano de obra intensiva. Esta demora afecta a cientos de familias productoras y miles de trabajadores rurales, que se ven gravemente perjudicados en un contexto económico y social particularmente complicado para los sectores de menores ingresos.

Llama la atención que no se envíen los fondos previstos por ley, habida cuenta que los mismos no surgen del tesoro nacional, sino que es un porcentaje retenido en carácter de impuestos a la venta de cigarrillos y tabaco. No es el Estado nacional, sino los propios consumidores los que sostienen el Fondo.

Vemos como el Gobierno de Mauricio Macri discrimina las economías provinciales. Al envío tardío de los recursos previstos en el fondo Algodonero se suma este para con los productores tabacaleros. El Ministro Bruyaile es lento con las ayudas necesarias para el interior profundo de Argentina, pero rápido para quitar retenciones a los cereales destinados a la exportación. Un gobierno que verdaderamente se ponga al servicio de sus ciudadanos debería actuar de modo contrario: priorizando cumplir con los productores pequeños y medianos de las economías regionales y luego con los grandes productores y exportadores de granos.

Esto no es sólo discurso o una demanda de quienes hoy somos parte del bloque opositor, sino que es el compromiso asumido en campaña por el entonces candidato Mauricio Macri. Ha repetido hasta el cansancio que se potenciarían las economías regionales con una quita gradual de las retenciones. Lo cierto es que, al cabo de un año de gobierno, se han hecho enormes esfuerzos por satisfacer a los productores exportadores, eliminando inmediatamente esos tributos, pero sin ningún estímulo a los sectores mas desprotegidos. Es preocupante que se cumpla con las promesas para los sectores privilegiados, pero no para los otros, siendo, además, que los Fondos respectivos para el Tabaco y el Algodón ya cuentan con los recursos y lo único que el gobierno debe hacer es asignarlos.

Por las razones expuestas, solicito la aprobación de este proyecto.