Juan Fernando Brügge
Diputado de la Nación
ENCUENTRO FEDERAL
Período: 10/12/2023 - 09/12/2027
PROYECTO DE RESOLUCION
Expediente: 3277-D-2017
Sumario: COMISION PERMANENTE DE PROSPECTIVA ESTRATEGICA PARA EL FUTURO DE LA ARGENTINA. CREACION.
Fecha: 19/06/2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 72
CREACIÓN DE LA
COMISIÓN PERMANENTE
DE PROSPECTIVA ESTRATÉGICA PARA EL FUTURO DE LA ARGENTINA
CAPÍTULO I
CREACIÓN DE LA COMISIÓN
Objeto
Créase en el ámbito de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la Comisión Permanente denominada “Prospectiva Estratégica para el Futuro de la Argentina”.
CAPÍTULO II
COMPETENCIA
Objeto
Corresponde a la Comisión contribuir a la visión prospectiva y estratégica para el futuro de la República Argentina, orientando la labor legislativa y la coordinación de las políticas públicas, promoviendo el diálogo y la reflexión dentro del marco nacional en estrecha colaboración con las instancias pertinentes de la esfera regional e internacional.
Misión
Su misión será detectar, describir y difundir los estudios y escenarios sobre problemáticas de relevancia con el propósito de optimizar la acción legislativa, de promover la incorporación y fortalecimiento de la prospectiva, en la planificación estratégica y en el análisis de la formulación de las políticas públicas.
Audiencias e informes
La Comisión convocará a audiencias consultivas y emitirá informes, pudiendo solicitar estudios prospectivos a organismos, universidades y centros de investigación, públicos y privados, cuyo contenido final pondrá a disposición de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
CAPÍTULO III
INTEGRACIÓN
Composición
El número de integrantes de la Comisión será determinado por la Honorable Cámara entre un mínimo de quince (15) y un máximo de treinta y un (31) diputados.
Designación
La designación de los diputados que integren la Comisión se hará, en lo posible, de forma tal que los sectores políticos estén representados en la misma proporción que en el seno de la Cámara.
Constitución y autoridades
La Comisión se constituirá inmediatamente después de nombrada, y elegirán a pluralidad de votos un presidente, un vicepresidente 1°, un vicepresidente 2° y tres secretarios.
CAPÍTULO IV
FUNCIONAMIENTO
Atribuciones
Para alcanzar su cometido la Comisión podrá:
a) Asesorar y dictaminar en materia prospectiva estratégica en los asuntos sometidos a su consideración por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
b) Convocar y realizar audiencias consultivas con autoridades de organismos, universidades y centros de investigación, públicos y privados.
c) Convocar expertos reconocidos a sugerencia de la Unidad Técnica ad hoc, en los términos del artículo 13°de la presente resolución.
d) Organizar eventos de difusión y formación en el ámbito de su competencia.
e) Recoger la opinión de los actores sociales, medios productivos, academia, otros poderes del Estado y sociedad civil.
f) Sesionar fuera de este Honorable Congreso.
g) Para el cumplimiento de su misión dispondrá del personal técnico y administrativo de la planta de la Cámara que sea asignado para colaborar con su tarea.
h) Toda otra atribución que sea necesaria para cumplir sus objetivos.
Agenda de trabajo
La Comisión deberá elaborar durante sus primeras reuniones de cada año legislativo, y aprobar por simple mayoría, una agenda de trabajo con los tópicos a estudiar durante el transcurso del mismo, detallando la modalidad de su tratamiento y las acciones de divulgación de sus conclusiones.
CAPÍTULO V
MODALIDADES DE TRATAMIENTO
Modalidades
Para el tratamiento de los asuntos de su interés, la Comisión podrá proceder mediante audiencias consultivas e informes, lo que decidirá por consenso o dictamen de la mayoría de sus miembros.
Audiencias
Cuando se defina proceder mediante audiencias, se invitará a los convocados con la antelación suficiente.
Informes
Cuando se defina proceder mediante informes, cada uno de ellos deberá contar con las ponencias de varios actores de reconocidos antecedentes, garantizando la pluralidad de opiniones en la temática bajo estudio. Serán encomendados con plazo determinado, el que finalizará siempre dentro del mismo año de encargado.
Los informes recibidos serán de acceso público y tendrán por objeto:
a) Recopilar información cualitativa y cuantitativa para realizar los pronósticos sobre temas de interés nacional.
b) Contribuir al desarrollo estratégico mediante la elaboración de documentos que contengan proyectos, propuestas y recomendaciones a fin de alcanzar los objetivos de progreso y desarrollo definiendo escenarios a fin potenciar los recursos del país.
c) Recomendar y realizar pronósticos sobre implementación y viabilidad futura de proyectos en trámite que sean sometidos a su consideración.
La Comisión deberá realizar un informe anual público con sus conclusiones y sugerencias sobre las cuestiones de su competencia, que deberá ser elevado al plenario de la Honorable Cámara de Diputados dentro de los diez (10) días de iniciados el período de sesiones ordinarias.
CAPÍTULO VI
UNIDAD TÉCNICA AD HOC
Unidad Técnica ad hoc
Se constituirá una Unidad Técnica ad hoc conformada por especialistas en prospectiva estratégica, la que será convocada al efecto para cada caso en que la Comisión así lo decida.
La Unidad Técnica estará encargada de las siguientes tareas:
a) Realizar estudios prospectivos encomendados por la Comisión. Los mismos podrán ser desarrollados de manera exclusiva por la Unidad Técnica o en asociación con expertos externos, o bien recomendar a la Comisión un grupo externo para que realice determinados estudios.
b) Sugerir actividades a la Comisión como son la realización de estudios y reuniones a los fines de cumplir con sus objetivos.
c) Obtener y procesar información estratégica.
CAPÍTULO VII
DISPOSICIÓN TRANSITORIA
Disposición transitoria
Agregar al artículo 61º del Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la Comisión Permanente de “Prospectiva Estratégica para el Futuro de la Argentina”
Agregar el artículo 101° (septies) al Reglamento de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación que quedará redactado de la siguiente manera: “Artículo 101º (septies): Corresponde a la Comisión contribuir a la visión prospectiva y estratégica para el futuro de la República Argentina orientando la labor legislativa y la coordinación de las políticas públicas, promoviendo el diálogo y la reflexión dentro del marco nacional en estrecha colaboración con las instancias pertinentes de la esfera regional e internacional. Su misión será detectar, describir y difundir los estudios y escenarios sobre problemáticas de relevancia con el propósito de optimizar la acción legislativa, de promover la incorporación y fortalecimiento de la prospectiva, en la planificación estratégica y en el análisis de la formulación de las políticas públicas. La Comisión convocará a audiencias consultivas y emitirá informes, pudiendo solicitar estudios prospectivos a organismos, universidades y centros de investigación, públicos y privados, cuyo contenido final pondrá a disposición de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación”
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente Proyecto de Resolución tiene como fin crear la Comisión Permanente de Prospectiva Estratégica para el Futuro de la Argentina, con la misión de detectar, describir y difundir los estudios y escenarios sobre problemáticas de relevancia con el propósito de optimizar la acción legislativa, de promover la incorporación y fortalecimiento de la prospectiva, en la planificación estratégica y en el análisis de la formulación de las políticas públicas.
Para la elaboración del Proyecto se han tenido en consideración los antecedentes previstos en el Proyecto de Ley N° 8382-D-16 Comisión del Futuro en el ámbito del Congreso, Proyecto de Resolución N° 5772-D-15 Comisión Permanente Desafíos del Futuro y Proyecto de Resolución N° 5159-D-14 Consejo Parlamentario del Futuro en Ciencia y Tecnología. Asimismo la Legislación extranjera aportada por el área de información legislativa de la Cámara de Diputados. Y también se han realizado consultas individuales y reuniones conjuntas con los siguientes expertos locales e internacionales: Jorge Beinstein, Manuel Marí, Miguel Angel Gutiérrez, Daniel O´Donnell, Jorge Srur, Roberto Espinosa, Martín Villanueva, Jorge Robbio, Roberto Reale, Jorge Brugnoli y a Norberto Quaglia y su equipo docente del Posgrado de Prospectiva Estratégica de la UCES. Del exterior el ex Senador chileno Carlos Cantero Ojeda y al Diputado uruguayo Rodrigo Goñi Reyes. Cabe resaltar la destacadísima e inestimable colaboración del Presidente de la Comisión Desafios del Futuro del Congreso de Chile, Guido Girardi Lavin, quien nos ilustró respecto de la experiencia del país hermano y nos alentó para el presente Proyecto.
Parlamento que mire al futuro debe poder gestionar el conocimiento mediante una herramienta de probada eficacia como lo es la prospectiva estratégica. Instrumento que ya aplican en el ámbito legislativo países de la región como Brasil, Chile, Uruguay y México. Organismos como la CEPAL, el BID, la OCDE, la UNESCO y la ONU promueven su aplicación. El modelo de referencia a nivel internacional es la Comisión del Futuro del Parlamento de Finlandia creada en 1993. En definitiva se trata de una institución que todos los países desarrollados tienen y utilizan, salvo la República Argentina.
Un instrumento que, a nivel nacional, viene siendo desarrollado y aplicado en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, en el Instituto de Prospectiva y Políticas Públicas del INTA y recientemente en el Consejo Presidencial Argentina 2030.
La Comisión convocará a audiencias consultivas y emitirá informes, pudiendo solicitar estudios prospectivos a organismos, universidades y centros de investigación, públicos y privados, cuyo contenido final pondrá a disposición de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
Corresponde a la Comisión contribuir a la visión prospectiva y estratégica para el futuro de la República Argentina, orientando la labor legislativa y la coordinación de las políticas públicas, promoviendo el diálogo y la reflexión dentro del marco nacional en estrecha colaboración con las instancias pertinentes de la esfera regional e internacional.
La OCDE define la prospectiva como el conjunto de tentativas sistemáticas para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos y/o sociales.
La prospectiva estratégica se entiende como una metodología práctica que ofrece fundamentos teóricos, métodos y herramientas útiles para la construcción de futuro, en el sentido de la planificación de largo plazo para el desarrollo. El futuro no está predeterminado, sino que está sujeto a múltiples variaciones y cursos posibles, cuyo conocimiento es indispensable para orientar la acción en el presente. Se requieren, por tanto, capacidades institucionales de anticipación, evaluación e interpretación de los futuros posibles.
Como bien indicaba el Diputado nacional Patiño en el antecedente señalado: El proyecto que presentamos se fundamenta en la necesidad de incorporar en la dinámica del trabajo parlamentario, una instancia de reflexión sistemática sobre el futuro de los grandes temas estratégicos que puedan ser objeto de legislación federal.
Para auxilio de tan importante tarea proponemos recurrir, como se observa en general en la legislación comparada, a la prospectiva, disciplina que mediante el análisis minucioso de las tendencias actuales de la sociedad, busca exponer metodológicamente sus posibles proyecciones futuras.
Los parlamentos de varios países ya han avanzado en un sentido semejante, optando por diferentes formas, según lo reseñamos a continuación:
El caso más destacado tal vez sea el de Finlandia, que creó la Comisión del Futuro de Finlandia, que con diecisiete miembros tiene como función “pensar el mejor futuro posible para el pueblo finlandés” y en cada período de gobierno debe elevar al Parlamento un “Informe sobre el Futuro del País” y trabajar en temas como el desarrollo tecnológico, el cuidado del medioambiente, las energías renovables y la educación pública. También se ocupa del fortalecimiento de la democracia en Finlandia y en el mundo.
En Chile, el Senado de la República ha optado en 2010 por asignar la reflexión sobre el futuro a la Comisión de Ciencia y Tecnología, que pasó a llamarse Comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación.
Como iniciativa de la Comisión de Desafíos del Futuro, conjuntamente con el Gobierno chileno y la Academia Chilena de las Ciencias, desde el año 2011 se celebra el denominado Congreso del Futuro, definido como “un espacio único de intercambios de ideas entre los chilenos y los líderes del pensamiento mundial”.
En el año 2013, se creó la Comisión de Futuro del Senado de Brasil, cuya misión, en los términos del Reglamento Interno de esa Cámara, es la de “promover discusiones sobre los grandes temas del futuro del país y adelantar la actuación del Senado en esas cuestiones”.
En México, en el año 2006, se aprobó la creación de la Comisión Especial de Prospectiva para la Definición del Futuro de México, con la función de “coadyuvar a diseñar responsablemente el futuro del país”.
Un conocimiento anticipado de los escenarios que puedan caracterizar el futuro de los distintos temas que son objeto de la labor de este Honorable Congreso, contribuirá doblemente al fortalecimiento de la misma: de un lado, ensanchará el horizonte de las propuestas que los senadores y diputados de la Nación formulen para leyes; de otro, enriquecerá el criterio con el que se ejerza la función de control sobre las políticas y acciones de los restantes poderes, al estar más conscientes de sus eventuales consecuencias y derivaciones.
La consideración anticipada de las distintas posibilidades del futuro, constituye un elemento inestimable en la elaboración de cualquier plan estratégico de calidad y debería ser un esfuerzo común a todos los poderes del Estado. Sin embargo, esto se hace aún más imperativo para el Poder Legislativo, que de los tres poderes del Estado es el que más orienta su vista hacia adelante, avizorando los escenarios para los que legisla. Siendo que semejante responsabilidad requiere de investigación metódica y sostenida solicito a los señores diputados que tengan a bien acompañar el presente proyecto
En algunos países funciona -en el Poder Legislativo o en el Poder Ejecutivo-, una comisión del futuro o grupo de estudio de prospectiva, formada por personas que se encargan de hacer un análisis objetivo de la realidad para buscar soluciones efectivas a los desafíos del futuro. Tal como lo explica el Lic. Roberto Reale.
El rol de la educación para el progreso de la sociedad, el modelo de Estado social activo, el cambio climático y la energía, la nanotecnología, los desafíos globales de la producción de alimentos, la exclusión, el envejecimiento de la población y la identificación por radiofrecuencia son temas tan distintos como importantes, para citar algunos de los ya tratados por la Comisión del Futuro del Parlamento de Finlandia, que funciona desde 1993.
Hablar de estos asuntos no es ciencia ficción en el mundo; es ponerse de acuerdo con qué futuro queremos para nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.
En la Argentina, es imperativo reconocer al otro y destrabar la desconfianza que existe entre los sectores, a fin de aprovechar las ventajas competitivas que tiene el país para ser clave en la región.
Empezar por gestar acuerdos básicos, parciales, pero puntos en común, que permitan desplegar un proyecto compartido de Nación.
La democracia tiene que ser una herramienta dinámica para generar cambios; no puede aceptar pasivamente lo que sucede a su alrededor.
En este sentido, el futuro se construye, igual que los acuerdos. Intentos hubo. Podemos señalar las siguientes experiencias:
• Mesa del Diálogo Argentino,
• ACDE,
• AEA,
• CEPES,
• Consenso Repúblicano,
• CTA,
• Foro del Bicentenario,
• Libro Blanco,
• Plan Fénix, entre muchos otros.
Trascender es ocuparse del bien común. Mucha gente aprendió esto después de la crisis de 2001. Una visión en común evita que tengamos ataques de pánico sobre el porvenir, que nos lleven a la violencia y a la incertidumbre en el presente.
Un país viable nos exige madurez, apertura y sacrificio a los políticos, los empresarios, los representantes de los trabajadores y a los dirigentes sociales y religiosos. El egoísmo hace que todos pierdan.
El politólogo italiano Norberto Bobbio consideró que el orden democrático es aquel sistema de convivencia entre quienes son diferentes que, más allá del plano moral, permite a esos que son diferentes, vivir juntos sin violencia y transmitir el poder último, que es el de tomar las decisiones colectivas obligatorias, de manera pacífica.
Tenemos que observar el largo plazo sistemáticamente para identificar las tecnologías emergentes que produzcan los mayores beneficios económicos y sociales, como lo hace España con la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva y el Programa Ingenio 2010 sobre investigación y desarrollo. Hay que mirar la guía positiva de Finlandia, Estados Unidos, Corea del Sur y, más cerca, a Chile y a Brasil en incluso Uruguay.
La sustentabilidad de un proyecto compartido de país regenera el poder del Estado e incide positivamente sobre la gobernabilidad.
Es más, la actitud proactiva hacia la solidaridad hará posible que se pueda pensar pacíficamente en un horizonte de diez años, lo que favorecerá la inversión, el empleo, la seguridad, la salud y la educación.
El aplanamiento del mundo, fruto de la globalización, ha puesto al conocimiento en el peldaño más alto de los valores económicos.
En este sentido, la educación del pueblo es la inversión más importante que tiene que hacer el Estado para el crecimiento y para la inclusión social, porque las políticas de inclusión son políticas de inversión.
El Banco Interamericano de Desarrollo sostuvo, en un estudio científico, que las políticas de inclusión no producirán únicamente beneficios de corto plazo, sino también resultados de largo plazo, más duraderos. También, según Philip Knack y Stephen Keefer, el comportamiento cooperativo y la formación de grupos conducentes a crear capital social y confianza benefician el crecimiento económico de la sociedad.
Adentrados ya en el Bicentenario de la Argentina, la conformación de una comisión del futuro puede ser una instancia concreta para poner en movimiento nuestra trascendencia.
Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás dijo John Kenneth Galbraith
En el proceso de anticipar futuros importa cómo construimos nuestras ideas sobre futuros, cómo asignamos y construimos sentido. En esta línea de trabajo, encontramos que los imaginarios de futuros están colmados de supuestos que internalizan -la mayor parte de las veces- concepciones no conscientes, no explícitas ni obvias, y hasta ancladas en imaginarios perdidos atrás en el tiempo.
Generalmente no se hace uso reflexivo y asertivo del futuro, ni se explora sus potencialidades, sino que por el contrario, encontramos una manera pasiva, reactiva y restrictiva. Los imaginarios de futuros están más cargados de pasado y de únicos pensamientos que de futuros abiertos. El problema es que al trasladar este uso del futuro a decisiones y acciones, no sólo muy probablemente no se pueda dar respuesta o ‘dialogar’ con la novedad, sino que, por el contrario, lo que se tiende a hacer es reproducir un “más de lo mismo” en base a premisas pasadas que no logran ‘ver’ las nuevas posibilidades en el presente.
Supuestos tácitos en los imaginarios sobre futuros suelen jugar un papel clave en el desarrollo de los estados y de las sociedades. La anticipación consciente no es el único factor que influye en nuestra formación de sentido y en la toma de decisiones en el presente, sin embargo, demuestra serlo muy a menudo.
Desde el enfoque que trabajamos, el futuro es un estado potencial y abierto; un imaginario en el presente que contribuye a configurar – informa- una determinada realidad en base a la cual tomamos nuestras actuales decisiones. Dentro de un ciclo que se refuerza iterativa y recursivamente, el sentido y significado que damos a nuestros imaginarios de futuro (el cómo creemos el futuro) influencia lo que hacemos en el presente, y a su vez, lo que creemos acerca del hoy, construye un mañana. Por lo tanto, interesa hacer foco- iluminar-conocer cómo el futuro es ‘pensado’, imaginado y ‘usado’ en nuestro ‘hacer’ en el presente.
Crear futuros está correlacionado con creer futuros, y de esta forma las sociedades se dan forma y se transforman. Este punto de partida es muy importante (y útil) para trabajar con modos de gobernanza sustentable y participativa, y en toma de decisiones en ámbitos de políticas públicas.
La propuesta está dado por la encrucijada en la que el Estado –escenario propio de las políticas públicas- y la Academia –escenario propio de las ciencias y tecnologías- se interrelacionan de tal modo que el resultado emergente produce un efecto trascendente. El desafío es la articulación entre ambos dominios en clave prospectiva.
A través de su historia, las ciencias han tenido una relación ambigua con las políticas. Cuando se comenzaron a emplear el término y el concepto de ciencias sociales, a mediados del siglo XIX, las primeras organizaciones que surgieron para promover a estas disciplinas no estaban localizadas en las universidades, sino en la esfera pública. Éstas reunían no sólo a académicos, sino también a personas activas en la arena política, representantes del clero y hombres de negocios.
Su objetivo básico era impulsar reformas, es decir, las políticas sociales que ellos consideraban más adecuadas para dar solución a la “cuestión social”. Los problemas a los que se referían eran principalmente aquellos asociados con la expansión de los centros urbanos y los sectores manufactureros emergentes en la economía. Dichas organizaciones juzgaban que reuniendo diversos tipos de datos sobre estos temas (generalmente datos estadísticos), contribuirían a que el Estado pudiera instrumentar nuevas reformas que permitieran subsanar los males que habían detectado.
Algunos de quienes estaban comprometidos en promover la articulación entre las dos actividades comenzaron a hablar de dedicarse a las ciencias sociales “aplicadas”, por oposición a meramente teorizar sobre las relaciones sociales o simplemente emprender investigaciones empíricas. Otros, consciente o inconscientemente, introdujeron supuestos valorativos en las premisas analíticas de su trabajo, excluyendo así ciertos resultados de las políticas e implícitamente apoyando otros. Se podría pensar en la relación entre las ciencias sociales y las políticas sociales como en una especie de matrimonio tempestuoso, en el que las reglas de convivencia nunca fueron completamente establecidas o acordadas por ambas partes.
En el siglo XIX los científicos sociales, explícita o implícitamente, erigieron al Estado como la unidad básica de análisis. Los economistas hablaron de la economía nacional, los politólogos del estado-nación, los sociólogos, de la sociedad nacional, y los historiadores escribieron la historia de los estados desde sus supuestos orígenes hasta el presente. Los estadísticos recogieron datos principalmente dentro del marco de los estados. (De hecho, la propia palabra “estadística” deriva de la palabra “estado”.)
Reflejando el sesgo reduccionista de la ciencia del siglo XIX, los científicos sociales concibieron las unidades mayores como la sumatoria de unidades más pequeñas. Así, cuando abordaron el mundo moderno, más amplio, los científicos sociales tendieron a verlo como una estructura inter-nacional que debía ser analizada por medio de la descripción de la historia de las relaciones entre los estados, o bien recurriendo a la agregación de estadísticas nacionales.
Hoy en día, la preocupación central, suprema, del análisis social y de las políticas debe ser el reconocimiento de que no sólo las estructuras del saber están en crisis, sino que la totalidad de las estructuras de largo plazo del mundo moderno se encuentran en una fase de transición. De esta forma, las interrogantes que surgen son, por un lado, qué clase de mundo, dentro de qué espectro de posibilidades, querríamos crear para el futuro y, por otra parte, qué podemos hacer para que dicho mundo se materialice de la mejor forma posible.
Desde esta perspectiva, la separación hecho/valor dificulta nuestra comprensión en lugar de favorecerla. En lugar de construir los valores humanos simplemente como un problema de ética individual o moralidad en la creación de conocimientos confiables acerca del mundo social, es más útil concebirlos como parte integral de una ciencia social histórica cuya misión fundamental en nuestro tiempo –un período de transformación sistémica– debería ser imaginar y evaluar futuros posibles y formas de lograrlos. Tal ciencia social histórica lo sería en el sentido de tomar en consideración las diferencias que el pasado ha generado, así como también el hecho de que el cambio es socialmente producido. Y sería científica en tanto mantiene un compromiso con la producción de conocimiento confiable sobre las regularidades de largo plazo.
Las decisiones políticas en materia de políticas sociales rara vez se basan directamente en la investigación en ciencias sociales. Por el contrario, suelen adoptarse cediendo a las presiones de diferentes actores sociales – empresarios, sindicatos, autoridades religiosas, grupos de interés, medios de comunicación. Claro está que, en ciertas ocasiones, algunos científicos sociales prominentes influyen o aconsejan a algún líder político en particular.
Pero aun así, lo que se invoca no son las conclusiones específicas de su investigación, sino más bien sus orientaciones generales. Y, por supuesto, ocasionalmente hay científicos sociales que ingresan ellos mismos en la arena política (a veces, aun repudiando su trabajo anterior). Por otra parte, se puede afirmar que las ciencias sociales han desempeñado un papel relevante en el establecimiento de una base –difusa– de temas y supuestos dominantes, sobre los cuales se desarrolla la política social. Un aspecto de gran importancia que influye en quienes diseñan las políticas es su formación previa, la cual les permite metabolizar conocimientos de las ciencias sociales e incorporarlos como supuestos que no son examinados ulteriormente. Otra forma de influencia resulta de la forma en que los medios de comunicación adoptan y difunden dichos temas y supuestos, ignorando o ampliando sensiblemente la influencia de ciertos argumentos de las ciencias sociales. Y una tercera radica en que, en un mundo en rápido cambio, los líderes políticos con frecuencia sienten la necesidad de proclamar ideas nuevas, y arriesgan alguna eligiendo prestamente entre algún concepto de moda o aquellos sobrevaluados sobre los cuales ya advertimos.
A nivel académico contamos con el antecedente de marcos colaborativos de instituciones como Millennium Project, Global Futures Studies & Research y la UNESCO en su Programa de Anticipación y Foresight. A nivel regional la plataforma CREAR (Centro Regional de Anticipación y Resiliencia) y que cuenta con el auspicio de UNESCO, es un espacio para interactuar con importantes centros de investigación y actores de la región. Recientemente, la conformación de la Red Iberoamericana de Prospectiva (RIBER) se abre como otro espacio para promover las comunidades de práctica de estudios de futuros.
Los avances en las diferentes esferas de la ciencia nos permiten encontrar soluciones para los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales, y favorecen el desarrollo sostenible y las sociedades más humanas. Como ningún país es capaz de alcanzar el desarrollo sostenible por sí solo, la cooperación científica contribuye no sólo al progreso del conocimiento, sino también a la construcción de la paz.
Necesitamos un lugar donde los expertos de cada disciplina -que existen en el país y están trabajando- puedan canalizar sus investigaciones y aportar sus saberes para que el futuro no nos sorprenda y así tomar las medidas para construir un futuro mejor para el país y la región. Ese lugar debe ser el Parlamento. Allí debe radicar la Comisión de Futuro de la Argentina y, a partir de ahí, irradiar sus análisis, pronósticos y recomendaciones hacia las distintas áreas de Gobierno.
A nivel del Estado se destacan las Comisiones de Futuro cuyo paradigma es Finlandia desde la década de los ´90. España con la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva y el Programa Ingenio 2010 sobre investigación y desarrollo. Hay que mirar la guía positiva de Estados Unidos, Corea del Sur y, más cerca, Brasil (2011) y Chile (2012) e inclusivo un proyecto similar de Uruguay.
Esta iniciativa está fuertemente inspirada en el caso finlandés. En 1993 el parlamento de Finlandia decidió crear un comité especializado en los estudios de futuro integrado por 17 parlamentarios (“Committee for the Future”). A partir del año 2000 este comité tiene un estatus permanente y debe elaborar un informe sobre el futuro en cada período de gobierno. Pero, por cierto, Finlandia no es el único país inteligente que se sigue tomando en serio el desafío de pensar sobre el mediano plazo. En verdad, el debilitamiento de la ilusión de la planificación indicativa no supuso el fin de la reflexión sistemática e informada sobre el futuro. La “planificación indicativa” dio un paso atrás, solamente para ser sustituida por la prospectiva, en sus diferentes modalidades.
“El futuro es permanente”. Con esa frase, los legisladores de Finlandia enfrentaron una oposición desde frentes diversos a la constitución de un ámbito permanente de reflexión en el seno del Parlamento sobre el futuro de su país. Eso pasó hace más de 30 años, cuando los debates sobre el futuro se daban en organismos transitorios.
No es una comisión cualquiera en el Parlamento. Lejos de cálculos electorales y coyunturas, legisladores de distintos partidos políticos se entienden mejor que en ninguna otra. Son 17 personas que se reúnen dos veces por semana, los miércoles y viernes. En palabras de su secretaria permanente, Paula Tiihonen, la Comisión tiene el poder de definir su propia agenda: “Un gran poder, no legislativo, no presupuestal, sino de iniciativa, de visión”. “La política todavía está en posición de incidir y de dar forma al futuro, y debe asumir su responsabilidad”.
Allí la pregunta central es quién tiene derecho a decidir por los que vendrán después de nosotros y lo importante no es la respuesta obvia: “Nadie”. La clave está en que la política dispute un poder que hoy está, muchas veces, en manos de los grandes centros financieros y económicos, y que en las pulseadas que surjan sea la democracia la que le baje el brazo del mercado.
Se define una agenda, se realizan intercambios con académicos y expertos y entre los propios políticos se diseñan escenarios posibles y se identifican las opciones a tomar. “Por ejemplo, hace más de diez años se hizo un informe que explicaba por qué las plantas de celulosa debían radicarse en América del Sur, y tomamos el caso uruguayo. En Uruguay los árboles crecen diez veces más rápido que en Finlandia. Delineamos un escenario antes de que hubiera nada. Algunos de ellos se hacen realidad, algunos no”, señala Tiihonen.
La Comisión trabaja en intercambio constante con la academia, y en la elección de los temas su secretaria permanente entiende que en lugar de distancia debe haber “un involucramiento personal” de los legisladores, “de lo contrario no funciona”. Pone el ejemplo de un ingeniero, integrante de la Comisión, que realizó un informe consistente en un ranking de 100 tecnologías radicales que podrían “cambiar algo en Finlandia”. “Es su lista, desde su punto de vista como político finlandés. Lo importante para él es qué significan esas tecnologías para los valores, para el sistema educativo, para el futuro de los niños, para las condiciones de vida. No es sólo una copia de Stanford o del MIT (Massachusetts Institute of Technology), es algo personal. Lo puso en el contexto finés, ése es el valor, y por eso ha sido tan bueno el informe”, sostiene Tiihonen.
Estas instancias para pensar el futuro no sólo generan pensamiento estratégico sobre el rumbo del país sino cambios en la forma de hacer política. “Cuando los políticos se reúnen tan seguido a discutir del futuro, a hablar con expertos sobre el futuro, de alguna manera eso influye muy profundamente en la sociedad, se coloca en el medio de la política. Y genera confianza, coordinación, opiniones comunes entre los distintos partidos”, asegura Tiihonen.
Visto el ejemplo de Finlandia entendemos que los ejes de la Comisión de Futuro que proponemos deberíamos tener tres dimensiones. El problema central subyacente es la falta de acuerdo en cuál efectivamente es el problema. Esto evita o impide avanzar en lineamientos de políticas públicas y llegar a ser como nación como querríamos o creemos ser.
• La dimensión política. Hiperpresidencialismo, límites parlamentarios y judiciales, división y equilibrio de poderes, y federalismo.
• La dimensión económica. El cortoplacismo, pendularismo, políticas de Estado.
• La dimensión cultural. La anomia y la institucionalidad.
Finalmente citamos las palabras de Carl Haglund fue ministro de Defensa, legislador del Parlamento europeo y muchos años Presidente de la Comisión de Futuro del Parlamento de Finlandia.
–Si tuviera que darles un consejo a los legisladores que integrarán la comisión de futuro en Uruguay, ¿cuál sería? -No ser prejuiciosos, tener la mente abierta, porque trabajar en una comisión del futuro es muy diferente a trabajar en una comisión que está focalizada en la legislación o en el presupuesto. Hay que liberarse de los esquemas habituales del trabajo parlamentario. Nuestra comisión es como una especie de think tank interno del Parlamento. Debatimos, escuchamos a expertos, académicos, gente de diferentes ámbitos de la sociedad, llegamos a conclusiones. Es más informal, es más libre, es más espontáneo.
–Si tuviera que nombrar sólo uno, ¿cuál sería el tema principal de debate en clave de futuro? -En Finlandia estamos muy centrados en la educación. Nuestro estado de bienestar está basado en el alto nivel educativo de la población y somos muy conscientes de que debemos estar constantemente buscando mantener ese nivel.
Por lo tanto se presenta este Proyecto como lugar de encuentro de los mundos intelectual y político con la sociedad civil para pensar en el mañana que queremos. Un ámbito para el trabajo colaborativo donde el conocimiento y las ciencias se democratizan y vinculan con la vida cotidiana. Se convierte en un lugar de reunión de ideas, donde se manifiesten, conozcan y discutan los grandes temas que atraviesa la sociedad de hoy y del futuro.
Por las razones expuestas solicito a los señores y señoras legisladores que me acompañen en el presente Proyecto.de Resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CAVIGLIA, FRANCO AGUSTIN | BUENOS AIRES | JUNTOS POR ARGENTINA |
PATIÑO, JOSE LUIS | CIUDAD de BUENOS AIRES | UNION PRO |
ROMA, CARLOS GASTON | TIERRA DEL FUEGO | UNION PRO |
SPINOZZI, RICARDO ADRIAN | SANTA FE | UNION PRO |
ALONSO, HORACIO FERNANDO | BUENOS AIRES | FEDERAL UNIDOS POR UNA NUEVA ARGENTINA |
BRÜGGE, JUAN FERNANDO | CORDOBA | UNIDOS POR UNA NUEVA ARGENTINA |
PETRI, LUIS ALFONSO | MENDOZA | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |