Artículo 1º- Declárese el día 26 de agosto de cada año como “Día Nacional de ‘El Gaucho’ Rivero” en conmemoración al levantamiento y revuelta del Gaucho Antonio Rivero, que junto a otros dos gauchos y cinco Charrúas el 26 de agosto del año 1833 recupera las Islas Malvinas y hace flamear la bandera Argentina-

Artículo 2º- Incorporase al calendario escolar el día 26 de Agosto como “Día Nacional de ´El Gaucho’ Rivero”.

Artículo 3º- Encomiéndese al Ministerio de Educación de la Nación, a través del Consejo Federal de Educación y las autoridades educativas de las distintas jurisdicciones, a acordar la incorporación de este hecho histórico a los contenidos curriculares del sistema educativo, en sus distintos niveles y modalidades, educación Formal y No Formal.-

Articulo 4º- Entonar la Marcha de Malvinas en los actos escolares, institucionales y especiales que se celebren en torno a nuestra reivindicación de Soberanía sobre nuestras Islas Malvinas.

Articulo 5º- Encomiéndese a la Secretaria de Cultura de la Nación la conmemoración del “Día Nacional de ‘El Gaucho Rivero”.-

Articulo 6º-De forma comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.-

Señor presidente:

Con solo 20 años de edad Antonio Rivero, oriundo de Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, había llegado a las islas Malvinas en 1826 acompañando a la expedición de Luis Vernet quien portaba una patente que le permitía establecer un asentamiento en las islas. Pronto tomó forma un próspero asentamiento permanente bajo la dirección de Luis Vernet. Allí se desempeñó como peón, y sus tareas consistirían en amansar ovejas, vacas y cerdos, junto a otros gauchos e indígenas Charrúas con quienes trabaron amistad.

Era necesario controlar la explotación ilegal de ballenas y focas en los mares del sur, por lo que el gobierno de Buenos Aires debía afianzar la posesión del archipiélago y obligar a acatar las disposiciones administrativas concernientes a la actividad pesquera.

En 1828 el gobierno de la República Argentina amplió la concesión a los colonos en las islas, y el 10 de junio de 1829 el gobernador delegado de Buenos Aires, Martín Rodríguez y su Ministro Salvador María del Carril, crearon la “Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico”, con sede en la Isla Soledad y con jurisdicción sobre las islas adyacentes al Cabo de Hornos que dan hacia el Océano Atlántico Sur. Ese mismo día Luis Vernet fue nombrado Comandante Político y Militar de las islas Malvinas, detentando toda la autoridad y jurisdicción necesarias.

El 15 de julio de 1829 Vernet, su esposa y sus tres hijos, viajaron a Malvinas junto a quince colonos ingleses, veintitrés alemanes con sus familias, personal de servicio y peones, en su mayoría rioplatenses, afroamericanos, gauchos e indígenas. El 30 de agosto de 1829 Luis Vernet juró la bandera y tomó posesión de su cargo.

Pronto la población estable aumentó superando el centenar de individuos y en 1830 nacieron los primeros Malvinenses.

Las actividades económicas eran principalmente la producción ganadera a cargo de los gauchos e indígenas. La exportación de cueros y carne salada; la pesca, en aguas jurisdiccionales de la comandancia, de la merluza, y la caza del lobo marino y de la foca. Tenían como principal mercado Buenos Aires a donde se exportaba carne salada, pescado en salmuera, sebo, cueros de lobos marinos y ganado vacuno, pieles de conejo, etc.

El eje central en la actividad fue siempre la conservación de los recursos pesqueros y balleneros. Debido a la terrible depredación de la que eran objeto, una de las primeras medidas de Vernet fue la prohibición de la caza de focas. Era parte de un plan general para organizar la defensa del litoral bajo su jurisdicción. Fueron estas medidas las que terminaron desencadenando un conflicto político internacional con Estados Unidos y con el Reino Unido, que culminaron con la ocupación de las islas Malvinas por la fuerza el 3 de enero de 1833 por el Reino Unido.

Vernet desde Buenos Aires y con la autorización del gobierno británico, continuó con su empresa privada en la Colonia de Puerto Luis, controlándola a través de sus encargados. Esta nueva situación provocó descontento generalizado especialmente entre sus peones que debían soportar los excesos de las nuevas autoridades y administradores del archipiélago, y realizar las tareas más duras y peor remuneradas ya que cobraban con vales firmados por el ex gobernador Vernet que no tenían validez para la nueva administración y los obligaron a alimentarse de ganado asilvestrado

Sumado a esto la falta de noticias desde Buenos Aires y la tardanza de una anhelada operación argentina de recuperación del archipiélago. Todos estos ingredientes formaron el caldo de cultivo para que el gaucho Antonio Rivero mentara y dirigiera la sublevación.

Su austero armamento consistía en facones, boleadoras, espadas, pistolas y mosquetes, en contraposición a las modernas pistolas y fusiles que empuñaban los británicos.

El 26 de agosto de 1833, seis meses después de la invasión británica de las Malvinas, el Gaucho entrerriano federal Antonio Rivero, junto a otros siete peones, (dos de ellos gauchos y cinco Charrúas), actuaron por sorpresa y, conscientes de su desventaja numérica, fueron matando uno por uno primero al nuevo administrador británico y luego a cuatro empleados de Vernet. Posteriormente se instalaron en la casa de la comandancia e impidieron el izado de la bandera del usurpador durante cinco meses, enarbolando en su lugar nuestra Enseña Patria.

El 9 de enero de 1834 dos naves de la marina real inglesa regresaron a la Isla Soledad e izaron la bandera británica. Hacia el 21 de enero de 1834 los británicos restablecieron el orden en Puerto Soledad, logrando controlar la rebelión, y apresando a todos los rebeldes. El último fue El Gaucho Rivero que se entregó el 18 de marzo. Todos ellos fueron trasladados encadenados en el Beagle al mando de Fitz Roy. Siendo finalmente liberados en Montevideo.

Antonio Rivero murió el 20 de noviembre de 1845 combatiendo en la Vuelta de Obligado. Símbolo indiscutible de los ideales, de las luchas y las demandas sociales y populares, El Gaucho Rivero valientemente reivindicó la soberanía nacional sobre nuestras Islas Malvinas. Por todo lo expuesto es que pido acompañen en esté proyecto de ley.