Expresar su más enérgica preocupación por los más de 200 despidos provocados por el cierre de la planta papelera Kimberly-Clark, ubicada en Bernal, Partido de Quilmes, Provincia de Buenos Aires.

Señor presidente:

La crisis económica por la que está atravesando el país impacta cada vez más duramente en el plano laboral, y con ello, en numerosas familias.

Los quilmeños y quilmeñas no somos ajenos a esta realidad, nos toca palparla a diario en lo cotidiano. Ejemplo de ello es la noticia, el pasado 26 de septiembre, del cierre de una de las plantas de papel de la empresa Kimberly-Clark, ubicada en Bernal, partido de Quilmes, provincia de Buenos Aires, dejando un saldo de 209 despidos. 209 familias quedan en la calle.

En dicha planta se fabricaban servilletas, papel higiénico, papel para pañales, rollos de cocina y papel para productos faciales, entre otros.

Según un comunicado de la empresa, esta decisión fue tomada dentro de un marco de "reestructuración global" de su modelo de negocios. Asimismo, la empresa indicó: este cierre es en "respuesta a la necesidad de la compañía de adaptarse a los cambios y reenfocar su estrategia a categorías de mayor valor agregado".

La compañía, de origen estadounidense, no se va de la Argentina, sino que mantendrá sus plantas de Pilar y San Luis, donde se seguirán produciendo marcas como Huggies, Kotex, Scott, Kleenex y Plenitud.

El cierre de la planta papelera se da en el contexto de la abrupta caída de la actividad industrial y de la contracción del consumo que la causa. ¿Acaso es posible analizar esta noticia por fuera de los datos del propio INDEC que regularmente nos muestran caídas de dos cifras en todos los rubros de la actividad, salvo el agropecuario y el financiero? ¿O de las estadísticas de desempleo, que también volvió a dos dígitos después de trece años, y que en el Gran Buenos Aires supera la media nacional debido al derrumbe masivo de pymes industriales que caracterizan a la economía de esa región del país?

Las ventas cayeron estrepitosamente en el último año como consecuencia de una mala política económica nacional, y de la inacción de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; y del intendente de Quilmes, Martiniano Molina, que nada han hecho para paliarla. Primero, porque prefirieron cuidar al presidente Mauricio Macri antes que a su pueblo: si hubiesen aplicado recursos locales en políticas anti-crisis, habrían desnudado el fracaso de su jefe político. Y desde el 11 de agosto, porque están más preocupados en despegarse unos de otros y en lo electoral, que en gestionar.

Las personas no parecen estar contempladas en las políticas de gobierno: cierres de fábricas, de plantas, de sucursales, de PyMES, hacen que cada vez más familias queden al margen del sistema laboral. Es desolador, y es motivo del empeoramiento constante del drama social que se vive desde 2016.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares me acompañen con el siguiente proyecto de declaracion