ARTÍCULO 1º: Declárese MONUMENTO HISTÓRICO NACIONAL, al Colegio Mayor Argentino, Nuestra Señora de Luján sito en Calle Martín Fierro, 3, 28040 Madrid, España.

ARTÍCULO 2º: Declárase al mobiliario del Colegio Mayor Argentino BIEN DE INTERÉS ARTÍSTICO NACIONAL.

ARTÍCULO 3°: En cumplimiento de la Ley N° 25.197, Régimen del registro del patrimonio cultural, la Secretaría de Cultura del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología deberá inventariar los bienes muebles del Colegio Mayor Argentino para su correcta preservación.

ARTÍCULO 4°: La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, en cumplimiento del art. 1° ter de la Ley N° 12.665, ejercerá la superintendencia patrimonial sobre el inmueble y los demás bienes culturales referidos en art. 1°, 2° y 4° de la presente ley, estando su custodia y conservación a cargo del Estado Nacional, conforme lo que dispone el art. 2° de la misma norma.

ARTÍCULO 5º: El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto instrumentará los acuerdos pertinentes con el Gobierno de España y el de la Ciudad de Madrid para la salvaguarda del bien protegido objeto de la presente ley.

ARTÍCULO 6°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

El Colegio Mayor Argentino, Nuestra Señora de Luján es una institución pública dependiente del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la República Argentina, propietaria del edificio sito en Calle Martín Fierro 3, 28040 Madrid, España, construido en 1964, en un predio concedido para tal fin, por el Gobierno de España, dentro de la Ciudad Universitaria de Madrid.

La historia

La idea de crear una residencia estudiantil argentina en España surge en 1947 durante el primer gobierno del General Juan Domingo Perón. En 1960, el Embajador Héctor D’ Andrea ratifica la conveniencia y oportunidad del protocolo firmado con Perón y el Jefe del Gobierno español, de ahí que los dirigentes de la Asociación de ex Becarios Argentinos en España, Alfredo Márquez y Fernando Cuevillas, quien luego fuera el primer director del CMA, gestionaran la iniciativa de construir el Colegio Mayor Argentino en Madrid. En el año 1962, el proyecto logra el aval del Presidente José María Guido, a quien le tocaría tomar posesión del terreno donado por el gobierno de España en 1948 y, más tarde, abrir el concurso del proyecto arquitectónico. Durante la gestión del Presidente Arturo Umberto Illia se votan los primeros fondos presupuestarios.

El objetivo era preciso: construir una residencia destinada al alojamiento de graduados/as universitarios/as, investigadores, científicos/as, técnicos/as, profesionales, deportistas, artistas y quien quiera perfeccionar sus conocimientos en España o difundir actividades culturales argentinas.

A mediados de 1962, el gobierno argentino pide formalmente la asignación de un terreno en el área universitaria de Madrid. Durante el año siguiente, los dos gobiernos firman un acta-convenio (aprobado por Decreto 5161/63). De este modo, la Junta de la Ciudad Universitaria de Madrid cede al Estado Argentino, con carácter gratuito y por tiempo indefinido, una parcela de terreno para la construcción de un edificio con el propósito señalado.

Patrimonio arquitectónico

El Colegio Mayor, declarado patrimonio arquitectónico de la Ciudad de Madrid, es el resultado de un concurso de anteproyectos convocado por el entonces Ministerio de Educación y Justicia argentino, a través de la Dirección Nacional de Arquitectura Educacional, con el patrocinio de la Sociedad Central de Arquitectos.

Los arquitectos argentinos: Horacio Baliero y Carmen Córdova ganaron el concurso y fueron secundados en la obra por el arquitecto español Javier Feduchi.

Baliero, uno de los más destacados representantes del movimiento moderno argentino de la segunda mitad del siglo XX, se graduó como arquitecto en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y formó circa 1950, la Organización de Arquitectura Moderna (OAM) junto con otros representantes del Movimiento Moderno como Francisco Bullrich, Juan Manuel Borthagaray, Jorge Goldemberg y Carmen Córdova, quien sería su esposa y compañera de trabajo. Fue docente en la FAU entre 1963 y 1966, momento en que se produjo la autodenominada Revolución Argentina, que provocó una fuerte represión y purga en la Universidad de Buenos Aires y la consiguiente salida del país de figuras prominentes como el propio Baleiro, que recién volvería en 1983. En 1985, obtuvo la titularidad de la cátedra de Diseño en dicha casa de Estudios. Ganó varios concursos junto a Carmen Córdova, como el proyecto para el Cementerio Parque de Mar del Plata (1961) y el del Colegio Nuestra Señora de Luján en Madrid (España, 1964). Fue creador de la Editorial y revista “Nueva Visión” y publicó en las más prestigiosas revistas nacionales e internacionales, como representante de la vanguardia y modernidad Iberoamericana. Fue premiado por el Fondo Nacional de Artes en 1996 y con el premio Konex de Platino en 2002.

Carmen Córdova (1929-2011) fue, en 1994, la primera, y única -hasta 2015-, decana de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. En 2004 recibió el Premio Trayectoria Artística del Fondo Nacional de las Artes, por haber dedicado 14 años de su vida a la danza, sumando luego sus dotes de escritora y de pintora. La pertenencia a OAM transformó por siempre la manera de entender la arquitectura para Carmen Córdova, especialmente los textos de Le Corbusier y la referencia estética y arquitectónica de Max Bill. Este momento coincidió con su trabajo como dibujante del Plan para el Barrio Sur de la ciudad de Buenos Aires , junto a Solsona y Katzenstein, y dirigido por Antonio Bonet. Al igual que varios y varias integrantes de OAM, Carmen Córdova era docente universitaria, cargo que abandonó luego de la cruenta acción de la dictadura de Onganía, conocida como la “noche de los bastones largos” en 1966.

Para trabajar en el proyecto del Colegio Mayor Argentino que habían ganado, Baleiro y Carmen Córdova se trasladaron a Madrid, donde se asociaron con Javier Feducchi. Los tres fueron modificando la obra original en virtud de las capacidades tecnológicas locales. En 2004, el Gobierno de España declaró patrimonio el edificio.

Valga leer lo que decía Baliero al respecto:

Ganamos el primer premio, que era construir la obra, y así lo hicimos. Viajé a España para conocer el lugar donde íbamos a construir mi obra. Recorrí y fui tomando apuntes, me llené los ojos de España, su gente, sus gustos, sus costumbres, sus casas, su clima, el entorno. Transcurrieron cerca de dos años en los que iba y venía, veinte días allí, diez días en Buenos Aires, hasta que al fin comenzó el obrador en Madrid. Lo más anecdótico que recuerdo es que, dada la guerra civil española, la Ciudad Universitaria había sido un frente de batalla y en las excavaciones de las bases se desenterraron esqueletos de los caídos, obuses y bombas de aviación que no habían llegado a explotar, todavía con la espoleta. ¡Tres moros!, gritaba el capataz. Yo le preguntaba: ¿Cómo sabe que son moros? Y su respuesta era: Por las insignias, y mostraba las chapas metálicas con fecha y lugar de nacimiento. La bomba fue enterrada en un pozo de la medida de un barril de petróleo, cubierta con arena hasta que llegó la Brigada Antiexplosivos. Aparecían bombas frecuentemente. Hartos de parar la obra a cada rato y esperar a la Brigada, el capataz iba acumulando: una bomba, arena, otra bomba, arena, y así seguíamos hasta que se decidía llamar a la Brigada. Una locura, porque si estallaban todas esas bombas juntas, borrábamos todo: las terrazas naturales, el lugar y la posibilidad de construir el proyecto…

El edificio

El edificio está emplazado en una parcela de 7.278 m2, su construcción ocupa una superficie de 2.276 m2 y se desarrolla en un espacio construido de 5.293,25 m2 con una superficie de cubierta de 2.335 m2.

El Colegio Mayor Argentino "Nuestra Señora de Luján" (CMA), inaugurado el 22 de octubre de 1971, es uno de los más destacados de los 42 colegios que hoy existen en la Ciudad Universitaria de Madrid. Su edificio es un referente patrimonial del Movimiento Moderno Argentino que, al estar emplazado en otro país, se erige como cabal embajador de la alta calidad de la producción arquitectónica nacional del período. El reconocimiento de esta obra de la arquitectura moderna se hace patente a través de la comunidad arquitectónica y cultural nacional e internacional en numerosas publicaciones y premios.

En 2004, fue incorporado al registro internacional del DOCOMOMO (International Committee for Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement). Asimismo fue distinguido como Patrimonio Arquitectónico de la ciudad de Madrid conjuntamente por la Fundación Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y la Fundación Caja Madrid de España.

Es de destacar su singular implantación en arco de círculo y su adaptación al terreno, así como una original aplicación del sistema de construcción tradicional para responder a las necesidades funcionales y expresivas de un edificio del siglo XX. De ahí que el CMA de Madrid sea un ejemplo claro de cómo los y las profesionales argentinas adoptaron y reformularon los principios internacionales del Movimiento Moderno.

El edificio, de cinco plantas, se adapta a la fuerte pendiente del terreno escalonándose con una serie de terrazas. Su forma semicircular le permite cerrase a dos vías urbanas, una de ellas, la calle Martín Fierro, por donde se accede al CMA, constituye el nivel intermedio en el que se desarrollan las áreas sociales.

La escalera principal, concebida como eje transversal, da acceso a los distintos niveles, desde donde se distribuyen, a través de unos pasillos anulares, los dormitorios, individuales o dobles, y otras dependencias del CMA.

En los espacios residuales, se alojan las áreas de servicios, instalaciones y de forma destacada las viviendas del Director y del Administrador. Volúmenes diferenciados del edificio alojan un auditorio y una capilla como piezas destacadas.

El edificio, abre todas sus estancias a un jardín, incorporando así su paisaje en contraste con los enormes volúmenes ciegos de ladrillo, que con sus formas escultóricas, se muestran a las calles exteriores.

El interior muestra una gran riqueza formal, sobre todo en la planta con sus escaleras, chimeneas, aberturas y el fantástico mobiliario diseñado por el autor para el edificio. Las habitaciones concebidas para el trabajo y el descanso, son uno de sus aspectos más cuidados.

Aspectos simbólicos

Las calles de la Ciudad Universitaria de Madrid, donde se encuentra emplazado el edificio del Colegio Mayor Argentino, en la intersección de Martín Fierro y Obispo Trejo, fueron especialmente rebautizadas, a modo de homenaje, para albergar a la institución argentina.

En el caso de “Martín Fierro”, fue así bautizada el 7 de agosto de 1972 y “Obispo Trejo”, renombrada así en honor al obispo franciscano Fray Fernando de Trejo y Sanabria, fundador de la Universidad Nacional de Córdoba, la primera universidad que se creó en Argentina.

La denominación Colegio Mayor es el término utilizado en España desde el Siglo XVI para denominar a las residencias estudiantiles, donde además de alojamiento se ofrecen actividades culturales, académicas o deportivas. Los colegios mayores no desarrollan actividades de enseñanza. En España, la figura de “Colegio Mayor” se ha ido adaptando progresivamente a las características de cada época, cumpliendo un importante rol en la formación académica en toda Europa. En Madrid, fueron estableciéndose principalmente en el campus, sobre terrenos cedidos por el Rey Alfonso XIII a principios del siglo XX. Hoy existen más de cuarenta Colegios Mayores en la Ciudad Universitaria, que en la actualidad alberga un promedio de 150.000 estudiantes anuales.

El CMA, como verdadero emblema de la cultura argentina, vio circular a figuras de la talla de Jorge Luis Borges, José María Rosa, Ernesto Sábato. Asimismo, Camilo José Cela y Julián Marías fueron la contraparte española en este territorio argentino en Madrid.

En el campo musical, Los Chalchaleros, Eduardo Falú, Los Hermanos Ábalos, Mercedes Sosa, Rubén Juárez, Juan Falú, Teresa Parodi, Los Nocheros, Miguel Ángel Estrella han sido ilustres representantes culturales.

El espacio del CMA ha abierto sus puertas a actores y distintas compañías teatrales que se han presentado y/o residido en el CMA, tal ha sido el caso del elenco de “Esperando la Carroza”, los protagonistas del film “Made in Argentina”, la comediante Edda Díaz, por mencionar algunos.

Autoridades Nacionales, desde Presidentes de la Nación a Ministros y otros funcionarios y funcionarias, visitaron y/o se alojaron en esta casa, en ocasiones presenciando actos oficiales, en otras, brindando coloquios y ponencias, o simplemente en misiones diplomáticas gubernamentales.

Es de señalar que el enorme valor patrimonial está también en los intangibles. La cantidad de estudiantes y docentes que ha albergado, de ahí que, en 2012, el Estado argentino haya hecho una fuerte inversión –cerca de un millón de euros y dos años de trabajo- para su revalorización, refacción y puesta en valor histórico, consciente de que el CAM es un activo patrimonio institucional, que, como factor de unidad sociocultural, irradia a toda la comunidad hispano americana.

En esa oportunidad, se reconstruyeron y refaccionaron el total de las envolventes exteriores, cubiertas y fachada, rehabilitando por completo toda la red pluvial, e impermeabilizando el total del edificio. También se realizó el recambio del tendido eléctrico de acceso principal y distribución a plantas. Es de señalar que la intervención se realizó bajo un estricto criterio de intervención, fijado en un plan de conservación y protección patrimonial, lo que garantiza la integridad del edificio. En el segundo semestre de 2015, se dio comienzo a una segunda fase de intervención con un presupuesto similar al anterior, que comprendía el saneamiento estructural de zapatas y bases principales, saneamiento de muros interiores, tuberías y desagües, sumado a ello la restauración del mobiliario original que aún se conserva.

Por los motivos expuestos es que solicito a mis pares que me acompañen en el presente proyecto de ley.