Juan Manuel Pedrini
Diputado de la Nación
UNIÓN POR LA PATRIA
Período: 10/12/2021 - 09/12/2025
PROYECTO DE LEY
Expediente: 3422-D-2014
Sumario: ESTRATEGIA Y PLAN NACIONAL DE CAMBIO CLIMATICO. REGIMEN DE PRESUPUESTOS MINIMOS.
Fecha: 13/05/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 43
Cambio Climático.
Presupuesto Mínimo. Estrategia y Plan Nacional
Artículo 1º.- Objeto.
Ámbito de Aplicación
La presente ley tiene por objeto
establecer un marco regulatorio para el desarrollo de políticas públicas frente al
cambio climático en cumplimiento de la Ley Nacional No 25.438, con carácter
de presupuesto mínimo de conformidad con el artículo 41 de la Constitución
Nacional y la Ley Nacional No 25.675.-
Sus disposiciones rigen en todo el
territorio de la Nación, respetando las particularidades provinciales y locales.
Artículo 2º.-
Definiciones
A los fines de esta ley, se entiende
por:
Cambio climático, a la variación
estadística en el estado medio del clima que persiste durante un período
prolongado, debida a causas naturales o atribuida - directa o indirectamente - a
actividades humanas que alteran la composición de la atmósfera.
Adaptación, a los ajustes en los
sistemas naturales y humanos como respuesta a estímulos climáticos
proyectados o reales, o sus efectos, que pueden moderar el daño o aprovechar
sus aspectos beneficiosos.
Mitigación, a las intervenciones
antropogénicas para reducir las fuentes o mejorar los sumideros de gases de
efecto invernadero.
Vulnerabilidad, al nivel en el que
un sistema es susceptible, o no es capaz, de soportar los efectos adversos del
cambio climático.
Artículo 3º.-Autoridad de
aplicación nacional. Responsabilidades Concurrentes
La autoridad de aplicación de la
presente Ley será la SECRETARIA DE AMBIENTE DE LA NACION u el organismo
que la sustituya en su misma competencia. El Estado Nacional, las Provincias, la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios son responsables en el
ámbito de sus competencias, en forma concurrente, del diseño, implementación
y financiamiento de políticas públicas frente al cambio climático.
Artículo 4º.- Adaptación y
Gestión de la Vulnerabilidad.
Con el objeto de reducir las
consecuencias negativas del cambio climático y potenciar sus efectos
favorables, las jurisdicciones responsables garantizan la implementación de las
acciones de adaptación y gestión de la vulnerabilidad que se enumeran a
continuación:
a) Promover investigaciones
tendientes a la generación de escenarios climáticos para las distintas regiones
del país.
b) Difundir los resultados de tales
investigaciones a través de bases de datos de libre acceso.
c) Evaluar la vulnerabilidad de los
sistemas naturales y de los diferentes sectores socioeconómicos, frente a las
consecuencias del cambio climático.
d) Elaborar planes de actuación
integral frente a situaciones de emergencia originadas en tales
fenómenos.
e) Diseñar métodos y herramientas
para la prevención y reparación de los daños ambientales, económicos y
sociales provocados por el cambio climático.
f) Analizar potenciales procesos de
migración.
g) Desarrollar protocolos de
prevención y atención sanitaria de enfermedades relacionadas con el cambio
climático.
h) Planificar un ordenamiento
territorial que contemple el uso del suelo de manera ambientalmente
sostenible.
i) Evaluar las alteraciones sufridas
por los sistemas glaciares y periglaciales, desarrollando mecanismos destinados
a su protección.
j) Instrumentar planes de
preservación de los recursos hídricos.
k) Ejecutar un programa integrado
de manejo costero destinado a proteger los ecosistemas y los centros poblados
ubicados en las áreas más vulnerables.
l) Impulsar la adecuación y
concreción de obras de infraestructura destinadas a reducir los efectos de las
inundaciones.
Artículo 5º.- Mitigación para un
Desarrollo Sostenible.
Con el objeto de promover
procesos de desarrollo sostenible, las jurisdicciones responsables garantizan la
implementación de las acciones de mitigación que se enumeran a
continuación:
a) Disponer un sistema de
medición de los niveles de emisión de gases de efecto invernadero (GEI),
conforme los parámetros establecidos por el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (IPCC).
b) Fijar metas mínimas de
reducción de tales niveles tomando como base los compromisos internacionales
asumidos por la República Argentina.
c) Otorgar incentivos fiscales y
crediticios a productores y consumidores para la inversión en tecnologías,
procesos y productos de baja generación de gases de efecto invernadero (GEI).
d) Mejorar la eliminación de gases
de efecto invernadero (GEI) por medio de sumideros.
e) Propiciar la implementación de
planes de eficiencia energética por parte de los distintos sectores
productivos.
f) Impulsar el desarrollo y la
utilización de fuentes de energía limpias y alternativas a los combustibles
fósiles.
g) Promover inversiones en el
fortalecimiento de los sistemas de transporte público de pasajeros y la
utilización de medios menos contaminantes.
h) Instrumentar mecanismos de
evaluación ambiental estratégica (EAE), con carácter previo a la
implementación de programas y planes de desarrollo económico.
i) Fomentar el uso de indicadores
de sostenibilidad.
j) Proteger los bosques nativos en
el marco de lo dispuesto por la Ley Nº 26.331 y avanzar en su
reforestación.
k) Fomentar la utilización de
modalidades de explotación agrícola-ganadera sostenibles, atendiendo entre
ellas las especiales características de la agricultura familiar.
l) Promover la minimización y el
reciclado de residuos.
Artículo 6º.-
Fortalecimiento del Servicio Meteorológico Nacional (SMN)
El Servicio Meteorológico Nacional
(SMN) elabora un programa de fortalecimiento técnico, científico y financiero
que incluye plazos de ejecución y costos de implementación para su aprobación
por parte de la autoridad de aplicación.
Dicho programa tiene por objeto
su jerarquización presupuestaria, el incremento de la investigación científica
respecto de las causas y consecuencias del cambio climático y el
perfeccionamiento de los sistemas de alerta temprana de fenómenos
meteorológicos e hidrológicos extremos.
Artículo 7º.- Campañas de
concientización
A efectos de involucrar a la
ciudadanía en el diseño, implementación y seguimiento de políticas públicas
frente al cambio climático, se realizan campañas periódicas de concientización
sobre los alcances de esta problemática, tendientes a mejorar las capacidades
de la población para enfrentarla.
Artículo 8º.- Mesa
Federal, Mesas Provinciales y Municipales
Constitúyase como organismo
específico del Consejo Federal de Medio Ambiente ( COFEMA) , la Mesa Federal
de Cambio Climático presidida por el/la titular de la Secretaria de Ambiente y
Desarrollo Sustentable de la Nación e integrada por las máximas autoridades
ambientales de las Provincias , de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la
Federación Argentina de Municipios ( FAM) en representación de los municipios
del país.-
Asimismo se deberán constituir
Mesas Provinciales y Municipales en los casos que corresponda por adhesión de
los mismos.-
En todos los casos se deberá dar
participación adecuada a las organizaciones no gubernamentales y libres del
pueblo especializadas en la temática indicada, además del estricto cumplimiento
de las obligaciones de información ambiental prevista en los artículo 16 a 18 de
la Ley Nacional No 25.675.-
Artículo 9º.- Estrategia y
Plan Nacional de Cambio Climático (PLANCLIMA)
En el seno de la Mesa Federal de
Cambio Climático, se elabora anualmente una estrategia y plan nacional (
PLANCLIMA) a través del cual se coordinan las acciones previstas en los
artículos 4º y 5º, se determinan las referencias iniciales, se dispone un
cronograma temporal de ejecución, se definen los objetivos a alcanzar y se
evalúa su cumplimiento.
Artículo 10º.-
Compromiso Presupuestario
En el marco del plan nacional se
establece el porcentaje de recursos que las jurisdicciones se comprometen a
destinar, en cada ejercicio presupuestario, al desarrollo de las acciones
contenidas en el mismo.
Artículo 11º.-
Cooperación
Para la ejecución de la Estrategia y
el Plan Nacional (PLANCLIMA), la Mesa Federal de Cambio Climático promoverá
la celebración de convenios de cooperación regional e internacional.
Artículo 12º.- Informe al
Congreso Nacional
La Mesa Federal de Cambio
Climático elabora un informe anual de las acciones desarrolladas en el marco
del plan nacional, que remite a ambas Cámaras del Congreso de la Nación,
antes de cada 31 de marzo.
Artículo 13º.- Conferencia
Permanente
Créase la Conferencia Permanente
sobre Cambio Climático, como ámbito público no estatal de consulta, debate,
formulación de propuestas y seguimiento de la presente ley.
Artículo 14º.-
Convocatoria. Participación
La Mesa Federal convoca a
participar de la Conferencia Permanente sobre Cambio Climático a expertos en
la materia, representantes de las Universidades Nacionales, las organizaciones
ambientalistas, las organizaciones sindicales y empresariales de los distintos
sectores productivos, las organizaciones de usuarios y consumidores, las
asociaciones profesionales y otras entidades no gubernamentales vinculadas a
la temática.
Artículo 15º.-
Comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El calentamiento atmosférico es
una problemática compleja y actual de alcances mundiales, estrechamente
vinculada a temas cruciales como la lucha contra la pobreza, la superación de
las desigualdades existentes entre las distintas regiones del planeta, el
desarrollo socioeconómico, el uso de la tierra, la provisión de alimentos y, entre
otros, el crecimiento demográfico.
En aras a generar una conciencia
pública de carácter internacional, en relación a la urgencia de adoptar medidas
tendientes a mitigar sus causas y combatir sus efectos adversos, el 9 de mayo
de 1992, fue adoptada la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que entró en vigor el 21 de
marzo de 1994 y a la que adhirieron la REPUBLICA ARGENTINA y la
mayor parte de los países.
En lo que se refiere al
cumplimiento por el país de las obligaciones establecidas por la Convención, las
mismas tienen una aplicación cuidada. Ello surge del documento "Primera
Comunicación Argentina sobre Cambio Climático de 1997", en el cual se
hace saber la creación de la Oficina del Programa OZONO (Decreto Nº
265/96) y de la Comisión Nacional del Cambio Climático (ver Decreto
Nº 2156/91 y Decreto 176/92).
Como puede apreciarse,
tratándose de cambio climático, no es fácil separar la convención del agujero de
ozono de las obligaciones sobre cambio climático. Ambas cosas son dos partes
de una misma cosa, tal como lo habíamos señalado anteriormente.
La Argentina ha participado en la
creación del Instituto Interamericano Especializado, llevando a la práctica
además un programa de eliminación del uso de las sustancias que en el país
afectan la capa de ozono.
También realiza un inventario de
gases que provocan el efecto invernadero, a cuyo fin aplica la ley de residuos
peligrosos controlando los solventes halogenados.
En esta labor las organizaciones no
gubernamentales han colaborado con tareas directas relacionadas con los
industriales que usaban tales productos. Una campaña de disuasión tuvo un
alto acatamiento y en las actuales circunstancias los organismos representativos
de la industria sostienen que no están utilizando en los electrodomésticos
ningún tipo de gas que pueda ser contaminante de la atmósfera
Dicha Convención quedó
complementada, el 11 de diciembre de 1997, con el Protocolo de Kyoto en
el marco de la ( CMNUCC) Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático se planteó como objetivo la reducción de un
5,2% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales, tomando como
base los niveles de 1990, para el período 2008-2012.
Argentina, como país en desarrollo
y con aproximadamente el 0,6 por ciento del total de las emisiones mundiales,
no estaba obligada a cumplir las metas cuantitativas fijadas por el Protocolo
de Kioto. Pese a ello ratificó el acuerdo, previa aprobación del Congreso
Nacional el día 13 de julio de 2001, a través de la Ley Nacional 25.438.-
Ese acuerdo entró en vigor, el 16
de febrero de 2005, después de su ratificación por parte de un conjunto de
países que suman más del 55% de las emisiones. Sin embargo, la no adhesión
de los Estados Unidos y otros países fuertemente industrializados, ha limitado
las posibilidades de éxito de su implementación.
En los años sucesivos mucho han
avanzado los debates y las investigaciones sobre este tema y es así como, en el
año 2007, los máximos expertos en clima de todas las naciones del mundo
produjeron el Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental
sobre el Cambio Climático (IPCC) - organismo creado por la Organización
Meteorológica Mundial y por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente.
Sin embargo, la última
Conferencia Mundial sobre Cambio Climático convocada por las
Naciones Unidas y celebrada entre el 7 y el 18 de diciembre de 2009,
en Copenhague - Dinamarca, fracasó a la hora de alcanzar un nuevo acuerdo
capaz de superar los alcances del Protocolo mencionado.
Durante los días 20, 21 y 22 de
Junio de 2012, se realizó en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, la
Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable,
RIO+20.
Lo que sigue es un extracto del
Reporte elaborado tras la Conferencia:
"190. Reafirmamos
que el cambio climático es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo y
expresamos profunda alarma porque las emisiones de gases de efecto
invernadero siguen aumentando en todo el mundo. Nos preocupa
profundamente que todos los países, en particular los países en desarrollo, sean
vulnerables a los efectos adversos del cambio climático y ya estén
experimentando mayores efectos, entre ellos sequías persistentes y fenómenos
meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, erosión costera y
acidificación de los océanos, que amenazan todavía más la seguridad
alimentaria y las medidas para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo
sostenible. Así pues, ponemos de relieve que la adaptación al cambio climático
representa una prioridad mundial inmediata y urgente"
Hace poco tiempo en ocasión de la
Conferencia de Doha, Qatar (COP 18), 194 países acordaron la
extensión del Protocolo de Kioto hasta 2020 respaldando de todos modos
el tratado ambiental del cual Japón, Rusia y Canadá decidieron retirarse.
Un segundo periodo de vigencia
del Protocolo fue respaldado por 194 países que se comprometen a seguirlo
hasta 2020. Han pasado dos décadas desde que la ONU iniciara unos esfuerzos
que no han logrado detener el aumento de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
La extensión del Protocolo de Kioto
lo mantiene como el único plan jurídicamente vinculante para combatir el
calentamiento global, a pesar de su incrementada debilidad.-
Nuevamente, en vez de entender
que el desarrollo de humanidad excede las fronteras y va en contramano de un
crecimiento económico logrado a cualquier costo social y ambiental, las grandes
potencias priorizaron sus intereses nacionales mediatos.
Cuando hablamos de cambio
climático estamos haciendo referencia a la variación significativa y persistente
del clima durante un período largo de tiempo, susceptible de producir impactos
en el medio físico, económico y social.
Las principales causas de tales
variaciones son: la quema de combustibles, la producción de cemento, la
deforestación, la agricultura, la ganadería, los residuos, las actividades
industriales que usan refrigerantes líquidos y eléctricos, aerosoles y espumas
plásticas. Estas son todas actividades que generan cambios en la composición
de la atmósfera a partir de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Desde esta perspectiva, el Cuarto
Informe del IPCC - que mencionáramos párrafos atrás - no es uno más, en
tanto el mismo constituye la primera oportunidad en la que se confirma que el
calentamiento del sistema climático es un hecho y que la acción antropogénica
influyó en el mismo.
En ese sentido, consideramos
provechoso incluir en estos fundamentos las principales conclusiones a las que,
por consenso, arribaron los expertos integrantes del Panel, divididos en tres
Grupos de Trabajo, a través de los cuales se abocaron a analizar los múltiples
aspectos del cambio climático.
El primer Grupo (GT1), reunido
en París hacia febrero de 2007, reveló que el calentamiento del sistema
climático es inequívoco, tal y como los evidencian las observaciones de los
incrementos en las temperaturas medias del aire y los océanos, el derretimiento
generalizado de hielo y nieve, y el aumento medio global del nivel del
mar.
De la misma manera, destacó que
las concentraciones globales de gases de efecto invernadero en la atmósfera
han aumentado marcadamente desde 1750, como resultado de las actividades
humanas, en particular, el incremento en la concentración de dióxido de
carbono se debe fundamentalmente a los combustibles fósiles así como a los
usos y cambios de usos del suelo, mientras que el aumento del metano y del
óxido nitroso se debe principalmente a la agricultura.
Por su parte, el segundo Grupo
(GT2), reunido en Bruselas hacia abril de 2007, evaluó la vulnerabilidad
de los sistemas socioeconómicos y naturales ante el cambio climático, las
consecuencias negativas y positivas de dicho cambio, y las posibilidades de
adaptación al mismo.
En su trabajo se pone de
manifiesto, a partir de la observación de todos los continentes y de la mayoría
de los océanos, que muchos sistemas naturales están siendo afectados por
cambios climáticos regionales, particularmente por el aumento de la
temperatura. Debido al aumento del nivel del mar, los sistemas costeros y las
áreas bajas estarán expuestos a una erosión creciente, y muchos millones de
personas sufrirán el efecto de esas inundaciones hacia el año 2080.
Particularmente para
Latinoamérica, este Grupo anticipó con un "alto nivel de confianza", que para
mediados de esta centuria habrá una pérdida significativa de biodiversidad,
como consecuencia del reemplazo gradual de las selvas tropicales por sabanas,
y de las áreas semiáridas por zonas áridas. El aumento del nivel del mar
provocará inundaciones en las zonas costeras bajas, y disminución de la
disponibilidad de agua potable.
Asimismo, el GT2 pronosticó como
"virtualmente cierto" que, para mediados de este siglo, aumentará
significativamente la frecuencia de eventos climáticos extremos, lo que
acarreará graves consecuencias para la agricultura, la disponibilidad de recursos
hídricos y energía, la calidad del aire de las ciudades, el transporte, el comercio,
la salud y el hábitat humanos.
Finalmente, en Bangkok hacia
mayo de 2007, el tercer Grupo de Trabajo (GT3) consideró que las
emisiones de GEI han aumentado desde los tiempos preindustriales, con un
incremento del 70% entre 1979 y 2004 y que, con las actuales políticas de
mitigación del cambio climático y las prácticas de desarrollo sustentable
relacionadas, las emisiones globales de GEI seguirán creciendo durante las
próximas décadas.
En ese punto y en cuanto a las
posibilidades de mitigación en el corto y mediano plazo (antes del año 2030), el
Grupo señaló que hay un potencial económico sustancial para lograr la
reducción de las emisiones globales de GEI durante las próximas décadas,
neutralizando el crecimiento proyectado de esas emisiones o, incluso,
llevándolas por debajo de los niveles actuales.
En igual sentido, señaló que todas
las metodologías de estudio indican que la reducción en la polución del aire
(resultado de la disminución de las emisiones de GEI) puede resultar, en el
corto plazo, en beneficios para la salud tan significativos como para compensar
una fracción sustancial de los costos de esa mitigación.
También, planteó que la inversión
en nueva infraestructura energética en los países en desarrollo, la
modernización de la actual infraestructura energética en los países
industrializados, así como la implementación de políticas que promuevan la
seguridad en la disponibilidad de energía (creación de fuentes de energía
alternativas a los combustibles fósiles) pueden lograr la reducción de emisiones
de GEI. Los beneficios adicionales de ello incluyen la supresión de la polución
del aire, la mejora en las balanzas comerciales, la provisión de servicios
modernos de energía para las áreas rurales y el empleo.
Los expertos llamaron la atención
sobre la importancia del rol de los gobiernos en la aplicación de políticas de
mitigación tales como la fijación de un precio real o implícito al carbono, la
creación de incentivos para productores y consumidores a efectos de fomentar
inversiones en productos y procesos de baja producción de GEI, y el apoyo al
desarrollo de tecnología e innovación efectiva, a través de contribuciones
financieras, créditos impositivos y creación de mercados.
Nuestro país no es una excepción
al escenario mundial descripto en el Informe mencionado. Así lo evidencian los
trabajos de investigación desarrollados por el Centro de Investigaciones del Mar
y la Atmósfera (CIMA) del Consejo Nacional de Investigaciones Ciencia y
Tecnología (CONICET) que, a partir de las proyecciones para América del Sur
de distintos modelos globales de clima, indican que la Argentina será cada vez
más cálida en el período 2020-2040.
Conforme estas proyecciones, el
aumento de la temperatura será, en promedio, de un grado para todo el país.
Se elevarán las temperaturas máximas pero más aún lo harán las mínimas. El
norte tendrá las mayores expectativas de calor, con una posible suba de 1,8º C
en la temperatura media anual, mientras que para la Patagonia habría un
incremento de 0,6º C y para la Región Central uno de 0,4º C.
De la misma manera, se ha
observado un aumento de la frecuencia de fenómenos extremos y de su
intensidad. Las olas de calor son cada vez más fuertes y los episodios de lluvias
torrenciales se han vuelto más asiduos, generando un aumento de la
vulnerabilidad social y de la infraestructura.
La frecuencia de eventos de
precipitación que exceden los 100 mm en el centro y este de Argentina se ha
triplicado durante los últimos cuarenta años. Se registraron casos en los que en
cuarenta y ocho horas puede llover hasta el diez por ciento del promedio de
precipitaciones esperado para todo el año. En el centro y norte del país,
cayeron entre 1956 y 1991, entre un 10 y un 40 por ciento más de lluvias. En
este período, la pampa húmeda registró un incremento de 200 mm y lo mismo
ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires.
En los valles del Paraná, Uruguay y
Paraguay, las inundaciones se han vuelto más frecuentes desde 1975. Doce de
las dieciséis mayores descargas mensuales del Paraná a la altura de Corrientes
se registraron en los últimos veinticinco años. En tanto, en el caso del Uruguay,
ninguno de los mayores picos de crecida, desde 1950, tuvo lugar antes de
1970.
Según datos del Banco Mundial del
año 2001, la Argentina se encuentra entre los catorces países más afectados
por las inundaciones, con pérdidas estimadas en más de 1.1 % de su Producto
Bruto Interno (PBI). Los efectos del cambio climático afectarán particularmente
el estuario del Río de la Plata y la costa de la Provincia de Buenos Aires.
En contraposición, en las regiones
de Cuyo y Comahue que son áreas de pocas lluvias, cada vez se registran en
menos cantidad. A esto, se suma que como la nieve no llega a formarse en la
misma proporción que antes porque las temperaturas son altas en la Cordillera,
los ríos alimentados por el deshielo - como el Atuel, el Neuquén, el Colorado y
el San Juan - disminuyen su caudal, afectando la disponibilidad presente y
futura de agua.
Se registra, también, un retroceso
glaciar generalizado en los Andes Patagónicos.
Agravando lo anterior, el proceso
de expansión de la frontera agrícola que tuvo lugar en nuestro país se hizo sin
ninguna planificación, poniendo en severo riesgo de desaparición a importantes
comunidades vegetales, cuyas áreas de distribución coinciden con las mejores
tierras agrícolas. Tal es el caso del bosque de tres quebrachos, en el sudoeste
de la Provincia del Chaco y Este de Santiago del Estero, y la transición entre el
bosque chaqueño y el bosque pedemontano de las Yungas en Salta.
Esta expansión se vio favorecida
por el aumento de las lluvias en distintas áreas que convirtieron en aptos para
la siembra a terrenos hasta ayer dejados de lado. Sin embargo, en los últimos
años se ha manifestado en distintas zonas una marcada reversibilidad climática
hacia los valores históricos, que son mucho más secos. En estas condiciones,
los planteos puramente agrícolas implican grandes riesgos de pérdida de
cosechas y de desertificación, lo que se agrava por la virtual falta de rotación
de los campos.
A esta situación climática, se le
suma una de carácter socioeconómico. A diferencia de la tradicional estructura
agraria de provincias como el Chaco, basada en colonias de pequeños
productores, la mayor parte de los actores del actual proceso de expansión de
la frontera agropecuaria son grandes o medianos productores. Sumado a esto,
la notable sustitución de un cultivo fuertemente demandante de mano de obra
como el algodón por la soja, generó una marcada caída del empleo rural, con
severas consecuencias en la estructura social.
Otro efecto adverso del cambio
climático que afecta directamente la salud de la población de nuestro país, es el
referido a la expansión de las áreas de contagio de enfermedades infecciosas
transmitidas por vectores.
Ese es el objeto de esta iniciativa
que pone en cabeza del Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad Autónoma
de Buenos, la responsabilidad concurrente de desarrollar acciones de
mitigación, gestión de la vulnerabilidad y adaptación al cambio climático.
Cuando hablamos de mitigación
nos referimos a las intervenciones humanas que actúan sobre las causas del
cambio climático, para reducir las fuentes o mejorar los sumideros.
La vulnerabilidad refiere al nivel en
el que un sistema es susceptible, o no es capaz, de soportar los efectos
adversos del cambio climático.
La adaptación, por su parte, define
al ajuste de los sistemas naturales y humanos frente a entornos nuevos o
cambiantes que pueden moderar el daño o aprovechar sus aspectos
beneficiosos.
Sobre esa base, entendemos
necesario enumerar expresamente aquellas acciones cuya ejecución resulta
imprescindible para abordar los distintos aspectos que hacen a la problemática
del cambio climático en Argentina.
Tal es el caso de la promoción de
investigaciones con el objeto de generar escenarios climáticos regionales y,
directamente vinculados a ella, el desarrollo y la aplicación de métodos y
herramientas para evaluar la vulnerabilidad y las potencialidades de adaptación
al cambio climático de los sistemas ecológicos y de los diferentes sectores
socioeconómicos de nuestro país.
En particular, se propone el
desarrollo de protocolos de prevención y atención sanitaria de enfermedades
relacionadas con el cambio climático y el análisis de potenciales procesos
migratorios.
El impacto negativo que tendrá el
calentamiento terrestre en la producción agrícola, ganadera y de frutas en sus
actuales zonas de cultivo y desarrollo, debe ser paleado a través de la
planificación de un nuevo ordenamiento territorial que contemple el uso del
suelo de manera ambientalmente sustentable.
En algunos casos, la producción
podría beneficiarse si ésta fuese trasladada a regiones donde las proyecciones
del cambio climático aseguraran condiciones climáticas más propicias. Así lo
demuestran experiencias exitosas de países desarrollados como, por ejemplo,
los viñedos en el sur de Inglaterra o el café en Brasil.
No obstante, antes de avanzar en
la extensión de las fronteras agrícolas deberían analizarse integralmente las
consecuencias ambientales, sociales y económicas, para garantizar que no se
produzcan mayores daños que aquellos que se pretenden evitar y superar de
esta forma, el esquema de adaptación autónoma que, sostenido en decisiones
individuales tomadas en respuesta a los efectos del cambio climático, fue el que
primó hasta ahora en nuestro país.
En este punto, no debería
autorizarse ningún aumento de superficie para los grandes campos que
presenten bajos rendimientos de carne y granos.
Tampoco se puede perder de vista
que, con sólo aplicar tecnologías simples, se lograría producir más en la misma
superficie que hoy se explota.
Se trata, en definitiva, de aplicar
los conocimientos que existen para lograr una producción sustentable que
afecte lo menos posible al ambiente, y hacerlo de modo responsable,
consensuado y programado como instrumento de mitigación de los efectos del
cambio climático y adaptación al mismo.
Frente a la situación de riesgo en
la que se encuentran muchas zonas costeras de nuestro país, como
consecuencia de los cambios del nivel del mar y el aumento de fenómenos
erosivos agravados, urge avanzar en la implementación de un programa
integrado de manejo costero que incluya, entre otros aspectos, la posibilidad de
un retroceso planificado, la modificación de códigos de edificación, la protección
de los ecosistemas en peligro y de los centros poblados.
En igual modo, urge asumir como
prioritaria la evaluación de las alteraciones sufridas por los sistemas glaciares y
periglaciales, desarrollando mecanismos destinados a su protección.
También, la instrumentación de
planes de preservación de nuestros recursos hídricos y avanzar en la proyección
de obras de infraestructura - puentes, canales, diques y defensas - tendientes a
reducir los efectos que están produciendo las inundaciones.
Con miras a reducir la generación
de gases de efecto invernadero (GEI) es de vital importancia utilizar un sistema
de medición de los niveles de emisión y fijar metas mínimas de reducción
tomando como base los compromisos internacionales asumidos por nuestro
país.
También mejorar la eliminación de
tales gases por medio de los sumideros y propiciar el otorgamiento de
incentivos fiscales y crediticios a la inversión en tecnologías no contaminantes
así como la implementación de planes de eficiencia energética capaces de
producir buenos resultados en el corto plazo y la utilización de fuentes de
energía limpias y alternativas a los combustibles fósiles que hoy representan
casi el 90% de nuestra estructura energética.
Cabe considerar que la Argentina
ocupa como emisor de gases de efecto invernadero (GEI) el 24º lugar a nivel
mundial y el 3º en América Latina, con tendencias a aumentar. En cuanto a la
participación de los sectores en la producción de tales gases, el 47%
corresponde al energético, el 44% a la agricultura y la ganadería, el 5% a los
residuos y el 4% al industrial.
Es necesario compatibilizar lo
anterior con la protección de los bosques nativos y la concreción de actividades
de forestación. Esto tiene que ver con que, si bien la producción de
biocombustibles puede ser ventajosa con respecto al nivel de emisiones
generadas por los combustibles fósiles, si se producen a partir de campos que
estaban originalmente ocupados por bosques que fueron desmontados y
quemados, los aspectos favorables se diluyen porque aumentan en forma
masiva las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases de efecto
invernadero.
Tomadas estas precauciones, hay
que destacar que Argentina es uno de los pocos países que puede aumentar
significativamente la producción de granos y tener un protagonismo central en
biocombustibles. Esta es una inmejorable oportunidad para el país, que debiera
ser aprovechada no sólo como emprendimiento económico, sino como ámbito
propicio para poder restaurar los pasivos sociales y ambientales.
En la misma dirección, se
incorpora la promoción de inversiones destinadas al fortalecimiento de los
sistemas de transporte público de pasajeros y la utilización de medios menos
contaminantes.
Entre las acciones, el proyecto
incluye también, nuevos instrumentos de gestión ambiental.
Uno de ellos es la Evaluación
Ambiental Estratégica (EAE) como instancia tendiente a la evaluación temprana
de las diferentes iniciativas y programas de desarrollo, con el objeto de orientar
las decisiones que se tomen a prevenir los efectos ambientales no deseados,
promoviendo la articulación interjurisdiccional y la coordinación de políticas
sectoriales, sobre la base de los principios de gradualidad, flexibilidad y
equilibrio.
Otro de los instrumentos previstos,
son los Indicadores de Sustentabilidad que señalan los aspectos en los que las
relaciones entre la economía, el ambiente y la sociedad son débiles,
favoreciendo el reconocimiento de las áreas problemáticas y la determinación
de posibles vías de solución.
Por eso es importante, la
promoción por parte de los Estados del uso de estos indicadores como
instrumentos de medición, control y monitoreo de la situación ambiental en la
Argentina.
Cabe mencionar, por ejemplo, el
Índice de Bienestar Económico Sostenible (ISEW) que, con el fin de conseguir
una imagen más completa del progreso económico, resta del PIB las
consecuencias dañinas de la actividad económica y corrige otras desviaciones
como el trabajo doméstico no pagado.
Este índice contabiliza la
contaminación atmosférica estimando el costo de daño por tonelada de varios
elementos contaminadores del aire. También considera el agotamiento de
recursos, estimando el costo para sustituir un barril de aceite equivalente por la
misma cantidad de energía de una fuente renovable. Además, estima el costo
de cambio climático debido a las emisiones de gases de efecto invernadero por
una tonelada de estas emisiones y calcula el costo de la disminución del ozono
por tonelada de la sustancia que lo elimina. Finalmente, contempla la
realización de ajustes para reflejar la desigual distribución de ingresos.
Otra herramienta de este tipo es la
Huella Ecológica (HE), que fue reconocida como indicador por la Comunidad
Europea. La HE es un indicador ambiental de carácter integrador del impacto
que ejerce una cierta comunidad humana - país, región o ciudad - sobre su
entorno, considerando tanto los recursos necesarios como los residuos
generados para el mantenimiento del modelo de producción y consumo de la
comunidad.
Finalmente, con el objeto de
generar un cambio de los patrones culturales contaminantes, el proyecto
contempla la promoción de la minimización y el reciclado de residuos.
Para concretar la jerarquización del
Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el proyecto también propone la
elaboración de un programa destinado al aumento de su presupuesto, el
incremento de la investigación científica respecto de las causas y consecuencias
del cambio climático y el perfeccionamiento de los sistemas de alerta temprana
de fenómenos meteorológicos e hidrológicos extremos.
Asimismo, se incluye un artículo
específico dedicado a la necesidad de desarrollar campañas de difusión y
concientización pública de las problemáticas relacionadas al cambio climático.
La previsión normativa de todas
esas acciones perdería potencialidad si, en la misma ley, no se contemplarán
garantías de financiamiento y la creación de un espacio de articulación entre las
distintas jurisdicciones.
Ese es el objetivo de la
conformación de una Mesa Federal de Cambio Climático integrada por las
autoridades ambientales del Estado Nacional, las Provincias y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, en cuyo seno se elabore una ESTRATEGIA y un
PLAN NACIONAL en el que se coordinen las acciones a desarrollar y, al
mismo tiempo, se acuerde el porcentaje de recursos que cada jurisdicción
deberá destinar a las mismas, en cada ejercicio presupuestario.
Reconociendo el carácter global de
esta problemática, también se prevé el establecimiento de convenios de
cooperación regional e internacional para el desarrollo de las acciones
previstas.
Asimismo, se impone a la Mesa
Federal, la obligación de elaborar un informe sobre las acciones desarrolladas
en el marco del plan nacional, que debe remitir anualmente al Congreso
Nacional, como otro mecanismo tendiente a favorecer el seguimiento de su
implementación.
Como corolario, se propone la
convocatoria a una Conferencia Permanente como ámbito público no estatal de
consulta, debate, formulación de propuestas y seguimiento, en el
convencimiento que - más allá del rol trascendente de los Estados en materia
de cambio climático - el abordaje del mismo requiere también de un soporte
científico y técnico adecuado así como de procesos de búsquedas de consenso
entre distintos sectores como pueden ser los productores industriales, agrícolas,
ganaderos y forestales, los campesinos, las comunidades aborígenes y las
organizaciones ambientalistas; sectores que muchas veces defienden intereses
claramente contrapuestos.
El mandato constitucional del
artículo 41 es claro en cuanto determina que "todos los habitantes gozan del
derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y
para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de
preservarlo."
También lo es cuando en forma
contundente dispone que "las autoridades proveerán a la protección de este
derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del
patrimonio natural... y de la diversidad biológica...", agregando que
"corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos
mínimos de protección..."
Ante la inmediata necesidad de
jerarquizar este tema como un punto central de la agenda pública de nuestro
país, para ACTUAR LOCAL PENSANDO EN GLOBAL, vengo Señor
Presidente, a solicitar el tratamiento y la pronta aprobación del presente
proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
RUBIN, CARLOS GUSTAVO | CORRIENTES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GONZALEZ, VERONICA | TIERRA DEL FUEGO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
BALCEDO, MARIA ESTER | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
SOTO, GLADYS BEATRIZ | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
PEDRINI, JUAN MANUEL | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
RIVAS, JORGE | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia) |
Trámite en comisión(Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
05/11/2014 | INICIACIÓN DE ESTUDIO | Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría |
23/09/2015 | ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA | Aprobado con modificaciones unificados en un sólo dictamen con disidencias |
28/10/2015 | DICTAMEN | Aprobados con modificaciones unificados Dictamen de Mayoría con disidencias y Dictamen de Minoría |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 2632/2015 - DICTAMEN CONJUNTO DE LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 | DICTAMEN DE MAYORIA: CON MODIFICACIONES, CON 2 DISIDENCIAS TOTALES; DICTAMEN DE MINORIA: ACONSEJA EL RECHAZO Y LA CONVOCATORIA A UNA AUDIENCIA PUBLICA DEL CONGRESO | 03/11/2015 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | RESOLUCION DE PRESIDENCIA - SE SUPRIME EL GIRO A LA COMISION DE PRESUPUESTO Y HACIENDA. | ||
Diputados | CITACION SESION ESPECIAL CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 | ||
Diputados | CONSIDERACION Y APROBACION CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 | MEDIA SANCION | |
Diputados | INSERCION DEL DIPUTADO LOPEZ CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 | ||
Diputados | INSERCION DE LOS DIPUTADOS DEL CAÑO Y BREGMAN SOBRE SENTIDO DE SU VOTO CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 | ||
Diputados | INSERCION DEL DIPUTADO LOPEZ SOBRE SENTIDO DE SU VOTO CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 | ||
Senado | PASA A SENADO - CONJUNTAMENTE PARA LOS EXPEDIENTES 2764-D-2014, 0105-CD-2015 y 3422-D-2014 |