Expresar profunda preocupación por la detención de diez jóvenes militantes de la agrupación política de la Juventud Peronista “La Cámpora” mientras realizaban un mural dedicado a la memoria de Salvador Allende, el 21 de septiembre de 2016 en la Plaza "Velasco Ibarra" de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Expresar total solidaridad con los jóvenes y sus familiares.

Repudiar toda forma de persecución política, que remite a los peores momentos de nuestra historia nacional.

Reivindicar toda forma democrática de participación política juvenil.

Señor presidente:

El último 24 de marzo se cumplieron 40 años del inicio de la más sangrienta dictadura cívico-militar, que asoló a nuestro país y perpetró un genocidio cuyas consecuencias lamentables se arrastran hasta el presente. Nos fue muy grato observar que los jóvenes eran abrumadora mayoría en la manifestación que conmemora esa fecha, jóvenes que se acercaron a la práctica política en la última década y que en muchos casos pertenecen a agrupaciones que están convencidas de que el mejor lugar para la juventud, es la política.

Jóvenes eran la mayoría de los 30.000 desaparecidos que levantamos como bandera. Jóvenes que lucharon por una patria mejor y por una democracia donde se pueda realizar la justicia social. Muchos de ellos, a los que la política volvió a enamorar gracias a los ejemplos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, son familiares de desaparecidos y detenidos por razones políticas. Incluso algunos de los que forman parte de esas agrupaciones y son representantes del pueblo en esta Cámara, han vivido en carne propia el odio de la represión, siendo niños apropiados, actualmente “nietos” que recuperaron su identidad gracias a la incansable tarea de las Abuelas de Plaza de Mayo y demas organismos de Derechos Humanos.

Un grupo de esos jóvenes de entre 18 y 22 años, que desarrollan una militancia política territorial en la ciudad de Buenos Aires, fueron detenidos en la madrugada del pasado jueves 22 de septiembre y conducidos a la Fiscalía Contravencional del Ministerio Público Fiscal. Fueron acusados del delito de daño agravado por pintar un mural en la plaza donde desarrollan actividades recreativas, promoviendo que los jóvenes se acerquen al deporte y concientizando acerca del consumo excesivo de drogas. La frase, lejos de ser agresiva o sectaria, era la célebre “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción, incluso biológica” del ex presidente chileno, Salvador Allende, que es una histórica arenga de la militancia juvenil latinoamericana en todas sus expresiones.

En un contexto donde lamentablemente son noticias los jóvenes muertos por sobredosis de drogas en fiestas electrónicas o en boliches, estos compañeros optan por la política como forma de transformar la realidad, y consideran que la promoción del deporte y la salud pública debieran ser serias políticas de estado, y no propuestas que emanen de su mera voluntad individual.

Estas conductas represivas hacia las expresiones populares y juveniles remiten directamente a un pasado que todavía es presente. Recuerda a los peores momentos de las autoproclamadas revoluciones Libertadora y Argentina y al macabro plan de la Dictadura designada con el eufemismo de Proceso de Reorganización Nacional. Por la memoria de quienes han perdido la vida por su militancia política, estas actitudes deben ser rechazadas inmediatamente. Además, pareciera que la persecución política es una lamentable marca de esta gestión, que ha tenido episodios severos de represión hacia trabajadores movilizados o que mantiene, sin condena, privada de su libertad a la Diputada del Parlasur electa, Milagro Sala, hace ya más de cien días.

Es preocupante también que las fuerzas represivas del Estado se ocupen recursos, materiales y humanos, en contra de diez jóvenes que no cometían delito alguno. Si este episodio es causado por la torpeza de los agentes intervinientes, esperamos la severidad correspondiente por parte de las autoridades civiles a cargo. En cambio, si esta actitud es tolerada por éstos, llegaremos a creer que es una política deliberada del gobierno, lo que es mucho más grave.

Finalmente, esta reacción no se debe a su pertenencia a la Juventud Peronista. Repudiar la represión hacia la militancia política y a la movilización juvenil es una advertencia que debemos hacer desde todos los sectores políticos porque ellas constituyen las bases de todas nuestras agrupaciones.

Por las razones expuestas, solicito me acompañen con su firma.