Expresar su más enérgico repudio ante la detención de diez jóvenes militantes de la agrupación La Cámpora que se encontraban pintando un mural, hecho acontecido el 21 de septiembre de 2016 en el barrio de Balvanera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ante cualquier forma de persecución y criminalización de la participación política por parte del Estado.

Señor presidente:

Diez jóvenes militantes de la agrupación política La Cámpora en la tarde del miércoles 21 de septiembre fueron detenidos por agentes de la Policía Federal Argentina, fuerza dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, trasladados a la Fiscalía Contravencional del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires e incomunicados durante horas. Fueron puestos en libertad a las 4 de la madrugada del día 22 de septiembre. Los jóvenes, seis hombres y cuatro mujeres, se encontraban realizando una intervención artística sobre una pared de la plaza Velasco Ibarra, ubicada en el barrio de Balvanera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con un mensaje alusivo a la participación juvenil en la política, en celebración del Día de la Primavera y el Día del Estudiante.

Desde el regreso de la democracia en la Argentina en 1983, la participación política de la ciudadanía es uno de los pilares de nuestro sistema democrático. Sin embargo, en los treinta y tres años de democracia la participación no ha sido un proceso constante, sino que ha tenido etapas de auge y crisis.

En los últimos años, uno de los logros de nuestro sistema político fue la generación de un nuevo periodo de fortalecimiento de la democracia con la participación masiva de ciudadanos en el debate político y la militancia partidaria. Entre ellos, la afluencia de jóvenes fue la principal característica de este proceso. Cientos de miles de jóvenes se agruparon en torno a agrupaciones políticas, sociales, culturales, gremiales para debatir sobre la realidad y transformarla desde una visión colectiva, dejando de lado la cultura del individualismo y el desprecio por las distintas formas de organización popular. Los jóvenes son protagonistas de una nueva oleada democrática en la Argentina, integrando agrupaciones políticas que integran a hombres y mujeres que luego militan en los barrios de pueblos y ciudades en todo el territorio nacional, como forma legítima de transformación de la realidad.

Sin embargo, desde hace unos meses se evidencia un proceso dirigido desde ciertos estamentos públicos estatales, en el discurso político, así como en los medios de comunicación, que insisten en desprestigiar la participación política, utilizando distintas estrategias de coerción, donde la violencia y el uso de la fuerza son empleados como herramientas de coacción a militantes y dirigentes políticos, de múltiples fuerzas partidarias.

No podemos dejar de mencionar la serie de atentados contra locales político-partidarios sucedidos en distintos puntos del país, la persecución judicial contra dirigentes políticos, así como este hecho que repudiamos, el cual privó de la libertad a diez militantes que se encontraban realizando un mural, un hecho habitual en todo espacio público.

Este hecho, como otras circunstancias aludidas, no deja de contraponerse con la política de seguridad democrática imperante hasta diciembre de 2015, cuando la conducción política de las fuerzas de seguridad estableció la no represión de la protesta social, y, desde los máximos niveles políticos, comprendía a la protesta como una forma más de acción democrática y evitaba el empleo de la fuerza para disuadir cualquier tipo de marcha o expresión política, promoviendo la resolución de conflictos por medio de la gestión estatal, y nunca utilizando la represión contra la participación política o la expresión de algún grupo político o social.

En este tipo de hechos fundamentamos el presente proyecto, con el que repudiamos este tipo de situaciones, expresando nuestra plena convicción de que acciones de este tipo lesionan los derechos políticos de todos los argentinos y argentinas, afecta nuestra democracia y perjudica a la totalidad de partidos políticos y organizaciones populares. Y, fundamentalmente, aleja a los y las jóvenes de la militancia, de la participación y de la posibilidad de que la ciudadanía sea artífice de los destinos de nuestra Patria a través de la militancia política.

Por lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de la presente iniciativa.