Artículo 1°: Declárese la Emergencia Económica y Productiva del Sector Porcino Nacional por el término de 180 días, a partir de la sanción de la presente ley.

Artículo 2°: El poder Ejecutivo a través de sus organismos competentes, deberá:

• Prohibir el ingreso al Territorio Nacional los productos, subproductos y derivados cárnicos porcinos que provienen de países no libres del síndrome respiratorio reproductivo porcino (PRRS), e instruméntese a través de la autoridad de aplicación, sistemas para controlar y fiscalizar el cumplimiento de tal prohibición, asegurando la calidad de los alimentos que transitan y puedan ingresar al país.

• Prohibir el ingreso al Territorio Nacional de productos, subproductos y derivados cárnicos porcinos de países donde esté autorizado el uso de beta agonista como promotor de crecimiento mientras que para esos mismos productos se mantengan las restricciones para el uso de esta droga en el país.

• Crear el registro de importadores, distribuidores y expendedores de carne importada cuya función será la implementación de controles claros y efectivos de trazabilidad de la carne congelada.

• Establecer controles de trazabilidad sobre los productos de cerdo importados para que los que ingresen como productos congelados no sean ofrecidos como productos frescos.

• Implementar líneas especiales de crédito a través de los Bancos Oficiales para el financiamiento de proyectos de inversión en la cadena porcina, con el objeto de mejorar las condiciones de acceso al crédito de los pequeños productores porcinos organizados a través de grupos asociativos.

Artículo 3°: Por el término de 180 días, la Administración Federal de Ingresos Públicos arbitrará los mecanismos necesarios para la devolución y/o compensación con otros tributos y/o cargas sociales de los saldos técnicos de IVA que se hayan originado y/o se originen en el futuro por la aplicación de alícuotas diferenciales.

Artículo 4°: Comuníquese al Poder Ejecutivo. -

Señor presidente:

El presente proyecto es promovido por la Mesa Nacional de Producción Porcina que nuclea a la totalidad de las instituciones que representan la producción primaria porcina.

El sector porcino en los últimos años viene trabajando sostenidamente para aumentar el valor agregado de la producción primaria y la mano de obra en toda la cadena de valor, desarrollando diversos aspectos que incluyen desde la producción hasta la comercialización, con acciones que acompañan este proceso.

La urgencia de las medidas solicitadas se debe a la profunda crisis por la que atraviesa la producción porcina, causada por diferentes situaciones a nivel nacional como la fuerte suba del precio de los cereales (maíz y soja) a causa de la devaluación de la moneda y la sequía que se produjo a partir de febrero de este año 2018. Tales circunstancias provocaron un aumento de los costos en granja de más de un 50%, si comparamos el costo de diciembre con el de mayo, con una relación de la suba del capón en menos de un 15% y con tendencia a la baja.

La suba de costos por la quita de retenciones al maíz, el aumento de tarifas de energía y combustible, junto a importaciones de cortes congelados, componen una combinación que amenaza la estabilidad del sector.

Este tipo de medidas económicas no sólo trajo una disminución de las inversiones que servirían para perfeccionar los sistemas productivos, sino que además se incrementó provocó el incremento de la venta de madres y el cierre definitivo de establecimientos de pequeños y medianos productores porcinos, debido a la imposibilidad de hacer frente a estas condiciones de mercado.

Por otro lado, la importación de carne de cerdo de países como los Estados Unidos constituye una competencia desleal para la producción local. EEUU al igual que Canadá y Brasil, utilizan una beta agonista como promotor de crecimiento conocido, sin la aprobación del programa de trazabilidad realizado por el Ministerio, el SENASA y la AAPP.

Además, el ingreso de carne porcina desde países que presentan enfermedades exóticas para la República Argentina, como lo es el Síndrome Respiratorio Reproductivo Porcino (PRRS), pone en riesgo el estatus sanitario del país quien es libre de dicha enfermedad, generando un impacto negativo en la producción porcina nacional, teniendo en consideración que la vacunación contra esta enfermedad hoy se encuentra prohibida en todo el territorio nacional. El ingreso de productos porcinos con un estatus sanitario inferior, resulta totalmente nocivo y desleal para la producción Nacional, comprometiendo las condiciones sanitarias y los futuros mercados para el sector.

El reclamo no pretende cerrar el mercado, ni implementar barreras a priori que perjudiquen a los consumidores, sino más bien a generar una estrategia nacional de inserción comercial con un horizonte de largo plazo que involucre a todos los actores de la cadena porcina y principalmente al Estado como garante de los intereses argentinos en las negociaciones internacionales.

A este contexto debe sumársele el impacto negativo de las reformas fiscales como la reducción del IVA a la venta de cerdos al 10,5% (con la generación de los saldos técnicos correspondientes) y la no devolución del IVA de las inversiones. Todo lo expresado resta competitividad a nuestra producción y aumenta el costo aún más.

La situación para los criadores porcinos, sobre todo para los pequeños productores no es buena. Es necesario asegurar su permanencia en la actividad con créditos flexibles en esquemas asociativos con líneas de financiamiento blandas que les permitan atravesar la crisis sin abandonar la actividad.

Por lo expuesto es que el solicito a mis pares que me acompañen con la presente iniciativa.