Expresar su preocupación por la delicada situación institucional de la República federativa del Brasil, y condenar las violaciones contra el Estado de Derecho y la persecución a líderes políticos y sociales opositores acontecidas en los últimos días.

Expresar su preocupación por la situación del ex presidente Luis Ignacio “Lula” da Silva quien ha sido objeto de un proceso judicial con múltiples irregularidades, y que ha llevado a que sea decretada su prisión sin respetar el debido proceso legal.

Expresar su preocupación por las graves lesiones que se le están infligiendo al proceso electoral brasileño al intentar impedir la participación del candidato con mayores chances para llegar a la presidencia.

Señor presidente:

El país hermano del Brasil se encuentra en la actualidad ante hechos que vulneran fuertemente el Estado de Derecho y cuestionan severamente el sistema democrático. La persecución a líderes políticos y sociales opositores, que se ha intensificado con graves hechos de violencia en los últimos tiempos, y el hecho crucial de intentar quitar del proceso electoral al candidato con mayores chances de ganar este año la presidencia del Brasil, es parte de un proceso más amplio que se orienta a terminar en la región con los modelos políticos que buscaron incluir a millones de personas que durante décadas estuvieron desposeídos de todo, y que trata de eliminar toda resistencia popular a procesos de ajuste y recorte a libertades.

La situación del ex presidente Luis Ignacio “Lula” Da Silva es una muestra cabal de este escenario. El rechazo al recurso de Habeas Corpus por parte de los jueces del Tribunal Supremo Federal del Brasil presentado por el ex presidente Luis Ignácio “Lula” da Silva, para esperar en libertad el resultado de su apelación a instancias judiciales superiores, en el marco de la investigación del caso “Lava Jato” en el que se ha visto involucrado sin encontrar allí ninguna prueba fehaciente de su culpabilidad, y que ha permitido sea decretada su prisión por el juez Sérgio Moro a cargo de la investigación , representa un acto de vulneración del Estado de Derecho y hacia la Constitución del Brasil y el debido proceso legal.

El ex presidente brasileño ha sido condenado sin ninguna prueba, en primera y segunda instancia, en el marco de la investigación del caso “Lava Jato” por la supuesta propiedad de un departamento tríplex de Guarujá, en una maniobra de las corporaciones judiciales, políticas conservadoras, castrenses, mediáticas, fundamentalmente la Red O’Globo, y financieras, que pretenden sacar del escenario electoral al candidato con más chances de ganar la presidencia del Brasil.

En su artículo V la Constitución del Brasil de 1998 sostiene que nadie será considerado culpable hasta que la sentencia condenatoria se encuentre firme; por otra parte, el Código Procesal Penal en su artículo 238 dice que “nadie podrá ir preso sino in fraganti o por orden escrita y fundamentada de autoridad judicial competente, como consecuencia de sentencia condenatoria transitada en juzgado o, durante una investigación o proceso, en virtud de prisión temporaria o prisión preventiva”. Estableciendo claramente la prohibición de ir a prisión si aún caben recursos de apelación a la condena, como es el caso de Lula, al cual le resta apelar al Supremo Tribunal de Justica y al Supremo Tribunal Federal

Sin embargo, para rechazar el pedido del ex presidente fue utilizada jurisprudencia de cuestionada constitucionalidad, ya que, en el 2016, en otro caso, el Tribunal Supremo decidió que condenados en segunda instancia podían comenzar a cumplir condena provisoria mientras se resuelven sus recursos ante instancias superiores. Esta decisión ha sido fuertemente criticada por el juez Gilmar Mendes, un ferviente opositor al partido de los trabajadores, quien ha cambiado de opinión y hoy defiende la inconstitucionalidad de la prisión en segunda instancia.

Estos hechos demuestran una voluntad política de condena y persecución hacia Luis Ignacio “Lula” da Silva, y es parte también de una maniobra impulsada por el gobierno de Michel Temer, gobierno nacido de un golpe parlamentario.

A su vez, este suceso está concatenado con decenas de atentados contra la resistencia popular y las libertades como el brutal asesinato del concejal de Rio de Janeiro Marielle Franco, la emboscada y disparos de armas de fuego contra la caravana partidaria de “Lula”, la amenaza de los generales del ejército brasileño alegando que si Lula no iba preso habría que dar un golpe para “restaurar el orden”, entre otros acontecimientos.

A Luis Ignacio “Lula” da Silva no se le perdona ser el primer presidente obrero del Brasil, no se le persona haber incluido a millones de personas que vivieron en la pobreza y en la miseria por décadas en Brasil, no se le perdona haber luchado para eliminar el trabajo esclavo, no se le perdona el plan “Bolsa Familia” que pudo sacar a millones de niños de la situación de calle y escolarizarlos, no se le perdona combatir el imperialismo, no se le perdona impulsar la integración suramericana, a Lula no se le perdona el tupe de autonomizarse de la política de los poderosos.

Bajo estos graves hechos se vislumbra sin duda la venganza de los poderes fácticos, y muestran tristemente la agonía democrática del Brasil y la región. Es preciso que los pueblos de nuestras naciones, la patria grande, vuelvan a protagonizar una gesta emancipadora real, bregamos por ello.

Por las razones expuestas y las que brindaremos oportunamente, es que solicitamos la aprobación del presente proyecto.